La época de los nacimientos de los cervatillos de la Ciudadela de Jaca siempre se espera con impaciencia en la ciudad. Los pequeños bambis se convierten cada año en los grandes protagonistas de la actualidad jacetana los primeros días del verano. Gracias a ellos, en los últimos años, el castillo de San Pedro se ha convertido un referente en la apuesta por la educación ambiental a través de su reconocido programa Ecociudadela. Pero, más allá de una imagen bonita o de la interrelación directa con los ciervos, imposible en cualquier otro lugar, se esconde un programa pionero de terapia asistida con animales que, de la mano de Asceal, ayuda a decenas de familias a paliar los efectos de un amplio abanico de enfermedades y discapacidades.

Asceal es una entidad sin ánimo de lucro que nace hace 14 años en Huesca
Asceal es una entidad sin ánimo de lucro que nació hace 14 años en Huesca, de la mano de un grupo de profesionales de la Sanidad, la Educación, el Medio Ambiente y la Naturaleza. «Nos juntamos para buscar, a través de los animales, un beneficio para la sociedad, en el ámbito terapéutico y en el de la educación medioambiental, pero siempre unidos; es decir, cerrando un círculo», explica su responsable, el terapeuta y educador ambiental Roberto Banzo.
Asceal (Centro de Terapias Asistidas con Animales) es una asociación sin ánimo de lucro cuyo objetivo es utilizar las propiedades del caballo y otros animales como apoyo a programas educativos y como terapia complementaria en el abordaje de diversas discapacidades en las áreas de la salud (rehabilitación). Desarrolla sus programas las instalaciones de Los mundos de Panta, ubicadas en el término municipal de Huesca, como Centro de Interés Público. También está presente en la Ciudadela de Jaca y acaba de inaugurar otra finca en la ciudad. La asociación tiene dos líneas principales de actuación: Granja escuela y Terapias Asistidas con Animales.
Desde entonces, Asceal no ha dejado de crecer. Hace siete años, sus impulsores llegaban al Castillo de San Pedro para desarrollar el ambicioso proyecto ambiental Ecociudadela, que en pocos meses se consolidaría como un proyecto innovador y exitoso. Y que al mismo tiempo les permitiría avanzar en las terapias asistidas con animales. «Los chicos que comenzaron con terapias asistidas con animales con nosotros hace 14 años son jóvenes que luego reclamaban un ocio inclusivo y actividades adaptadas», explica Banzo.
Por eso, Ecociudadela, más allá de ser una actividad para interactuar con los ciervos y un recurso turístico para la fortaleza, se convertía en la fórmula perfecta para aunar la actividad medioambiental con proyectos terapéuticos o de inclusión social. Así nacieron los primeros campamentos inclusivos (que actualmente se complementan cada verano con otros campus abiertos a todos).
Entre 200 y 300 intervenciones terapéuticas al mes
Actualmente, Asceal desarrolla una media mensual de entre 200 y 300 intervenciones terapéuticas. Su usuario más joven tiene 19 meses, y el mayor, 92 años. Ofrece distintos programas específicos: TEA (Trastorno de Espectro Autista), enfermos neurológicos y alzheimer y demencias son algunos de ellos.
También atiende a presos con discapacidad intelectual en el centro penitenciario de Zuera; a personas con discapacidad física y a personas con discapacidad intelectual. En estos momentos, ocho personas de las comarcas de La Jacetania y el Alto Gállego participan de las terapias con animales de Asceal.

Es la única asociación que ofrece este servicio en Aragón, y una de las más importantes de España. «Cada usuario tiene su programa específico y cada sesión que se hace está adaptada a ese usuario con unos objetivos. Lo bueno es que ‘no se dan cuenta’ de que están en una sesión de terapia o de rehabilitación. Están disfrutando con su perro, o con su caballo, en un entorno amable, que no es hostil. Por lo tanto, el beneficio no es sólo durante la terapia, sino que previamente ya están motivados porque van a estar con un animal con el que ya les hemos creado un vínculo», señala Roberto Banzo. Y es que no es lo mismo trabajar el equilibrio, la coordinación de movimientos o el tono muscular en una sesión tradicional que hacerlo con el estímulo de dar el biberón a un cervatillo.

