Tradición, naturaleza y romería para despedir las fiestas de verano de Arrés

Tradición, naturaleza y romería para despedir las fiestas de verano de Arrés
Tradición, naturaleza y romería para despedir las fiestas de verano de Arrés.

Arrés cumplía con la tradición y este domingo volvía a sacar sus santos y su Cruz en romería hasta la ermita de Santa Águeda. En una animada y calurosa jornada, con la que este pequeño pueblo enclavado en pleno Camino de Santiago despedía sus fiestas de verano, vecinos y visitantes han compartido unos momentos marcados por los reencuentros y el buen ambiente. También se ha inaugurado una exposición sobre orquídeas que se podrá visitar durante todo el verano en el Torreón.

Romería a la ermita de Santa Águeda en el día grande de Arrés

Era día grande en Arrés. Tras los actos organizados durante el fin de semana, llegaba el momento de cumplir con la tradición. Y nadie ha querido perderse la cita. Vecinos y visitantes han compartido una animada mañana que comenzaba con la romería desde la iglesia hasta la ermita para celebrar la misa en este templo, dedicado a la advocación de Santa Águeda.

La procesión salía puntual del pueblo para recorrer el camino que lo separa de la ermita, a las afueras, y junto al cementerio. A buen paso, abría la comitiva la Cruz Parroquial, que era portada por el joven Joaquín Giménez. Detrás, Santa Águeda, con las mujeres. Luego iba San Juan, el paso de los hombres, entre los que se encontraba el alcalde de Arrés, Joaquín Giménez. Y cerrando el desfile, la Virgen del Rosario, que tradicionalmente la llevan los niños.

El olor a lavanda fresca impregnaba la ermita, que solo abre sus puertas para la fiesta. Tras la eucaristía oficiada por el párroco Juan Garcés, tocaba desandar lo andado. Y los santos y la Cruz han vuelto a la iglesia, para dar paso a un animado vermú popular.

Orquídeas, en el Torreón de Arrés

En el Torreón de Arrés se inauguraba una interesante exposición que lleva por título Orquídeas y que se podrá visitar durante todo el verano. Su comisario, Daniel Gómez, biólogo e investigador del IPE-CSIC, introducía al público en la importancia de las plantas desde una sorprendente visión que está cogiendo fuerza en las últimas décadas, y que no es otra que la que aborda su estudio desde la perspectiva de su tratamiento como seres vivos, no inertes. Gómez hacía referencia a los más de 5.000 visitantes que ha recibido este año el zueco de la virgen (también conocida como zapatito de dama) de Sallent de Gállego, una especie protegida y vigilada de orquídea que solo florece en junio. Además, el investigador explicaba que de las 25.000 especies de orquídeas que se conocen en el mundo, en España se pueden encontrar 90 (de ellas, unas 30 en el Camino de Santiago). Repasaba los curiosos mecanismos de supervivencia de las orquídeas, entre las que existe una especie que emula la forma, el colorido y la química de las abejas. U otra que produce alcohol que convierte a los insectos en ‘toxicómanos’ para garantizar la polinización. Curiosidades y datos que, entre otros, explican las fotografías de Manuel Bernal, José Ricardo Gracia, Conchita Muñoz y Francisco Serrano que forman la muestra.

La exposición Orquídeas se puede visitar en el Torreón de Arrés.
La exposición Orquídeas se puede visitar en el Torreón de Arrés.

Tiempo de fiesta y de reencuentro

Era tiempo de fiesta y de reencuentro en Arrés. Tras los duros años que vivió el pueblo, a punto de sucumbir por la despoblación que condenó a tantos otros al olvido, la localidad parece haber escapado a la etiqueta de la España Vaciada. Y poco a poco, no sin esfuerzos, vuelve a ver vida en sus calles.

Joaquín Giménez, Alberto García, José Antonio Jaca y Anabel Jaca.

De eso saben mucho las familias que, a pesar de todo, siempre apostaron por Arrés. Joaquín Giménez, el alcalde; Alberto García, presidente de la Asociación de Amigos y Vecinos de Arrés; José Antonio Jaca y Anabel Jaca mostraban su alegría de volver a sentir el pueblo lleno de gente. Un pueblo que estuvo a punto de desaparecer, y que hoy cuenta con cerca de medio centenar de vecinos, que ve como vuelven a jugar niños en sus calles y con un albergue del Camino de Santiago, La casa de las sonrisas, por el que pasan cada año unos 2.500 peregrinos.

Este domingo Arrés se vestía de fiesta. Y lo hacía mirando hacia un esperanzador futuro, pero sin perder de vista sus tradiciones.

Por Rebeca Ruiz (texto y fotos)

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