Una versión muy especial de El libro de la selva desbordaba de público, durante las únicas dos sesiones que se han podido disfrutar, el Auditorio La Colina de Sabiñánigo. El colegio Santa Ana volvía a poner en escena -como en los últimos años- un musical muy especial. Mowgli, Baloo, Bagheera,… Todos han ido desfilando por un escenario donde no se ha dejado nada al azar, en una anhelada propuesta cargada de emoción, colorido y mucha magia. Pero esta vez, los carismáticos personajes han cedido el protagonismo a unos pequeños grandes actores.

Santa Ana desborda de emoción y público La Colina con 'El libro de la selva', un musical con mucha magia — Santa Ana desborda de emoción y público La Colina con ‘El libro de la selva’, un musical con mucha magia.

El libro de la selva de Santa Ana

Los musicales del colegio Santa Ana son muy esperados en Sabiñánigo. Desde 2017, el centro estrena una propuesta nueva en la que trabaja a lo largo del año con todos los alumnos del colegio. Ya se ha podido disfrutar de El Rey León y La vuelta al mundo en 80 días. Y la pandemia impidió que se pudiera estrenar El mago de Oz.

Este año, le tocaba el turno a El libro de la selva, el clásico de Rudyard Kipling que inmortalizó Disney.

«Se trata de un proyecto de centro, que trabaja la educación emocional y la convivencia. En él participan nuestros 167 alumnos y toda la comunidad educativa: padres, abuelos, profesores,… la verdad es que es espectacular sentir cómo todos hemos puesto nuestro granito de arena y realmente hemos llegado a hacer posible este musical y esta representación tan emotiva, tan llena de ilusión y, sobre todo, tan especial, porque es única e irrepetible», explicaba la directora del colegio Santa Ana, María Pilar Elboj, que ponía en valor el trabajo realizado tanto por el equipo de profesores como por el de las familias.

Un proyecto «muy enriquecedor, con obras literarias de mucha relevancia que educan en valores y que dejan poso en el alumnado», como recordaba la directora.

El trabajo de meses y la espontaneidad y talento de los actores ha hecho el resto, dando lugar a momentos únicos que ha sabido valorar y agradecer el público que abarrotaba el auditorio.

En La Colina no han faltado los aplausos, las risas y la alegría. Incluso, alguna lágrima se ha derramado, entre la emoción y los nervios del gran estreno que ha dejado dos tardes para recordar.

Por Rebeca Ruiz (texto y fotos)