Piedrafita de Jaca reivindica su historia con un centro dedicado a las brujas del Alto Gállego

Piedrafita de Jaca reivindica su historia con un centro dedicado a las brujas del Alto Gállego. (FOTO: Rebeca Ruiz)
Piedrafita de Jaca reivindica su historia con un centro dedicado a las brujas del Alto Gállego. (FOTO: Rebeca Ruiz)

Entre brujos, leyendas, amuletos, carlinas, espantabrujas y queimada se inauguraba esta tarde el Centro de Interpretación de la Brujería del Alto Gállego en Piedrafita de Jaca. Un espacio que pone en valor unos sucesos que marcaron durante siglos el Valle de Tena y las vidas de sus gentes, convertidas en protagonistas de uno de los procesos brujeriles más importantes de toda Europa. El nuevo espacio, ubicado en los antiguos lavaderos, recupera ahora aquellos hechos como un recurso turístico y los devuelve a la actualidad como una excusa para dar a conocer el patrimonio inmaterial del territorio. No en vano, a los habitantes de Piedrafita se les sigue conociendo como bruxos.

Centro de Interpretación de la Brujería de Alto Gállego

La inauguración del Centro de Interpretación de la Brujería del Alto Gállego se convertía en todo un acontecimiento social en Piedrafita de Jaca, en pleno corazón del Valle de Tena. La presidenta del Alto Gállego, Lourdes Arruebo, y el alcalde de la localidad, Esteban Ruiz, se encargaban de cortar la cinta inaugural.

Posteriormente, María José Lorente (Huella Pirenaica) conducía a los asistentes por las calles del pueblo. Lo hacía conforme iba atardeciendo, explicando la historia, la tradición y los relatos y leyendas sobre las brujas de la zona. Y llamando la atención sobre los símbolos de protección que todavía hoy se conservan en muchas de las casas.

Un paseo interpretativo en el que no faltaron las sorpresas, de la mano del grupo Dorondón Teatro de Biescas, con la propia Maut -una bruja que habitó en el siglo XVI y de la que se decía hacía ladrar a las personas- en persona y el juicio a Pedro de Arruebo, que fue acusado de endemoniar a nada menos que 1.600 vecinos (sobre todo, mujeres) en el siglo XVII. Y un evento que concluiría con conjuros y queimada para entrar en calor ya entrada la noche en Piedrafita.

El Valle de Tena y las brujas

El alcalde de Piedrafita mostraba su satisfacción por el hecho de que el Centro de Interpretación de la Brujería del Alto Gállego haya abierto sus puertas en la localidad. «Cierto es que cualquiera de estos pueblos, desde Orna de Gállego hasta Portalet, podían haber acogido este centro, porque en esta zona todos ellos, de alguna u otra forma, tienen relación con el mundo de la brujería», señalaba Ruiz.

La idea de crear este singular espacio surgía de una conversación con el Departamento de Cultura de la Comarca Alto Gállego, recordaba el edil. En Piedrafita, ya hace años que se recuerdan los hechos relacionados con las brujas en vísperas de Todos los Santos, «saltándonos un poco todas las modas de Halloeween» y apostando por lo tradicional, en palabras del alcalde. Una circunstancia que sirvió para sacar adelante este nuevo espacio, que ya se abrió en verano al público -aunque la inauguración oficial ha sido este viernes- con una importante acogida.

Piedrafita de Jaca reivindica su historia con un centro dedicado a las brujas del Alto Gállego. (FOTO: Rebeca Ruiz)

El guiño a las brujas del Alto Gállego, «resultado de trabajo en común y voluntades compartidas»

Para Lourdes Arruebo, el nuevo centro es «el resultado de trabajo en común y voluntades compartidas» por parte del Ayuntamiento de Piedrafita y de la Comarca Alto Gállego. «Entendimos que tenía sentido que fuese Piedrafita por todas las connotaciones que tiene este lugar sobre brujería. Además, dentro de las competencias de la Comarca Alto Gállego, está la de difundir el patrimonio cultural y nuestras tradiciones», explicaba la presidenta.

