La Guardia Civil rescataba a tres personas que se habían quedado enriscadas en Peña Telera:
dos hombres de 26 años y una mujer 27, vecinos de Guipúzcoa y Madrid, todos ellos ilesos. Según explica la Guardia Civil en una nota de prensa, a las 16.30 horas del día de ayer, 19 de marzo, se recibía una llamada en la central 062 de la Guardia Civil de Huesca, informando de que tres personas se encontraban enriscadas en el pico Peña Telera, cuando pretendían escalar vía conocida como Gran Diagonal.
Complicado rescate por el fuerte viento y la caída de piedras
Inmediatamente, se dirigía al lugar un helicóptero de la Unidad Aérea de la Guardia Civil de Huesca, con personal del EREIM de Panticosa y un médico del 061. Debido al fuerte viento reinante, los pilotos realizaron maniobras de aproximación, siendo totalmente imposible acercarse al lugar por la meteorología y la caída de piedras de la pared, teniendo que dejar a los especialistas en una zona cercana al cono de acceso a la Diagonal.
A las 17.30 horas se iniciaba el ascenso a pie por nieve blanda, que dificultaba sobremanera la progresión, para llegar 40 minutos más tarde a las proximidades del lugar de los hechos, donde se localizaba visualmente a los escaladores, encima de un espolón rocoso muy alejado de la vía. Tras valorar cómo realizar el ascenso hasta el lugar, debido a la dificultad que entrañaba, ya que por esa zona no discurre ninguna vía de escalada conocida y la roca está totalmente descompuesta, se iniciaba la escalada por la ruta más evidente, utilizando seguros de progresión por la complejidad de la misma.
Los escaladores estaban en una zona especialmente difícil
Tras montar tres puntos de reunión intermedios, y ya con ausencia completa de la luz solar, se localizaba a los escaladores en una zona especialmente difícil. Los tres se encontraban ilesos, pero con síntomas de frío, entumecimiento y con mucho miedo por la dificultad de la situación.
Tras asegurar a los montañeros, se procedía a iniciar el descenso mediante rápeles por una zona que parecía más segura.
Para las maniobras de rescate, era necesario que uno de los especialistas, tras realizar el primero de los rápeles, continuara montando con taladro uno cada 60 metros; por su parte, el otro especialista esperaba a que bajaran los enriscados para vigilar las maniobras y desmotar la instalación. De esta manera, se procedía al lento y peligroso descenso de los 360 metros, complicado por el riesgo de caída de piedras y la lenta progresión de los rescatados por la precisión necesaria para realizar las maniobras.
Sobre las 00.20 horas llegaban a la base de la pared, continuando el descenso a pie hasta la pista conocida como de La Partacua, donde, a un kilómetro de finalizar la misma, eran recogidos por la patrulla de servicio de Seguridad Ciudadana, que los trasladaba hasta el parking de Piedrafita de Jaca. Allí llegaban, sin sufrir daño, sobre la 01:40 horas, explica la Guardia Civil.
