La crisis sanitaria del coronavirus ha provocado un cambio brutal en muchos de nuestros hábitos, y tampoco la Iglesia ha escapado a las consecuencias de la pandemia y, en pocos días, las circunstancias han obligado a pasar del calor de la misa en los pueblos a tener que seguir los oficios religiosos vía streaming.
Es el caso de Ramón Clavería, párroco de la Canal de Berdún y la Alta Zaragoza. Cada día, se conecta en directo para cumplir con sus responsabilidades y atender a sus fieles. Una labor, más necesaria que nunca, en tiempos de intranquilidad y desasosiego, que el sacerdote realiza puntualmente a través de su página personal de Facebook. Cada vez son más sus seguidores y los que esperan sus intervenciones diarias, en busca de algo de paz en estos momentos difíciles.

La misa en directo vía streaming
Ramón Clavería Adiego, sacerdote desde hace más de 19 años, presume orgulloso de haber sido el último cura que ordenó el fallecido Obispo de Jaca José María Conget, y explica cómo y por qué lleva a cabo la iniciativa de transmitir en directo las misas que celebra desde la capilla de su casa. Durante estos días de confinamiento por la crisis del Covid-19, el párroco aragonés ha decidido llevar a cabo las celebraciones religiosas -que coinciden con la Semana Santa- a través de su página de Facebook.
«Tomé la iniciativa animándome por un amigo sacerdote que me dijo que había comprado una cámara y que iba a ir colgando en Youtube pequeñas charlas, reflexiones, meditaciones… A raíz de eso, y de la disposición de que se suspendieran las misas en público, tenía claro que no iba a dejar, por ello, de celebrar misa a diario, como vengo haciendo desde que fui ordenado sacerdote. En el fondo, quedaba un ‘run run’ que me recomía, y me dejaba mal sabor de boca pensando en que la gente no tenía misa en la parroquia», explica.
Menos actos, menos kilómetros
Clavería asegura que, en su caso, como en el del resto de los ciudadanos, estar en cuarentena es algo «muy extraño». Su día a día, durante el confinamiento consiste en «organizar la casa, aprovechar para limpiar y poner papeles y cosas en orden, leer, rezar…» y cumplir con sus obligaciones para con sus fieles. Los días de Semana Santa -apunta el sacerdote- están siendo «raros». Muchos de los actos que figuraban en su agenda han sido suspendidos. De la misma forma, todos los kilómetros que tenía previsto recorrer durante estos días para llegar a esas celebraciones, porque el territorio del que se ocupa Clavería es muy amplio, tampoco serán necesarios.
«Ahora -aclara el sacerdote-, ves que te quedas sólo con lo esencial, aprovechando para poder vivir una Semana Santa a nivel espiritual, con paz, con calma, sin tener que mirar el reloj…». Es la cara más positiva, si la hay, de las consecuencias del coronavirus.
La cercanía de la retransmisión de la misa por Facebook
Desde el primer momento, siempre ha existido la opción de seguir las celebraciones «de la tele», pero es una posibilidad que no resulta tan cercana. Y si no, que se lo pregunten a sus fieles, que esperan cada día atentos a que Don Ramón -como así le llaman- comience la misa a través de Facebook en directo.
Aunque el presbítero de la Canal de Berdún opina que aunque la retransmisión no era necesaria en absoluto, pensó que podía aportar algo a los vecinos de sus parroquias: «Ya que voy a celebrar misa en la capilla que tengo en casa, ¿por qué no pruebo a transmitirla por Facebook? A lo mejor alguno del pueblo me sigue». Después de su reflexión, decidió enviar un mensaje a través de Whatsapp a todos los feligreses con los que mantenía contacto para explicarles la situación.
«Y de este modo surgió la cosa. Los primeros días era desastroso, porque, según donde ponías el ordenador te cogía un sonido infernal; y si lo transmitías con móvil, se cortaba la imagen… Pero poco a poco, gracias a la paciencia y a la colaboración de muchos seguidores, hemos podido conseguir una transmisión medio decente», señala el cura.
Los fieles prefieren la misa que celebra el cura de su pueblo a la que se de da por televisión
Y es que -continúa el párroco- sus fieles le aseguran que, «aunque a veces la calidad de la imagen y del sonido no es buena, prefieren seguir la misa por Facebook que por la televisión», alegando que «prefieren la misa que celebra el cura de su pueblo». Un hecho que pone de relieve y en valor el trabajo de los curas el mundo rural, sobre todo en los pueblos más pequeños, donde la labor social que realizan es muy importante y no siempre está reconocida.
