Ya está todo listo para el Encuentro de Vecinos de Esco, que este año alcanza su vigésimo segunda edición y que se celebrará el primer fin de semana de mayo. En esta ocasión, habrá un reconocimiento a Belén Boloqui, presidenta de Apudepa, por su apoyo a la Asociación Pro Reconstrucción de Esco en su batalla por la defensa del ramal norte del Camino de Santiago.

El encuentro de vecinos de Esco será el 4 de mayo
La cita es el próximo 4 de mayo. El programa previsto comenzará a primera hora, en la Ermita de la Virgen de las Viñas. La misa, el aperitivo y el homenaje a Boloqui completarán la mañana, hasta la hora de comer. También habrá actuación de la Rondalla de la Casa de Aragón en Navarra y juegos infantiles y chocolatada.

Esco fue abandonado con el llenado del pantano de Yesa
Tal y como recuerda la Asociación Pro Reconstrucción de Esco, el pueblo «fue abandonado mayoritariamente en los años 60, al verse afectado por la construcción del pantano de Yesa, que anegó sus mejores tierras». En la actualidad, viven solamente cuatro personas que se dedican al pastoreo de ganado lanar.

En el año 1959 comenzó el llenado del pantano de Yesa. Hasta entonces, los habitantes de Esco habían vivido de la agricultura y ganadería. Las huertas estaban situadas en las riberas de los ríos Aragón y Esca: eran tierras muy ricas que se fertilizaban con las crecidas de los dos ríos. La parte de encima de la carretera se dedicaba al cultivo de cereal y viñas. Por otra parte, la zona más alta del término, se destinaba a los ganados, principalmente ovejas y vacas (conocidas por royas de la tierra) y algunas yeguas (…). El pantano anegó, pues, la tierra más productiva. Habría que ponerse en el lugar y la piel de estas personas, para poder entender sus sentimientos. La única solución que les ofrecieron fue la de comprarles sus casas y demás tierras y que emigraran a las grandes ciudades. Esta solución, que puede parecer justa, ha producido la mayor ruina para la zona. Se desalojaron tres pueblos, Esco, Tiermas y Ruesta, y se movilizaron unas 1.500 personas. Así pues todos, los exponentes de cultura tradicional, construcción, costumbres, fiestas, tradiciones,… Es decir, una forma de vida atesorada durante siglos, se vino abajo en unos pocos años. En Esco se siguió viviendo hasta la década de los setenta. Había escuela, a la que acudían, también, junto a los del pueblo, los últimos mocés y mocetas de Tiermas. Venían en el autobús de línea y se repartían a comer, entre las familias de los diferentes alumnos de la escuela. La escuela era mixta y asistíamos todos juntos desde los 4 a los 14 años. El último nacimiento acaecido en Esco, en aquellos años todavía no se acudía a hospitales, tuvo lugar en el año 1965, fue una niña, Marisa Sánchez, de casa Cantón. Los hermanos Guallar, que viven actualmente en Esco, Félix nació en 1963 y Baltasar y Evaristo nacieron ya en Ejea.
(FUENTE: http://www.deesco.org)


