por Juan José Mairal Herreros
Tres frases cortas, tres sentimientos sinceros que definen con mayúsculas a una comunidad educativa a la cual tengo la suerte de pertenecer. Personas y docentes del centro educativo concertado Santa Ana de Sabiñánigo dedicadas a la educación del día a día. Un conjunto de maestros y maestras, familias, personal y hermanas que viven el día a día escolar con una ilusión inusitada y con una vocación y esfuerzo demostrados y adaptándose a los tiempos durante años.
Compañeros y compañeras que mantienen su apoyo en los momentos difíciles, que se ilusionan por el trabajo propio o el común, que se lanzan a proyectos inolvidables, que se preocupan por los problemas de los demás, que ensalzan la labor de cada cual, que miman y cuidan a sus alumnos y conviven y viven con las familias de una manera efectiva, sencilla y cercana.
Una comunidad educativa donde todos sus miembros son importantes en su tarea, sea la que sea, donde cada rincón y espacio se llena de ilusión, de aprendizaje, de valores y de convivencia, de aventuras educativas, de experiencias con corazón.
Lo dicho… un orgullo, un lujo y un placer ser una pequeña parte de todo ello.