Villanúa se consolida como referente en la lucha contra la despoblación

En un momento en el que la España Vaciada es la expresión que mejor define la tendencia en muchos pueblos de la Península Ibérica, Villanúa se ha convertido en punta de lanza en la lucha contra la despoblación.

Desde hace unos años, la política municipal para conseguir devolver la vida al pueblo y optimizar sus recursos ha dado lugar a un modelo pionero e innovador en el que no todos creían al principio pero que hoy ha conseguido situarse, por méritos propios, como referencia en otros muchos lugares de la geografía nacional. Y es que el esfuerzo por reinventarse de esta pequeña localidad de montaña, ubicada en el corazón del Valle del Aragón y en pleno Camino de Santiago, comienza a dar sus frutos: mientras el mundo rural se muere porque sus pueblos tienen que cerrar sus escuelas, en Villanúa cada vez hay más niños. Hay trabajo, hay futuro y cada vez son más los que eligen Villanúa como escenario de su proyecto de vida.

Un proyecto que nació hace 10 años

Hace unos años, el Ayuntamiento creaba Turismo Villanúa, una empresa municipal cuyo principal objetivo era crear riqueza y aprovechar los recursos naturales, patrimoniales e históricos intrínsecos al territorio. En su momento, hace ahora una década, costó sacar adelante el proyecto. Hoy, el beneficio que ha generado en el pueblo queda de manifiesto  “no por la facturación, ni por los puestos de trabajo que se ha creado,… sino porque el cole está lleno de niños”, tal y como explica su alcalde, Luis Terrén.

Medio centenar de niños en un pueblo con 350 habitantes

En estos momentos, el colegio Collarada de Villanúa cuenta con más de 40 alumnos en sus aulas (y se prevé aumentar las matriculaciones para el próximo curso). En la guardería también habrá 5 ó 6 niños el próximo año. Un dato más que esperanzador para un municipio que cuenta con un censo de unos 350 habitantes. “Nos cansamos de escuchar que hay que poner en marcha medidas contra la despoblación, pero en la práctica, se ponen en marcha muy pocas medidas; y, de las que se impulsan, ninguna ha resultado, hasta ahora, efectiva”, señala Terrén.

En Villanúa, sin embargo, se encontró la fórmula que ahora empieza a dar sus frutos. No ha sido un camino exento de problemas, sobre todo por las trabas administrativas. “Gestionar una empresa pública es complicado, porque no se pueden establecer criterios de gestión privada, ya que hay que tener también una visión de lo que puede aportar a nivel social y a veces resulta complicado mantener equilibrada la balanza”, explica el alcalde. El secreto: “mantener los puestos de trabajo por encima del beneficio económico es fundamental”. “Al final, hemos conseguido crear empleo en el municipio y, con ello, fijar población”, asegura.

Trabajo durante gran parte del año

La empresa Turismo Villanúa trabaja todo el año, pero su actividad se incrementa durante los seis meses de la temporada alta. Se trata de un complemento ideal para las estaciones de esquí, dando trabajo varios meses al año a numerosas familias cuyos miembros trabajan en invierno en Astún o Candanchú. Además, desde el  Ayuntamiento se ha realizado una importante labor para facilitar la construcción de viviendas de protección oficial y en cooperativa. Todos estos factores han hecho de Villanúa un lugar ideal para vivir durante todo el año.

En 2009, solamente se explotaban en Villanúa las Cuevas de las Güixas como recurso turístico y el Ayuntamiento fue consciente de que debía cambiar la gestión municipal, con una oferta turística de calidad y creando nuevas infraestructuras que fueran capaces de atraer el turismo al municipio. Junto a la Cueva de las Güixas y los Caminos de Collarada, el Ecoparque El Juncaral supuso el impulso definitivo para la creación de la empresa de gestión municipal Turismo Villanúa, en 2011. Hoy, Turismo Villanúa es el principal promotor de la Comarca de la Jacetania, con una promoción anual cercana al medio millón de euros y mantiene 25 puestos de trabajo, con cerca de 50.000 visitantes cada año entre las cuevas y el Ecoparque.

Luis Terrén tiene claro, tras la experiencia más que positiva de Turismo Villanúa, cuáles son las medidas que se tienen que aplicar para frenar la despoblación: “La gente que vive en los pueblos tiene que tener prioridad en los trabajos públicos de esos pueblos”.

El proyecto de Turismo Villanúa comenzó a fraguarse en 2009

El proyecto de Turismo Villanúa comenzó a fraguarse en 2009, y la empresa que hoy se ha convertido en todo un símbolo en el Valle del Aragón empezó a funcionar en 2011. Hoy, Terrén reconoce que su idea evolucionó de manera diferente a cómo se preveía en aquel momento. “Entonces no había iniciativa privada -salvo los empresarios de primera generación, que son los que llegaron en los años 60 y abrieron nos primeros restaurantes y hoteles que hoy siguen explotando sus descendientes-. En el valle hay un gran déficit de emprendedores, que considero que es un problema con el que habría que trabajar mucho, a nivel sobre todo de formación”

Este análisis fue el origen de todo. La gente pasaba de largo de Villanúa o, simplemente, se quedaba a dormir. Por eso, el Ayuntamiento tomó la iniciativa de dar un impulso y un nuevo enfoque a sus recursos, como las Cuevas de las Güixas, en la convicción de que esta apuesta iba a fomentar la participación del sector privado, que completaría este pionero y emergente proyecto público.

Beneficios para todo el Valle del Aragón

No fue así. Por eso, el Ayuntamiento de Villanúa continuó sumando, poco a poco, nuevas propuestas, actividades y servicios, ante la falta de decisión privada. Hoy, pendiente de nuevos proyectos “muy potentes en el sector del ocio y el turismo”, el Ayuntamiento de Villanúa ha logrado alejar el fantasma de la despoblación del municipio. Y con unos beneficios que no se limitan al municipio, si no que ya se están dejando percibir -y se seguirán notando en el futuro- en el resto del Valle del Aragón.

Pero la situación privilegiada de Villanúa no depende sólo de Turismo de Villanúa. El Ayuntamiento siempre ha sido consciente de que no era suficiente, por lo que, paralelamente, ha hecho un esfuerzo importante en “crear servicios para que no exista la dependencia de tener que desplazarse a Jaca”. La biblioteca o el polideportivo son dos claros ejemplos de infraestructuras que, incluso, se han quedado pequeñas -ya está prevista su ampliación-.

Política de vivienda

En 2008, el Ayuntamiento de Villanúa impulsó la construcción de seis Viviendas de Protección Oficial, tras lo que respaldó un proyecto de una cooperativa -desde la iniciativa privada-, de otras diez casas. En estos momentos, el Consistorio va a promover la construcción de diez viviendas más, en régimen de cooperativa o VPO, y se plantea introducir el alquiler -ya que el uso turístico mayoritario de los inmuebles en la zona encarece en gran medida el acceso a una vivienda-.

Hoy en día, Villanúa parece haber encontrado la fórmula perfecta no sólo para sobrevivir, sino para seguir creciendo. Las políticas que se han desarrollado en la localidad durante los últimos años, con un marcado cariz social, han propiciado un concepto de Villanúa en el exterior que hace que cada vez sean más los que opten por asentarse en este pueblo de la Jacetania, que comienza a consolidarse como modelo de desarrollo para otros pueblos.

por Rebeca Ruiz

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