‘Tejiendo en solidaridad’, un taller pionero de Cruz Roja Jaca que une generaciones

Este jueves finalizaba en la sede de Cruz Roja de Jaca un taller pionero que se ha desarrollado con gran éxito durante los últimos meses. Basándose en el lema Tejiendo en solidaridad, un grupo de voluntarias ha realizado ropa de bebé con el objetivo de entregarla a aquellas madres que la necesiten.

Se trata de un taller novedoso, tal y como explicaba Erika Santolaria, coordinadora de Cruz Roja Jacetania, en el marco de los programas que la institución propone para promover un envejecimiento saludable. En esta iniciativa, han participado unas 20 mujeres, algunas de avanzada edad, en el propio taller y otras, incluso, desde sus casas. Todas, según sus posibilidades, han colaborado con esta loable causa.

Entrega de las prendas a Redmadre

El taller ya ha terminado por este año, y el resultado ha sido tan positivo que sus protagonistas ya están pensando en la siguiente edición. Esta mañana hacían entrega de parte de las prendas confeccionadas a la asociación Redmadre -a la delegación de Aragón en Jaca-, cuya presidenta en Aragón, Pilar Lahuerta, junto a otras responsables de la asociación, ha agradecido.

Lahuerta también ha explicado la labor de la asociación, que ayuda a madres que se encuentran solas y que quieren seguir adelante con su embarazo. Redmadre abría una delegación en Jaca hace unos meses, y la acogida ha sido muy buena a todos los niveles. Pilar Lahuerta aprovechaba la ocasión para agradecer el respaldo que está teniendo la organización tanto por parte de distintas instituciones como de particulares.

todo tipo de prendas para recién nacidos

Han sido muchas las prendas que han salido de este taller. Gorritos, sonajeros, chaquetas, jerseys, conjuntos,… todo lo necesario para los recién nacidos que cuentan con menos recursos. Algunas de estas prendas han llegado al Hospital de Jaca; otras, se entregaban a Redmadre. Y aún sobran para repartir entre los usuarios de los programas de vulnerabilidad de Cruz Roja.

La despedida del taller se convertía en un encuentro donde se han intercambiado impresiones, donde se ha compartido una chocolatada y donde el buen ambiente y las ganas de seguir trabajando por los demás han sido las notas predominantes. La mejor recompensa para estas mujeres que han dedicado incontables horas de trabajo y esfuerzo con el único objetivo de poder echar una mano a los que más lo necesitan.

por Rebeca Ruiz

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