Además, también hay que explicar que, durante todas las misas que celebra Clavería en la capilla de su casa, aparte de los feligreses que le siguen por el streaming de Facebook, también cuenta con fieles que participan en sus celebraciones en vivo y en directo. Ello es posible a que «el ventano del techo de la capilla está abierto, y las vecinas siguen la misa en directo desde el balcón de su casa».
Una Semana Santa diferente y única
En unas circunstancias tan excepcionales como las que ha provocado la crisis del coronavirus, Ramón Clavería está llevando estos días de Semana Santa «con paz y serenidad». «Habitualmente, todos los años se multiplican por dos o por tres las actividades en estas fechas, sumando todo el jaleo de la ambientación de la iglesia -papel en el que los seglares juegan una labor esencial-«, explica el cura, que aprovecha para poner en valor el papel de los fieles que le acompañan en su día a día: «Nunca sabremos agradecer -pone como ejemplo- la gran labor que realizan las personas que voluntariamente limpian las iglesias», entre otros cometidos. «Este año, las celebraciones de La Pasión se reducen a lo esencial, a un oficio diario, pero celebrado con calma y sin prisas, a mi marcha, al rezo de la Liturgia de las Horas, al Vía Crucis…», matiza el cura.
La iniciativa de Ramón Clavería (las retransmisiones en directo) está pensada únicamente para el Estado de Alarma: «En cuanto termine el confinamiento, celebraré la misa de nuevo en la iglesia y de la forma habitual». Recuerda que no es el único que realiza celebraciones litúrgicas en directo desde su casa, puesto que «hay sacerdotes que están muy avanzados en estas nuevas tecnologías» y han emprendido iniciativas similares. Clavería asegura que procura «no ser pesado» y reducirse a lo tradicional «de misa y rosario», así como cumplir con el día a día y los horarios, de la misma manera que si estuviera celebrando en la iglesia.
Puntualidad y recomendaciones para seguir las retransmisiones de Facebook
El párroco de la Canal de Berdún envía una recomendación a los seguidores de sus misas y feligreses y creyentes: «También se lo digo a la gente, cariñosamente, en la iglesia: Sed puntuales. Procurad seguir la misa en directo, no seáis comodones y no vayáis de antemano pensando en ver la misa en diferido a la hora que os parezca bien».
«Mientras está la celebración, no escribáis comentarios. En ocasiones estos comentarios pueden despistar, no sólo a mi, sino a las personas que están siguiendo la retransmisión; además, hay que teneer en cuenta que los comentarios durante la celebración no los leo, porque a la distancia en que está el ordenador con la cámara de donde estoy yo celebrando, no me alcanza la vista para leer. Así que ya me pueden decir que se oye mal, que se oye bien, que buenos días, que buenas tardes… que no me entero de nada. Pero no me siento cómodo viendo que la gente escribe durante la celebración. Es un poco como la sensación de cuando estás celebrando misa en la iglesia y ves a la gente hablando», explica.
Y es que no resulta fácil adaptarse a las nuevas circunstancias, pero, poco a poco, y con un paciencia, la iniciativa de Ramón Clavería está resultando todo un éxito.
«Antes y después, escribid y saludaos todo lo que queráis -insiste el cura, consciente de la situación singular que se está viviendo-; pero, por favor, pediría que, una vez comenzada la celebración, no saludáseis, ni pusiéseis amenes, ni escribiéseis nada,… sino que, como en la iglesia, procuráseis recogeros lo más posible, aguantando los problemas que pueda tener la transmisión en directo».
En la recta final de Semana Santa
Y es que a nadie se le debe olvidar que, «una vez terminado el confinamiento, el lugar para asistir y participar en la Eucaristía es en su parroquia», recuerda el párroco. Mientras tanto, y hasta que termine el Estado de Alarma, Clavería seguirá ofreciendo las celebraciones religiosas desde la capilla de su casa.
En la recta final de esta Semana Santa tan especial por las circunstancias, este Sábado Santo, a las 10.00 horas, habrá Oficio de lecturas y laudes; a las 19.00 horas, vísperas. Y a las 22.30 horas, vigilia pascual. El Domingo de Resurrección, a las 13.00 horas, está prevista la misa. Y a las 20.00 horas, exposición del Santísimo, rosario y vísperas.
por Javi del Pueyo

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