Unos 30 bibliotecarios municipales buscan en Ansó fórmulas para atraer a nuevos lectores

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Ansó acoge el encuentro de bibliotecarios. (FOTO: DPH/Sesma)

Una treintena de bibliotecarios municipales se reúnen durante tres días en Ansó para
formarse en las jornadas que anualmente organiza la Diputación de Huesca, este año
interesados principalmente en formas de atraer nuevos lectores, especialmente a aquellos más jóvenes. La responsable provincial de Cultura, Berta Fernández, y el teniente de alcalde de la localidad, Félix Ipas, abrían el programa que centra la mirada en el reto de la animación a la lectura.
Las bibliotecas de la provincia son mucho más que un almacén de libros y de documentos, “son un lugar de encuentro social indispensable para la vida de cualquier pueblo y los bibliotecarios aliados para la difusión de la cultura en este territorio”. De esta forma ha valorado la diputada responsable de Cultura, Berta Fernández, su papel social a la vez que “la prioridad fundamental y estratégica que tienen las bibliotecas de la provincia dentro de las políticas culturales porque creemos que son el espacio público dedicado a la cultura que más favorece la igualdad de oportunidades”.
Y estas palabras se traducen en números porque la Diputación de Huesca atiende a un total de 98 bibliotecas y servicios de lectura, y y en los últimos años para su creación,
equipamiento y dotación ha invertido un total de 1,8 millones de euros. Solo en las actividad de promoción de lectura y en fondos documentales ha repartido 225.000 euros en ayudas a subvenciones para las bibliotecas públicas municipales de Huesca, Entre ambas líneas de subvención se han atendido más de 120 solicitudes de ayuntamientos de toda la provincia.
Son ya veintiséis el número de años que la DPH lleva organizando este encuentro provincial de bibliotecarios de la provincia que también cuenta con algunos asistentes de las provincias de Zaragoza y Teruel. Las jornadas se orientan a mejorar la formación de los trabajadores de estos centros, dotándoles de recursos que les faciliten su trabajo y analiza cada curso diferentes problemáticas a las que se enfrentan los trabajadores de estos centros.
Este año se realiza en colaboración con la Comarca de la Jacetania y el Ayuntamiento de Ansó, localidad de 400 habitantes cuya biblioteca fue una importante apuesta cultural y a día de hoy alcanza los más de 3.000 usos y cuenta con un número de fondos que supera
los 6.000.

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Berta Fernández, durante la inauguración.

El personal de las bibliotecas aprende a narrar historias
El curso que se está desarrollando se ha denominado De boca a oreja y está impartido por el cuentacuentos Pepepérez, quien destaca la importancia de “trabajar desde la narración, usando estrategias y actividades que parten desde el cuento para animar a desarrollar el hábito lector”. Nuevas y muy creativas formas de llamar la atención de los más jóvenes que, de acuerdo con lo que explica, “no leen menos que otras generaciones, sino que lo hacen de forma distinta. Hay que buscar sus intereses para que se acerquen a la lectura, pero pensando no desde el punto de vista del adulto sino de lo que a ellos les interesa”.
Nadie sabe tan bien lo fascinante que puede ser una historia como aquél que se dedica a
contarlas. Pepepérez es narrador profesional desde hace más de treinta años, y ha tenido
la oportunidad desarrollar su oficio en lugares dispares que van desde un teatro a un
campamento saharaui, en plazas, callejuelas o en centros de tercera, segunda y primera
edad. Por toda la Península, Portugal y Marruecos. En definitiva, regalando palabras a
todos los oídos dispuestos a escuchar.
No parece, por tanto, que haya nadie más indicado que él para dar ideas de cómo encender la chispa de la lectura entre los oscenses más jóvenes. Durante el día de hoy les está enseñando a entender los libros como algo vivo de cuyas historias es posible enamorarse y da formas creativas de abrir los ojos a las aventuras y a los mundos de fantasía que se esconden entre sus páginas, y a los que Pepepérez presta su habilidad y su voz para que, cual flautista de Hamelin, sean muchos los que le sigan.