Pequeños pueblos con grandes atardeceres

Os proponemos tres núcleos de Sabiñánigo donde podréis disfrutar de magníficos atardeceres. ¡Una excusa perfecta para salir a conocer nuestro territorio!

Larrés se alza a 912 metros de altitud en la margen derecha del Río Aurín. Sus casas, típicas de la arquitectura del Serrablo, junto con su castillo-palacio (siglos XIV y XVI) dibujan la silueta del lugar.

La puerta del Valle de Acumuer

Llegar a la puerta del Valle de Acumuer tan solo os llevará diez minutos desde Sabiñánigo. Nuestra recomendación es que vayáis pronto; visitad el castillo, así como el Museo del Dibujo que alberga en su interior, pasead por las calles por donde Santiago Ramón y Cajal pasó algunos años de su infancia y, finalmente, disfrutad de la puesta de sol desde, por ejemplo, el jardín del castillo o los bancos que se encuentran en la carretera de acceso al pueblo.

Borrés se encuentra en la Val Ancha

Borrés se encuentra en la Val Ancha, a la solana de camino a Jaca. Os tomará diez minutos llegar desde Sabiñánigo a este enclave, situado sobre una corona a 909 metros de altitud y rodeado de campos de cereales.
Las casas están distribuidas a lo largo de una calle única que lleva a la iglesia parroquial, dedicada a Nuestra Señora de la Asunción (siglos XVII y XVIII).
El núcleo, aunque con muchas edificaciones nuevas, conserva algunos tesoros: fuentes, pozos, bordas, puertas y ventanas condecoración e inscripciones. Cuando empiece a anochecer, dirigíos a la entrada del pueblo, hacia el singular crucero del s. XVIII; unos metros más adelante, encontraréis unos bancos dónde sentarse y observar cómo el día termina.

Cartirana se encuentra contigua a Sabiñánigo

Cartirana se encuentra contigua a Sabiñánigo, en una terraza fluvial a 875 metros de altitud con vistas privilegiadas. Sus calles siguen un trazado desigual y su arquitectura popular ha sido bastante alterada.
La parroquial, consagrada a San Martín (siglo XVII), es de estilo Barroco, aunque un arco de herradura delata la existencia de una anterior posiblemente Mozárabe. Al oeste de la población se encuentran todas las construcciones públicas relativas al agua: fuentes, abrevaderos y un lavadero.
Cuando atenúe la luz, os recomendamos que subáis a la ermita de Santa Lucía, que destaca airosa; toméis asiento y disfrutéis de la puesta de sol.

Por Anna Aritza, técnica responsable de la Oficina de Turismo de Sabiñánigo

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