Cuando en el año 1997 llegamos a Sallent de Gállego para poner en marcha nuestro proyecto de educación ambiental y actividades de tiempo libre en el medio natural, no podíamos imaginar que una de las actividades que más satisfacciones nos darían sería la de proteger una flor.
Todo comienza por iniciativa del Gobierno de Aragón, que actúa rápido para evitar que siga despareciendo el Zapatito de Dama (Cypripedium calceolus), una especie de orquídea amenazada de la que quedan unas pocas poblaciones en el Pirineo Español, la mayor parte de ellas en Aragón.
Es una planta que lo reúne todo para ser deseada y, desgraciadamente, expoliada.
Es rara y muy bonita.
Colectivo Foratata trabaja para proteger de amenazas el Zapatito de Dama
En el año 2000 ya se conocen varias poblaciones que han desaparecido y algunas de ellas por la recolección por parte de personas que la pretenden plantar en su jardín o coleccionar herborizada.
Se decide entonces iniciar un plan de vigilancia y control de los visitantes a la población de Sallent de Gállego con el objetivo de que las visitas, que son la principal amenaza para ellas, no causen daño a la planta.
De este modo, se puede contemplar y fotografiar, pero con una serie de medidas para evitar su desaparición o deterioro. Y así, cada primavera, asistimos en el Valle de Tena, a un pequeño acontecimiento que provoca grandes emociones: la floración del Zapatito de Dama.
Miles de personas han pasado por las actividades de Colectivo Foratata durante los últimos años
Durante todos estos años, han sido miles de personas de todas las edades las que han pasado por nuestras actividades: aulas de naturaleza, paseos interpretativos, viajes de estudios, campamentos, ludotecas, centros juveniles… Nuestra misión principal, como empresa, siempre ha sido la sensibilización del público hacia la conservación del medio ambiente, despertando conciencias y conectando a las personas con la naturaleza.
Para ello, hemos entrado en los bosques, hemos observado a las aves, hemos subido a lo alto para mirar el paisaje desde otro lado, hemos caminado por senderos que llevaban hasta prados con mil flores, hemos conocido como era y es la vida en un pueblo de montaña, hemos escuchado a los pájaros carpinteros en lo profundo del pinar, hemos aprendido la cultura de los habitantes de las montañas, hemos recogido basura que otros dejaban, hemos subido a un prado y buscado formas en las nubes, hemos enseñado como reciclar y hemos vuelto a los bosques para sentirnos bien.
Y hemos, entre todas y todos, conservado una flor.
Por Colectivo Foratata
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