En este sentido, Arruebo se refería al Centro de Interpretación de Iglesias de Serrablo que abrió sus puertas en Lárrede en 2017. «Vamos sumando centros nuevos», añadía, resaltando «la importancia» de la brujería en la historia del Alto Gállego «sobre todo entre los siglos XV y XVII, que es en los que se centra toda la parte expositiva recogida en seis paneles que recogen tanto la historia como las creencias, los ritos y los símbolos en torno a las brujas». Y combinando la función «divulgativa con la parte turística».

El edificio que ocupa el Centro de Interpretación de la Brujería del Alto Gállego es un anexo al Ayuntamiento de Piedrafita, que en su momento fue el lavadero del pueblo. No es la pila auténtica la que se conserva en su interior, si bien el espacio es el original. De hecho, se reconstruyó sobre el barranco por donde pasaba el agua con la que antiguamente las mujeres lavaban la ropa.

Piedrafita de Jaca reivindica su historia con un centro dedicado a las brujas del Alto Gállego. (FOTO: Rebeca Ruiz)
Piedrafita de Jaca reivindica su historia con un centro dedicado a las brujas del Alto Gállego. (FOTO: Rebeca Ruiz)

Seis paneles para conocer la historia y las trascendencia de la brujas del Alto Gállego

En su interior, la empresa Tintaura se ha encargado de la realización de los seis paneles que ayudan a entender la tradición brujeríl en la zona. La historia de las brujas del Alto Gállego «siempre estuvo latente», aunque no se llegó a profundizar ni difundir, matizaba María José Lorente.

Afortunadamente, «los asuntos de brujería en Huesca los tenemos bien documentados gracias a Ángel Gari». No obstante, «siempre se conocía la parte más mística o de leyenda, la que se ha ido transmitiendo de generación en generación. Pero la parte verídica, la parte empírica como tal, no se conocía. Y gracias a este centro de interpretación vamos a poder llegar a conocer esa realidad un poco mejor», señalaba Lorente.

El primer panel de este singular espacio dedicado a las brujas del Alto Gállego está dedicado a la historia de la brujería. Los tres siguientes se ocupan «a la posesión demoniaca más importante de España y posiblemente una de las más importantes de Europa, la de Pedro de Arrueblo». El quinto panel está dedicado a mujeres brujas. Y el último alude al significado de los elementos protectores que han estado presentes en la cultura popular hasta la actualidad. Unos elementos que a día de hoy están presentes prácticamente en todas las casas de los valles pirenaicos, incorporándose como piezas simplemente decorativas y, en muchas ocasiones, perdiendo ya su carácter protector original.

La brujería en el Valle de Tena

El Valle de Tena protagonizó, entre los siglos XV y XVII, y a la vez que otros lugares de la Península Ibérica, un importante auge de procesos por brujería. En la zona, los primeros de ellos, están relacionados contra mujeres bearnesas, que tenían fama de hechiceras posiblemente relacionada con el hecho de que la gente de los pueblos no se entendía su lenguaje.

Fue, sin embargo, a partir de 1525 cuando la Inquisición ajustició a varias presuntas brujas, dando lugar al inicio de un periodo de juicios y persecuciones que se extendería durante los siglos siguientes. Entre 1637 y 1642 se da uno de los acontecimientos brujescos más relevantes, que afectaría sobre todo a Tramacastilla y Sandiniés, con la presunta posesión demoniaca de 72 mujeres. Unos hechos por los que se encausó a Pedro de Arruebo, señor de la pardina de La Artosa, por endemoniar a 1.600 personas. Tras tres procesos, se le condenó a galeras por brujo. De allí dicen que escapó, lo que contribuyó a seguir alimentando la leyenda del maleficio.

Por Rebeca Ruiz (texto y fotos)

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