El Regimiento Galicia 64 de Jaca vuelve al Líbano con el Grupo Táctico Ligero Protegido Oroel

El Regimiento de Infantería de Cazadores de Montaña Galicia 64 vuelve al Líbano. Lo hará a través del Grupo Táctico Ligero Protegido (GTLP) Oroel, constituido en base al Batallón Pirineos, y en el marco de la Brigada Aragón. Aunque aún no ha trascendido la fecha exacta en que los militares de Jaca desplegarán en el Líbano, será posiblemente durante primavera u otoño de este 2021. En principio, estarán allí durante seis meses.

El teniente coronel Alberto Pérez Montes tomaba el mando del Batallón de Cazadores de Montaña Pirineos I/64 el pasado mes de septiembre. Se hacía cargo de una de las unidades de más prestigio del Ejército Español. El Batallón Pirineos, formado por medio millar de hombres y mujeres, ha participado en prácticamente todos los escenarios en los que han desplegado las Fuerzas Armadas Españolas: BosniaKosovoAlbaniaAfganistánMali y El Líbano. Allí, regresa ahora tras haber estado ya en 2009. La amplia trayectoria profesional del jefe del Batallón Pirineos también recoge dos misiones en Afganistán, una bajo el mando de Italia y otra como jefe de compañía.

Teniente Coronel Alberto Pérez Montes, jefe del Batallón Pirineos y responsable del GTLP Oroel, que desplegará en el Líbano. (FOTO: Rebeca Ruiz)
Teniente Coronel Alberto Pérez Montes, jefe del Batallón Pirineos y responsable del GTLP Oroel, que desplegará en el Líbano. (FOTO: Rebeca Ruiz)

Grupo Táctico Ligero Protegido (GTLP) Oroel

En el contexto de la próxima misión del Líbano, Pérez Montes será el jefe del GTLP Oroel, dentro del contingente español desplegado en Oriente Medio, formado por unos 600 militares procedentes de distintas unidades. Fundamentalmente, procedentes de la comunidad, porque la base generadora de este contingente es la citada Brigada Aragón (de la que depende el Galicia -integrado en la División Castillejos de Huesca- hasta que próximamente pase a depender del nuevo mando de Tropas de Montaña -en la División San Marcial-, fruto de la última reestructuración orgánica del Ejército de Tierra). «Somos la fuerza militar con la que desarrollar todas las misiones diarias para garantizar la seguridad en esta zona del sur del Líbano», explica el teniente coronel Pérez Montes. El escenario de operaciones es, como en ocasiones anteriores, la base Miguel de Cervantes de Marjayoun.

«El Grupo Táctico Oroel tiene una peculiaridad, y es que no está formado solo por personal español, aunque es el más numeroso. También está integrado por un contingente serbio -una compañía- y una sección de El Salvador», señala el jefe del GTLP. Así se lleva haciendo desde hace años, prácticamente desde el inicio de la misión. Por eso, el idioma principal de trabajo será el inglés. Los militares del Galicia 64 formarán parte de la trigésimo quinta rotación de la Misión UNIFIL (España participa en esta campaña desde septiembre de 2006). Actualmente, dos compañías ya se están preparando en el CENAD San Gregorio de Zaragoza para esta misión.

Teniente Coronel Alberto Pérez Montes, jefe del Batallón Pirineos y responsable del GTLP Oroel, que desplegará en el Líbano. (FOTO: Rebeca Ruiz)
Teniente Coronel Alberto Pérez Montes, jefe del Batallón Pirineos y responsable del GTLP Oroel, que desplegará en el Líbano. (FOTO: Rebeca Ruiz)

La misión en el Líbano

La Resolución 17/01 de Naciones Unidas marca una serie de cometidos para la misión en El Líbano: verificar el cese de hostilidades entre las partes y el respeto a la Blue Line como línea de separación acordada entre Israel y Líbano es el primer objetivo de la presencia española en la zona.

El segundo, pasa por apoyar al Ejército Libanés en su despliegue por el sur del Líbano (que, antes de la llegada de la misión UNIFIL era, prácticamente, inexistente). Además, también se apoyará al Gobierno del Líbano y a las LAF (Lebanese Armed Forces) para lograr que el sur del país sea una zona libre de armas ilegales y de personal ilegalmente armado.

El cuarto cometido consiste en dar respaldo a las dos instituciones citadas en las operaciones de retorno de refugiados y en proteger a la población civil que esté en inminente peligro físico. Ello se traduce, sobre el terreno, en la realización de patrullas, observatorios y puestos de control (sobre todo, y en la medida de lo posible, junto a las LAF). Garantizar la seguridad del propio personal expatriado y de la base, y la escolta de convoyes completan la labor que tendrán que desarrollar las fuerzas españolas en el Líbano.

La misma línea de actuación que en los últimos años

El Teniente Coronel Jefe del Batallón Pirineos explica que sus hombres y mujeres desplegarán en una situación que va en la misma línea que se siguió en 2018, la última vez que el Regimiento de Jaca estuvo en el Líbano.

«Relevaremos al Grupo Táctico Ligero Cataluña, que forma parte de la Brigada Acorazada Guadarrama (Madrid)», matiza Pérez Montes. «Estaremos allí en misión de paz; formamos parte de unas fuerzas de interposición, y lo que intentamos es garantizar que no va a haber ningún tipo de enfrentamiento» que pueda desencadenar una escalada de violencia en la zona. Patrullas, puestos de observación y acciones de vigilancia continua son su principal cometido. El reto pasa por abortar cualquier tipo de incidencia que pueda suponer la ruptura del clima de calma tensa que se vive actualmente en la zona. El objetivo de la misión es, como recuerda Pérez Montes, que «el Gobierno libanés puede ejercer un control efectivo en esta parte del sur del Líbano, que no siempre ha sido así».

