La Diócesis de Jaca, junto a la de Barbastro, encabeza el ranking en inmatriculaciones en la comunidad, según asegura Alto Aragón en Común.
La inmatriculación es la primera inscripción de una finca en el Registro. La inmatriculación es una figura legal que ha permitido a la Iglesia Católica inscribir a su nombre en el Registro de la Propiedad bienes que no estaban inscritos con anterioridad, al amparo del artículo 206 de la Ley Hipotecaria del 8 de febrero de 1946 y del posterior Decreto Ley de José María Aznar de 1998.

Andrés Valentín, coordinador de la plataforma Recuperando, y Natalia López Ramón (Alto Aragón en Común) mantenían un encuentro con activistas y cargos públicos y analizaban esta tarde en Jaca la situación de las inmatriculaciones en Aragón y las «últimas novedades en la recuperación para el patrimonio común de bienes de dominio público registrados irregularmente», antes de participar en una mesa redonda en la que también estaba prevista la presencia del jacetano Mariano Marcén.
Recuperando, Coordinadora Estatal por la Recuperación del Patrimonio Inmatriculado, reúne a cargos públicos de toda España, junto a plataformas en defensa del patrimonio de Aragón, Navarra, País Vasco o Andalucía, y a organizaciones como Redes Cristianas o Europa Laica, y a colectivos ciudadanos de distintos puntos de Castilla, País Valenciano, La Rioja o Baleares.
Numerosos casos en el Pirineo Aragonés
Según explica López Ramón, los datos que se están recabando -ya que el proceso no ha concluido- colocan a «Aragón a la cabeza de inmatriculaciones consideradas ilegítimas, detrás de Navarra» -que, actualmente, tiene documentados más de 2.500 casos-. Según los datos que maneja Alto Aragón en Común, se calcula que, hasta 2015, en la comunidad aragonesa «ha habido más de 2.000; más de la mitad de ellas, en el Pirineo».
El número es bastante superior a lo que puede parece, señalan sus miembros, ya que muchas de las inmatriculaciones no se refieren a un edificio en exclusiva, sino a lotes que pueden incluir solares, huertos, locales, cementerios, etc. Una circunstancia, que, aseguran, es común a las zonas de montaña de distintas comunidades, dándose la situación que es, precisamente, en los pueblos más pequeños donde más casos se han encontrado, explican.
«A nivel de Aragón, las Diócesis de Jaca y Barbastro son las que más inmatriculaciones han hecho»,
asegura López Ramón, que añade que ello ha sido «fruto de una artimaña legal y de una interpretación torticera de una
legislación que mantenía privilegios para la Iglesia; una situación que en la actualidad, en un Estado de
derecho, debería estar superada».
Inmatriculaciones en la Diócesis de Jaca
En concreto, según los datos ofrecidos por los Registros de la Propiedad, habría inmatriculaciones en Agüero, Aísa, Ansó, Fago o Aragüés del Puerto o Bailo. Hasta 11 están documentadas en la Canal de Berdún, pero Aragón en Común también explica que existen en Canfranc, en Castiello y 59 genéricas, en Jaca, que son muy difíciles de identificar si no se hace una ardua labor de investigación, «porque no corresponden a un sólo bien, sino que se trata de lotes».
Por otra parte, dentro de la Diócesis de Jaca, Alto Aragón en Común destaca el caso de Sabiñánigo, con 58 inmatriculaciones, «que es uno de los municipios más grandes de esta zona y donde se están dando casos de que personas y comunidades que consideraban público ese patrimonio se están encontrando con muchos problemas a la hora de compatibilizar el uso de espacios porque éstos se han inmatriculado, como sucede por ejemplo en Latrás». Así, en Biescas han encontrado 18 inmatriculaciones; 10, en Caldearenas, y también hay en otros pueblos como Hoz, Panticosa o Yebra de Basa (con 11 inmatriculaciones adscritas al Obispado de Jaca).
«2.023 bienes inmatriculados por la Iglesia entre 1998 y 2015 en Aragón»
Andrés Valentín ponía en valor el trabajo que se está haciendo en Aragón, «una de las primeras comunidades que ha conseguido el listado de los 2.023 bienes inmatriculados entre 1998 y 2015». En cuanto a la situación actual de la labor que está desarrollando Recuperando, su portavoz destaca que se encuentra en un impass, después de que el Gobierno anunciara que se iba a hacer público el listado de inmatriculaciones en el citado periodo -lo que consideran un impulso importante- y, posteriormente, se abrieran «negociaciones entre la jerarquía católica y el Gobierno que están siendo absolutamente opacas, lo que está retrasando la publicación del listado».
En cuanto a las actuaciones que tiene previsto emprender Recuperando para enfrentarse a la situación actual de las inmatriculaciones, se encuentra «solicitar todas las notas simples de registro desde 1946, que es cuando se produce la reforma de la Ley Hipotecaria que da la posibilidad de acogerse a este procedimiento a la Iglesia católica, hasta el 2015, cuando queda abolido ese artículo del reglamento». Después, «hay que deshacer lo que se hizo mal, declarando la nulidad de todas las inmatriculaciones al menos desde 1978, porque antes de esa fecha creemos que son ilegítimas; pero, amparadas por la normativa franquista, legales; sin embargo, a raíz de la Constitución, que elimina los privilegios que pudiera tener la Iglesia, consideramos que son, por inconstitucionalidad sobrevenida, ilegales», asegura Valentín.
Por Rebeca Ruiz