No todos los animales sirven para terapia
En la Ciudadela de Jaca se trabaja con los ponis Frodo y Sam; los ciervos Ciudadela, Arán y Ada; y las perras Duna y Nora. «No todos los animales sirven para terapia. Nosotros los controlamos desde que nacen durante varios años hasta que están preparados para entrar en una sesión», recuerda Banzo. Un caballo, por ejemplo, necesita un preparador durante cinco años que le monitoriza desde sus características físicas, controlando desde su carácter hasta su movimiento en presencia humana. Y cuando no está en terapia, está en el campo, con su propia actividad. Algo que se logra evitando que el animal nunca haya tenido ningún estímulo negativo. Lo mismo sucede con los perros, que están perfectamente preparados para poder entrar, por ejemplo, en un hospital.
Expertos en terapias asistidas con animales
El equipo de Asceal está formado por cuatro terapeutas, que dirigen distintas áreas, apoyados por otros colaboradores. Todos cuentan -además de su formación previa en distintas áreas- con la formación específica y homologada en Terapia asistida con animales y Educación Medioambiental.
Sus principales áreas de trabajo son la terapia asistida con caballos y la terapia asistida con perros. Al tener en Huesca una granja escuela y en Jaca Ecociudadela, ambos espacios se convierten en un recurso muy importante para reforzar los distintos programas. Especialmente, en el caso de la Ciudadela, donde los profesionales pueden aprovechar todo el potencial de los ciervos criados con impronta humana.

Un programa de inclusión laboral que se financia con los beneficios de actividades de educación ambiental, como Ecociudadela
Asceal está reconocido como centro de formación de distintas instituciones públicas (ocio, agricultura, ecología,…). Tras la terapia y el ocio inclusivo, Asceal incorporó programas para la integración laboral. Actualmente, la asociación imparte en Jaca y Huesca un programa de inclusión laboral para jóvenes con necesidades especiales que necesitan una atención completamente individualizada y que, por determinadas cuestiones, no entran en proyectos destinados a otros colectivos. Este programa, con un coste económico muy elevado, y al igual que el resto de los programas de la asociación, se sufraga con los beneficios de las actividades de educación ambiental que desarrolla Asceal. Entre ellas, Ecociudadela, que permite a Asceal becar a los alumnos y fortalecer este tipo de proyectos sociales. Aproximadamente, con ello se cubre el 60% del coste de cada sesión.
Programas de terapias asistidas con animales autofinanciados para garantizar su continuidad
En este sentido, hay que recordar que Asceal es una organización sin ánimo de lucro. Aunque puntualmente recibe alguna subvención, se autofinancia con donaciones y diferentes iniciativas. Por ejemplo, un programa de apadrinamiento de ciervos dirigido a ayudar a la economía de estos proyectos. Pero sus responsables evitan en todo lo posible las ayudas que puedan llegar de los canales oficiales o de instituciones.
La razón no es otra que «si un programa depende de una ayuda oficial, si esa ayuda se acaba y al año siguiente no llega, ese proyecto se cae», explica, desde la experiencia, Banzo. En este contexto, Asceal acaba de inaugurar un nuevo espacio de educación medioambiental, El jardín del tito Petos, una finca La Corona de los Cuervos donde desarrollará un nuevo proyecto inspirado en las tradiciones, las leyendas o la cultura de los pueblos.
Éste será el escenario de su programa de formación laboral, siempre desde una filosofía de trabajo basada en la inclusión, donde los que entonces eran niños ahora se forman como monitores o en otras cuestiones relacionadas con la labor de Asceal. «Al final -como dice Roberto Banzo-, somos como una gran familia que ha ido creciendo. Y como tal, tenemos que ir dando respuesta a los retos que se nos van planteando».
Años de investigación en las terapias con animales
Aunque en otros países la investigación con terapias con animales tiene una trayectoria muy dilatada -especialmente en Estados Unidos o Inglaterra-, donde incluso se han incorporado hace tiempo a las universidades, Asceal se puede considerar pionera en su desarrollo en España, donde estos tratamientos todavía no están desarrollados.

Así, la labor social que realiza Asceal está reconocida a nivel nacional. No sólo atiende a usuarios de Aragón, sino que también ayuda a familias de otros puntos de España, procedentes de lugares como Pamplona, Sevilla o Madrid. Sin embargo, Banzo reconoce que sus recursos son limitados, por lo que en ocasiones no pueden atender todas las solicitudes. No hay que olvidar que se trata de una asociación sin ánimo de lucro, con fines sociales y una ética muy definida. Ello hace que, a pesar de la importancia de su proyecto, a veces su labor pase desapercibida.
Jaca en familia es una iniciativa que, al amparo de Asceal, propone una serie de actividades que comparten su misma filosofía. Una forma de ocio diferente, sostenible e inclusivo que complementa a la perfección las terapias asistidas con animales.
Es por esta razón que es muy importante saber que cuando se habla de los ponis Frodo y Sam, o de Carlitos y de los ciervos de la Ciudadela, detrás de una foto bonita o de una experiencia turística única se desarrolla un importantísimo proyecto social que tiene como bandera la inclusión y que está ayudando a decenas de familias.
Por Rebeca Ruiz

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