La mañana de un lejano 25 de agosto del año 1979 se inauguraba el Museo Ángel Orensanz y Artes de Serrablo dedicado a la etnografía. El museo nació de la necesidad de mantener vivas las raíces del territorio conocido como Serrablo.
Las décadas previas a la fundación del museo habían significado para las gentes de estas tierras una ruptura con la sociedad tradicional. Se vivía un panorama de progresivo olvido del pasado y algunos empezaban a sentir que algo fallaba.
La llegada de las fábricas trajo al Serrablo la modernidad pero también el éxodo rural
La llegada de las fábricas trajo la modernidad pero también el éxodo rural, los pueblos se vaciaron para poblar las nacientes ciudades industriales como Sabiñánigo. En Éstas se instauró un estilo de vida muy distinto; diferentes costumbres, necesidades y ritmos. Los antiguos vecinos de los pueblos vieron transformar totalmente su vida, pasando de la sociedad rural a la sociedad industrial.
En el año 1971 se fundó la Asociación Amigos de Serrablo, nacida de manos de gente en busca de su identidad. La necesidad de rescatar la tradición cultural de Serrablo hizo que esas gentes recuperaran, durante los años 70, todos aquellos objetos procedentes de los pueblos que quedaron deshabitados en la comarca.
El Museo de Artes de Serrablo, uno de los mejores de Europa
Gracias al trabajo de Amigos de Serrablo y a la ayuda del Ayuntamiento de Sabiñánigo, podemos celebrar estos días el 40 aniversario del Museo Ángel Orensanz y Artes de Serrablo, considerado por los expertos como uno de los mejores de Europa en su género.
Para tal ocasión, el Museo celebró este pasado fin de semana sus Jornadas de puertas abiertas y cuenta con un programa de actos específico, que se prolonga hasta el sábado 31 de agosto: Javier Lacasta impartirá en el museo, a las 20.00 horas, la conferencia titulada El Valle de Tena a comienzos del siglo XX a través de la tarjeta postal antigua.
Por Anna Artiza, técnica responsable de la Oficina de Turismo de Sabiñánigo
