
por Rebeca Ruiz
Los centros invernales del Valle del Aragón ofrecerán conjuntamente sus servicios a través de una oferta de un dominio esquiable único para esta temporada, una propuesta que ha sido muy bien recibida por los esquiadores y el resto de la población de la zona, que ven cómo esta unión puede convertirse en un revulsivo económico y de desarrollo de la comarca de la Jacetania.
En esta ocasión, Astún y Candanchú han llegado a un acuerdo que posibilita disfrutar esta temporada de un “dominio esquiable único” con 100 kilómetros, 101 pistas, 14 itinerarios y 40 remontes con una capacidad de transporte de 46.000 esquiadores por hora, con un abono único que se podrá adquirir desde 577 euros para los adultos; y desde 461 euros, para los infantiles y seniors, y que contará con otros descuentos según distintos planes.
El acuerdo alcanzado también refleja la conexión de las dos estaciones de manera permanente mediante un servicio de autobús gratuito que superará la distancia de tres kilómetros que separa ambos centros invernales. Un transporte que ya existía, pero que se va a ver reforzado. No es la primera vez que se alcanza un acuerdo de este tipo entre ambas estaciones. Ya en 1999 se llevó a cabo una campaña similar, que arrojó una cifra récord de más de 600.000 esquiadores. Y el año pasado se ponía en marcha el programa skipass, una tarjeta que permitía acceder a ambos centros invernales, a través de un sistema de postpago y que llevaba aparejados otras ventajas y descuentos.
Para los directores de Candanchú y Astún, Pere Gómez y Jesús Santacruz, respectivamente, “se trata de una apuesta clara por el territorio”. Ambos centros tienen la vista puesta en la consolidación de un destino de nieve que vuelva a ser referencia en el mercado nacional y que pasa, según la mayor parte de los sectores sociales y económicos de la zona, por la unión de estaciones, con el fin de conseguir uno de los mayores dominios esquiables de toda Europa que coloque a las estaciones del Pirineo Aragonés a la cabeza del sector.
Mientras tanto, el Valle del Aragón continúa con la mirada puesta en la unión de las estaciones, en un impass después de que el Gobierno de Aragón aprobara, en primavera de 2015, el Plan de Interés General de Aragón (PIGA), que dejaría vía libre a la conexión de Astún, Candanchú y Formigal, tras casi tres años de burocracia.
El ámbito de actuación incluye las tres estaciones de esquí citadas, así como Rioseta y Canfranc Estación, y afectará de forma directa a los municipios de Sallent de Gállego, Canfranc, Aísa y Jaca y, de forma indirecta, a los de Jasa, Borau, Villanúa, Castiello de Jaca, Panticosa, Hoz de Jaca, Yésero, Biescas y Sabiñánigo. Por eso, sus defensores lo encuentran fundamental para reactivar la economía en el Valle del Aragón y consolidar la del Valle de Tena, al tiempo que puede suponer un revulsivo importante en la captación del turismo europeo.
La unión de estaciones pasa por la unión de los dos valles por Canal Roya, debido al menor impacto ambiental y mayor impacto económico que otros proyectos. El plan actúa en una superficie de casi 106 hectáreas y se plantea en cuatro fases: La unión de Formigal y Astún a través de Canal Roya mediante una telecabina o un telesilla que recorrería 3.800 metros; la Unión de Astún y Candanchú mediante un remonte por cable aéreo, la unión de Candanchú y Rioseta mediante un remonte que recorrería 1.400 metros, y la unión de Rioseta con Canfranc Estación, también a través de un remonte. Su presupuesto asciende a 60 millones de euros.
Según los datos que maneja el Gobierno de Aragón, el sector de la nieve es estratégico para la Comunidad Autónoma, ya que cuenta con 7 de las 29 estaciones de esquí alpino españolas y concentra el 30% de los kilómetros esquiables del país. El negocio del esquí genera 200 millones de euros en Aragón, 1.300 empleos directos y 15.000 indirectos.