‘La Dama Sombría’: Aragón, magia y cultura. Por Mark J. Leiver

Tengo un secreto que os quiero revelar: gran parte de lo que escribo está basado en los Pirineos. Algunos de los bosques, montañas, lagos, casas y castillos de La Dama Sombría tienen su eco en la realidad.

Tal vez haya quien piense que se trata de pereza, o de falta de imaginación, pero diré en mi defensa que a la hora de describir el paisaje de un mundo de fantasía, no hay nada como basarse en los hermosos, salvajes y descomunales valles de nuestra tierra. Más, cuando la magia los impregna como un rocío invisible.

«Y es que nuestras montañas esconden lugares mágicos»

Y es que nuestras montañas esconden lugares mágicos. Mágicos de verdad, sin peros, metáforas, ni explicaciones racionales. Se trata de magia pura, de la que hechiza y confunde. Los ríos, esos ríos tan fríos y claros, cantan rumores de tiempos lejanos; los bosques, esos bosques tan profundos y misteriosos, susurran historias olvidadas; y los muros de los caserones, esos caserones tan vetustos y hermosos, guardan el olor de las pociones que otrora preparasen las brujas.
No es difícil, si se aguza el oído, oír el canto lejano de alguna ninfa despistada. Tampoco es complicado, si se presta atención, encontrar las huellas de un elfo que vigila las fronteras de su territorio. Solo es cuestión de abrir los sentidos y dejarse empapar por la magia. Está ahí, esperándonos, deseando ser descubierta. Yo la descubrí hace muchos años, cuando no era más que un niño que corría por los pastos y se bañaba en los ibones. Desde entonces, cada vez que viajo a las montañas traspaso nuestro mundo y voy a otro más bello, donde los colores son más vivos y la luz del sol brilla con mucha más fuerza.

«No os extrañe si al leer ‘La Dama Sombría’, algunos de sus escenarios os recuerdan al Valle de Tena; o el castillo de Dhotlaren os trae recuerdos de Jaca»

Así, mis queridas y queridos lectores, no os extrañe si al leer La Dama Sombría, algunos de sus escenarios os recuerdan al Valle de Tena; o el castillo de Dhotlaren os trae recuerdos de Jaca, pues tiene algo de su Ciudadela, aunque también una pizca del castillo de Larrés; ni tampoco os resulte raro que cuando leáis sobre los bosques nevados, resuenen en vuestra memoria los blancos paisajes de Biescas y sus alrededores.
En fin, una vez que he revelado mi secreto, no me queda nada más que recomendaros que cuando paseéis por la montaña, tengáis los ojos bien abiertos y el corazón presto a ser conquistado por la magia, pues nuestros valles están llenos de ella. Y una chispa de esa magia la he volcado en las páginas de La Dama Sombría, pues a pesar de los años y de tantas otras cosas, mi espíritu sigue siendo libre, juguetón e impetuoso, como lo son los ríos y las tormentas, los sarrios y las marmotas.
¡Soñad y seguid soñando! ¡Y que la magia os acompañe hasta el final de los días!

Por Mark J. Leiver, autor de La Dama Sombría

Más información:

http://www.tandaia.com/product-page/la-dama-sombr%C3%ADa-mark-j-leiver

ÚLTIMAS NOTICIAS: