Jaca se convertía este viernes en capital de la trufa con la celebración de Trufa-te 12, un evento impulsado desde la Diputación Provincial de Huesca, en colaboración con el Ayuntamiento jaqués, que alcanzaba su décimo segunda edición y que llegaba por segunda vez a la localidad -la primera fue en 2009-.

«Hoy es un día de promoción, como venimos haciendo los últimos años, y vemos que cada vez Trufa-te tiene más acogida», explicaba el presidente de la Diputación Provincial, Miguel Gracia, quien recordaba que, a pesar de ser la Ribagorza y el Sobrarbe las zonas truferas más tradicionales, los productores de la Jacetania tienen ya capacidad suficiente para abastecer este año, por primera vez, la sector hostelero de la zona. Algo que pone de manifiesto que este cultivo va directamente relacionado con la gastronomía e, incluso, con el desarrollo del turismo.
Por su parte, el alcalde de Jaca, Juan Manuel Ramón, agradecía su participación a todos los que han hecho posible «esta gran fiesta de la gastronomía», destacando la apuesta de los restauradores participantes por los «productos de kilómetro 0».
En el mismo sentido, David Royo, presidente de la Asociación de Recolectores y Cultivadores de Trufa de Aragón (que este fin de semana se han trasladado de Graus a Jaca, donde han alcanzado los ocho kilos de trufa vendidos), mostraba su satisfacción, señalando que «estamos creciendo con mucha rapidez, y hay que ser conscientes de que es un producto que tarda mucho en fructificar. Tenemos 1.500 hectáreas plantadas de las que sólo 300 dan producción, pero esperamos que poco a poco vayamos incorporando más, y lo que sí que tenemos es una trufa de muy alta calidad». Una satisfacción que era compartida por los restauradores, que finalmente conseguían presentar un amplio abanico de propuestas con entrantes, primeros y segundos platos y postres elaborados a partir de la trufa, explicaba Pepe Pérez Chaparro.
Miles de tapas elaboradas con trufa cultivada en la zona
Miles de tapas elaboradas con trufa cultivada en la zona hacían las delicias de los paladares más exigentes en la Pista de Hielo. Allí, se podían degustar las propuestas de los once restaurantes participantes en esta edición y disfrutar, al mismo tiempo, de la música y las exhibiciones organizadas para la ocasión por el Club Hielo Jaca y el Club Hielo JacaPirineos.
En Trufa-te 12, los restaurantes El Rincón de la Catedral, Oroel, La Cocina, Lilium, Bachimala, El Acebo, Cobarcho, La Cadiera y el Mesón Serrablo, de Jaca; y Casa D’Ojalatero de Santa Cruz de la Serós y El Molino de Larués, a través de la Asociación de empresarios de Comercio y Servicios de la Jacetania (Acomseja), eran los encargados de presentar todo el abanico de posibilidades gastronómicas de la tuber melanosporum. Cada uno de ellos ha empleado un kilo y 100 gramos de trufa fresca para sus composiciones; un producto que también se podía adquirir durante el evento.
Trufa-te ha echado raíces en tierras altoaragonesas al llegar a los 12 años, cuando pretende ser otro homenaje para los sentidos de la mano de la DPH, junto al Ayuntamiento de Jaca y la Asociación de Recolectores y Cultivadores de la Trufa de Aragón. Desde 2008, es el gran escaparate de la trufa negra en la provincia, de forma itinerante ya ha recorrido Huesca, Barbastro, Aínsa, Graus, Tamarite de Litera, Sabiñánigo, Binéfar, Fraga, Monzón y vuelve a Jaca, donde ya se celebró la tercera edición.
Por otra parte, hasta el próximo 17 de febrero, se prolongarán las actividades relacionadas con la trufa, con un programa específico organizado por la Asociación de Empresarios de Comercio y Servicios de la Jacetania (Acomseja) que incluye menús a base de trufa en los restaurantes asociados, charlas técnicas y degustación de las propuestas de Trufa-te 2019.
150 hectáreas dedicadas a la trufa en la Jacetania y el Alto Gállego
Hay que recordar que la Jacetania era, hasta hace pocos años, una tierra donde no se recogía trufa negra de forma tradicional, pero desde comienzos del 2000 la truficultura se ha convertido en una alternativa a los cultivos consolidados que también está ayudando a la reforestación. Hoy por hoy, en la Jacetania y el Alto Gállego existen ya 150 hectáreas dedicadas a la trufa. Y de ellas, ya son productivas la mitad.
Por Javi del Pueyo/Rebeca Ruiz









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