El perfil de los militares que irán al Líbano

El perfil mayoritario de los militares que desplegarán en el Líbano responde a profesionales jóvenes. Y una de las características, en esta ocasión, es que no repitan misión, que no estuvieran allí en 2018. «Aunque, por un lado, es bueno que vuelvan, que tengan la experiencia, creemos es mucho más importante que todos tengan la oportunidad de salir a operaciones en el exterior, porque para la formación, la instrucción y el adiestramiento del personal es un valor añadido», señala el jefe del Bataallón Pirineos. No obstante, un 20% del personal repite. son militares que estuvieron en el Líbano en 2018 o en ocasiones anteriores.

Esta vez, el 3% de la unidad será personal femenino -explica el máximo responsable del Grupo Táctico Oroel-. Ello es debido a que la perspectiva de género es muy relevante en este tipo de misiones. «Es un porcentaje pequeño por la propia naturaleza de la unidad, pero su participación es muy importante y es una de las cuestiones que más se trabaja en zona de operaciones», señala. Poner en valor el papel de la mujer en una zona como el Líbano es otro de los retos y, en este sentido, «se están haciendo avances». «Es muy importante que haya mujeres en todas las misiones» -donde son un combatiente más, como cualquiera de sus compañeros-, por ejemplo, por si hay que realizar cacheos o algún tipo de actividad con implicación de personal femenino.

Teniente Coronel Alberto Pérez Montes, en el Acuartelamiento La Victoria de Jaca. (FOTO: Rebeca Ruiz)
Teniente Coronel Alberto Pérez Montes, en el Acuartelamiento La Victoria de Jaca. (FOTO: Rebeca Ruiz)

La situación en la zona de operaciones del Líbano

Sobre el terreno, la situación en este momento es similar a la que se vive en la zona los últimos años. «En general, es de tranquilidad, pacífica. Tenemos muy buena relación tanto con la población civil como con las Fuerzas Armadas libanesas y, en principio, no hay grandes amenazas», señala Pérez Montes.

En esta ocasión, el COVID marcará la misión. «La pandemia, aunque no tiene un impacto grande, sí que ha condicionado un poco el impacto de las misiones diarias -señala Pérez Montes-. Por ejemplo, en actividades de cooperación, para poder aplicar las medidas antiCOVID; pero básicamente, aplicaremos los mismos protocolos que aquí». Es decir, uso continuado de mascarillas, mantenimiento de distancias de seguridad, constante lavado de manos, y, sobre todo, intentar que las unidades no se mezclen para que si surgiera algún brote afectara al mínimo personal posible.

Ahora mismo, en el Líbano existe un confinamiento total, como el que hubo en España el pasado mes de marzo. Pero las labores de apoyo hacia la población civil se desarrollarán allí del mismo modo que aquí se hizo entonces con la Operación Balmis.

La cooperación cívico-militar

«La cooperación cívico militar es un pilar muy importante de esta misión. Una manera de garantizar la seguridad y la estabilidad es llevarse bien con la población y ofrecerle ayuda, que es, en definitiva, lo que permite que no haya problemas que deriven en un enfrentamiento armado», recuerda el jefe del GTLP Oroel.

En este sentido, merece especial mención el Programa Cervantes, que tiene como objetivo transmitir la lengua y la cultura española a las personas que así lo piden, porque no hay que olvidar que la presencia de militares españoles en el Líbano siempre está en segunda línea, en función de las necesidades de la población local y de lo que su Gobierno necesite.

El Equipo de Apoyo a las Familias

Por último, siempre hay que tener en cuenta, en este tipo de misiones en el exterior, el papel de la retaguardia. Es decir, el papel que desempeñan las planas tanto del regimiento como del propio batallón, con los vínculos que dejan los militares en España. «El personal que queda aquí, aparte de continuar con su preparación, hace un esfuerzo muy importante para cuidar a los que van a desplegar fuera -apunta el subteniente Antonio Tena, responsable de la OPC del Galicia 64-. Por eso se crea un Equipo de Apoyo a las Familias, con personal especializado, dirigido a velar por las personas que los militares que van fuera dejan aquí, en beneficio de su moral». Una labor fundamental para el éxito de la misión y que, la mayoría de las ocasiones, pasa desapercibida.

Y es que, precisamente, como recuerda el jefe del GTLP Oroel, lo más duro es «la distancia; el alejamiento de la familia. Es una misión larga y lo que se hace mas difícil es estar lejos de nuestros hijos o nuestras parejas».

Imagen del Grupo Táctico Ligero Protegido Oroel, que desplegará en el Líbano.
Imagen del Grupo Táctico Ligero Protegido Oroel, que desplegará en el Líbano.

El GTLP Oroel, un guiño a la ciudad de Jaca y a la Comarca de la Jacetania

En esta ocasión, Oroel es el nombre que se ha elegido para el Grupo Táctico Ligero Protegido. «Hemos querido hacer un guiño a la comarca en la que trabajamos, a La Jacetania y a la ciudad de Jaca, a las que estamos muy vinculados, para que se sepa de dónde somos, de dónde venimos y para dar a conocer el nombre de la región en el Líbano», explica el teniente coronel Alberto Pérez Montes. Por eso, su escudo lleva, además de la alusión a Naciones Unidas, el emblema de las Tropas de Montaña, y deja clara la identidad del Regimiento de Infantería Galicia 64 de Cazadores de Montaña.

Por Rebeca Ruiz

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