La nueva bandera blanca que simboliza que Jaca está libre de epidemias ondea ya en la Catedral

Como cada año, y en torno a la fiesta de la Santa Cruz, en la Catedral de Jaca se cambia la bandera blanca que, desde la Edad Media y según la creencia popular, protege a la ciudad las malas tormentas desde el campanario y simboliza que que los jacetanos están libres de epidemias. Esta documentado que este hecho se repite, al menos, desde el siglo XVI. Tradicionalmente, la bandera blanca es el paño con el que se cubre el fondo de la arqueta del Monumento del Jueves Santo y del Viernes Santo. Cada año, generaciones de jaqueses han visto cómo se cambiaba, por estas fechas y cumpliendo con la tradición, el lienzo, que antes es bendecido.

La nueva bandera blanca de la Catedral de Jaca, cuyo simbolismo se asocia tradicionalmente a que la ciudad estaba libre de epidemias, y, en ocasiones, a la protección de los jacetanos, ondea desde hace unas horas en el campanario. A primera hora de esta mañana, y siguiendo la tradición, la vieja bandera era sustituida, y la nueva enseña, lucirá, durante los próximos meses, en lo más alto de la seo, una de las primeras y más importantes catedrales del Románico y todo un símbolo del Camino de Santiago. Así ha recogido el cambio de bandera Ana López Artillo:

El simbolismo de la bandera, una ciudad limpia de epidemias

Históricamente, la colocación de la bandera significaba que la ciudad estaba limpia de epidemias -en concreto, de la temida peste y de otras enfermedades contagiosas que han diezmado poblaciones enteras a lo largo de los siglos- y dejaba el paso libre a los peregrinos que debían seguir el Camino de Santiago para honrar al Apóstol, procedentes del Camino Francés por el Somport. Era una de sus atribuciones, pero tenía muchas más.

En el caso de la Catedral de San Pedro, ya quedaba reflejada esta costumbre en documentos que datan del siglo XVI, según el Museo Diocesano de Jaca. Su significado se hacía extensivo a la protección de la Catedral frente a malas tormentas y a los rayos. Pero también se ha asociado a tiempos de paz o a la presencia del Obispo de Jaca en la ciudad.

En todo caso, la bandera blanca siempre ha sido un símbolo de protección para los jaqueses. En este sentido, especialmente cobró significado esta costumbre durante los años de la pandemia, siendo, en 2021, por primera vez, más grande de lo habitual.

Una tradición documentada desde el siglo XVI

No son pocas las ocasiones en que la bandera blanca de la Catedral de Jaca ha llamado la atención de investigadores o de los peregrinos; o que aparece en distintos escritos y publicaciones posteriores.

A este carácter protector contra la enfermedad aluden, por ejemplo, Aradillas e Íñigo en su libro El Ebro, Río de Turismo, cuando se refieren al Aragón como «río jacobeo por antonomasia»: «El río Gas se une con el Aragón en Jaca, población en la que todavía puede y debe admirarse el cielo azul que por su nitidez y limpieza sorprendía a los peregrinos medievales que en él buscaban la imagen y el brillo del homónimo Camino de Santiago en la Vía Láctea (…). Desde la Edad Media ondea simbólicamente en lo más alto de su torre -de la Catedral de San Pedro- una bandera blanca que proclama que los peregrinos del Camino pueden entrar en el recinto de la ciudad porque en ella no hay pestes».

De la misma manera, en el cielo azul y este año en un campanario engalanado para celebrar el Primer Viernes de Mayo, ondea ya la nueva bandera desde esta mañana.

La bandera blanca es el paño con el que se cubre el fondo de la arqueta del Monumento del Jueves y el Viernes Santos

Tradicionalmente, la bandera blanca es el paño con el que se cubre el fondo de la arqueta del Monumento del Jueves y el Viernes Santos. Cada año, generaciones de jaqueses han visto cómo se cambiaba, por estas fechas y cumpliendo con la tradición, el lienzo, no sin antes ser bendecido. Durante muchos años, fue Santiago Ara Pérez, conocido agricultor jaqués, fue el encargado de realizar esta tarea con el sacristán Ochogavía.

Ochogavía, Ara y el también jaqués Pedro Juanín (FOTO: Colección particular de Pedro Juanín)

Una bandera blanca junto al campanario engalanado para el Primer Viernes de Mayo

La torre de la Catedral de Jaca tiene siete campanas, dispuestas en tres plantas. La más antigua, datada en el siglo XIV. Las cuatro inferiores, que son las que mejor se aprecian desde el suelo, se utilizan para uso litúrgico.

Se cree que, en su momento, las dos campanas superiores tenían la misma utilidad que la más alta -conocida como campana de las horas-, instalada en la veleta. Allí es, precisamente, donde se coloca cada año la bandera blanca, en sustitución de la anterior, y como símbolo protector de la ciudad.

EN LO MÁS ALTO. La bandera blanca, junto a la campana de las horas. (FOTOS: http://etno.patrimoniocultural.aragon.es/campanas2/jaca.pdf)

Jaca, ciudad de símbolos

Javier Sierra, premio Planeta 2017 por El fuego invisible, revelaba en una entrevista publicada por JACETANIA EXPRESS, su fascinación por los símbolos que esconde Jaca, como la bandera blanca que ondea en el Campanario de la Catedral. «Los símbolos, a diferencia de los textos impresos, son materia viva, y van incorporando matices. Yo no sé cuál era el origen o la función exacta de esa bandera -creo que nadie lo sabe-, pero lo que sí sé es que se le va a incorporar el simbolismo de estos tiempos y la va a enriquecer y la va a convertir en algo todavía más interesante y más importante. Y a mí, eso, me fascina. Y me fascinan lo pueblos que, como Jaca, no abandonan sus símbolos, sino que los mantienen vivos».

Por Rebeca Ruiz. Fotos y vídeo de Ana López Artillo

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