
El 19 de julio de 1970 se inauguraban las obras de restauración que supusieron un cambio definitivo en la Ciudadela de Jaca. La llegada de la pandemia obligó a retrasar la celebración del 50º aniversario de aquella fecha tan especial, que supondría devolver a la fortaleza todo su esplendor. Este sábado, muchos de los protagonistas de aquel momento histórico se han vuelto a reunir en un entrañable y emotivo acto en el Castillo de San Pedro. Allí, una exposición mostrará hasta el próximo 5 de septiembre cómo se desarrolló aquella actuación y lo que supuso para el monumento, único en el mundo, y una de las señas de identidad de Jaca.
La restauración de los trabajos de la Ciudadela de Jaca se desarrollaron entre 1968 y 1970
La restauración de los trabajos de la Ciudadela de Jaca se desarrollaron entre 1968 y 1970, explicaba el coronel Francisco Rubio, director del Castillo de San Pedro. «Las inauguró el Príncipe de Asturias, Don Juan Carlos, el 19 de julio de 1970. Hemos invitado a los soldados -y a sus familias- que trabajaron durante esa época en la gran restauración de la Ciudadela, que fue muy exitosa y mereció reconocimiento es del Ministerio de Información y Turismo y el Premio Europa Nostra», recordaba el coronel.
Para celebrar el 50+2 aniversario, se reunían en torno a unas 70 personas. Muchas de ellas, se reencontraban después de décadas sin verse, por lo que esta mañana se vivían momentos emocionantes y muy entrañables entre los asistentes.

Una restauración «integral» y «muy valiente» que cambió por completo la imagen de la Ciudadela de Jaca
«Fue una reforma muy importante en la que se restauraron la contraescarpa del foso y las cortinas interior y exterior. El patio, que era un arenal, se hizo nuevo. Y se derribaron edificios ‘modernos’ que estaban junto a la espadaña y que se veían incluso desde la calle. También se eliminó un palomar que existía encima de uno de los cuarteles. Fue una restauración muy valiente y integral de prácticamente todos los elementos, intentando dejar la Ciudadela como debió de estar cuando se construyó»
Coronel Francisco Rubio, director de la Ciudadela de Jaca
Una reforma «que marcó la historia de lo que hoy conocemos como Castillo de San Pedro»
Entre los asistentes se encontraba el alcalde de Jaca, Juan Manuel Ramón. «Estamos hablando de una época en la que se realizó una reforma que marcó la historia de lo que hoy conocemos como Castillo de San Pedro. No quiere decir que no se haya hecho más; se han hecho muchas cosas, pero aquella rehabilitación fue muy importante, y lo que hemos disfrutado estos años en la Ciudadela se basa mucho en eso. Hasta la estatua de Felipe II, la única que existe en Aragón, es de esa época, por lo que creo que es un momento muy importante», señalaba el alcalde.
Además, el primer edil ponía de manifiesto la importancia de poder reunir, más de medio siglo después, «a muchos de los que estuvieron aquí y a sus familias». Un «hito», en palabras de Juan Manuel Ramón, sin el que «el Castillo de San Pedro no es lo que es hoy, ni tendría la vida que tiene».
Las obras tuvieron como base los estudios llevados a cabo por el entonces comandante Osset, que falleció en 1971 y que fue el que documentó y realizó toda la investigación previa a la reconstrucción. Inocencio de Funes Alegre, Capitán de la Compañía del Cuartel General, junto a los soldados, ejecutaba la planificación de las obras de la restauración que supuso el cambio definitivo la fortaleza, como reza el eslogan elegido para el aniversario. Fue el equipo directivo al que se encargó la misión, recuerda su hijo, Enrique de Funes, que mostraba su satisfacción por el hecho de haber podido volver a reunir a muchos de los que, de una forma u otra, participaron en aquellos trabajos.

Un importante trabajo de investigación para localizar a los soldados de aquel momento
«Al fallecer mi padre, examinando la documentación que teníamos en casa, descubrimos que conservaba un listado de los diferentes llamamientos de cada reemplazo», explicaba. Tras un meticuloso trabajo logró encajar los nombres que allí aparecían con el periodo de las obras, y con la ayuda de Internet, comenzó a contactar con ellos. Logró localizar a más de una treintena de soldados. Principalmente, catalanes y algunos aragoneses o sorianos.
También tomó contacto con Ramón Casadevall, el escultor de la estatua de Felipe II que hoy preside el patio de armas de la Ciudadela de Jaca y que fue tallada en piedra que se mandó traer de una cantera de Calatorao. Como curiosidad, Casadevall, que también es el autor de la estatua de Ramiro I de la Torre de la Cárcel, diseñó y ejecutó la obra mientras realizaba el servicio militar.

«No se puede concebir esta Ciudadela de hoy sin el esfuerzo que se hizo en ese momento»
«Ramón Casadevall me dijo que él no se dedicaba a realizar esculturas, y que las dos únicas que ha hecho fueron las de Jaca. Cuando se licenció, se dedicó a ser modelista, pero nunca más esculpió», recordaba De Funes, que le considera «una referencia para Jaca». Se esperaba su presencia en el acto, aunque a última hora no pudo acudir.
Para Enrique de Funes, con el acto de este sábado, «hemos recuperado la memoria bien entendida, porque he visto gente que se abrazaba que no se había visto en 50 años; incluso hemos conseguido que se volvieran a poner en contacto soldados que no se habían vuelto a ver desde entonces». Pero sobre todo, destaca lo más importante: «Estas obras fueron fundamentales para la Ciudadela como la conocemos hoy en día. No se puede concebir esta Ciudadela de hoy sin el esfuerzo que se hizo en ese momento».

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