Los militares de Jaca recrean en San Gregorio su misión en el Líbano

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Maniobras en de los militares de Jaca en San Gregorio. En la imagen, evacuación de un VIP. (FOTO: Rebeca Ruiz)

por Rebeca Ruiz

A poco más de un mes para viajar al Líbano, los militares de Jaca ultiman su preparación especializada para esta misión humanitaria en el campo de maniobras del CENAD (Centro de Adiestramiento) de San Gregorio (Zaragoza). Durante los últimos días, el Batallón Pirineos del Regimiento de Infantería Galicia 64 de Cazadores de Montaña, unidad base del Grupo Táctico Ligero Protegido, está realizando la instrucción con la que encara la recta final para su próximo despliegue en la Operación Libre Hidalgo.

Nicolás González Chamorro, Teniente Coronel de Infantería y mando en el Batallón de Cazadores de Montaña Pirineos del Regimiento Galicia 64, está al frente de los más de 200 militares de Jaca -entre ellos, 12 mujeres- que se desplegarán en el sur del Líbano durante seis meses a partir de mediados de mayo. González Chamorro cuenta con una amplia experiencia de campo y una trayectoria que recoge cinco misiones en el extranjero desde 1999 -en Kosovo, Afganistán, Somalia y, ahora, Líbano-. Además, ha pasado por la Legión y ha desempeñado su labor profesional en Bélgica, en la OTAN, entre otros lugares, y gran parte de su carrera ha estado vinculada al Regimiento de Jaca y a la Escuela Militar de Montaña. «Es la primera vez que este batallón va a desplegar en Líbano, puesto que los últimos años hemos estado entrando en rotación en Afganistán», explica, si bien recuerda que todo el personal que se proyectará a Líbano tiene mucha experiencia en misiones, lo que supone «una garantía de éxito». Al mismo tiempo, destaca el hecho de «que sea una misión nueva para nosotros, puesto que nos permite afrontarla con ilusión y con energías renovadas: una misión nueva, distinta, con objetivos distintos».

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Nicolás González Chamorro, Teniente Coronel de Infantería y mando en el Batallón de Cazadores de Montaña Pirineos del Regimiento Galicia 64, junto a las banderas de España, Serbia y El Salvador. (FOTO: Rebeca Ruiz)

La misión encomendada a los militares de Jaca se enmarca en los cometidos de la Brigada Aragón, que va a constituir la vigésimo novena Brigada de Líbano -BRILIB XXIX-. Es una misión de Naciones Unidas, dentro de UNIFIL (Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano). El contingente español que se proyecta al Líbano está formado, en total, por unos 700 efectivos, tal y como confirmaba recientemente el Coronel David Vaquerizo, Comandante Militar de Huesca y Jefe del Regimiento de Infantería Galicia 64 de Cazadores de Montaña. (https://jacetaniaexpress.com/2018/01/23/vaquerizo-jaca-no-va-a-prescindir-del-regimiento-ni-el-regimiento-va-a-prescindir-de-jaca/)

La Resolución 17/01 de Naciones Unidas marca cometidos para la misión: verificar el cese de hostilidades entre las partes y el respeto a la Blue Line como línea de separación acordada entre Israel y Líbano es el primer objetivo de la presencia española en la zona. El segundo, pasa por apoyar al Ejército Libanés en su despliegue por el sur del Líbano (que, antes de la llegada de la misión UNIFIL era, prácticamente, inexistente). Además, también se apoyará al Gobierno del Líbano y a las LAF (Lebanese Armed Forces) para lograr que el sur del país sea una zona libre de armas ilegales y de personal ilegalmente armado. El cuarto cometido consiste en dar respaldo a las dos instituciones citadas en las operaciones de retorno de refugiados y en proteger a la población civil que esté en inminente peligro físico. Ello se traduce, sobre el terreno, en la realización de patrullas, observatorios y puestos de control (sobre todo, y en la medida de lo posible, junto a las LAF). Garantizar la seguridad del propio personal expatriado y de la base, y la escolta de convoyes completan la labor que tendrán que desarrollar las fuerzas españolas en el Líbano.

Misión de interposición

«Líbano es un país soberano», recuerda el teniente coronel. «Nosotros vamos al sur, donde, en estos momentos, está desplegada la misión de UNIFIL«, matiza. UNIFIL es, actualmente, la misión más antigua de Naciones Unidas en curso (comenzó en 1978). «Naciones Unidas despliega en este país a petición del Gobierno libanés», recuerda González Chamorro, que añade que se trata de una «misión de interposición», con la finalidad de «crear unas condiciones de seguridad y estabilidad que puedan desembocar en una paz duradera en la región».

El riesgo más significativo al que se pueden enfrentar los españoles es, según el teniente coronel, «una posible escalada de tensión o de violencia entre las dos partes; hoy es una zona que está tranquila, y se puede definir la situación como de calma tensa. Pero sí es cierto que estamos en una zona con un conflicto potencial, con la particularidad del Líbano de que esa situación puede evolucionar rápidamente, como ha ocurrido en otras ocasiones».

La preparación para la misión responde a un procedimiento estandarizado en el Ejército Español, durante seis meses de instrucción específica. «Partimos de la base de que se trata de un batallón muy bien instruido, ya que el año pasado estuvo inmerso en la preparación para el Battle Group de la Unión Europea; es un batallón muy cohesionado y si bien esa misión no era exactamente la que vamos a desempeñar ahora en el Líbano, hay cometidos muy parecidos», señala su responsable. A partir de ahí, se ha transmitido a los militares que se desplazarán al Líbano conocimientos esenciales sobre la situación real en la zona y sobre la población: cultura, costumbres, hábitos, religión,… Sólo la zona bajo responsabilidad del batallón español tiene una población de entre 50.000 y 60.000 personas (más los refugiados) y unas 15 confesiones religiosas distintas, cada una con su sensibilidad. «Por eso, el personal tiene que estar (y está) muy concienciado en conocer estas particularidades y a respetarlas», asegura.

Parte de la preparación se ha basado también en la instrucción de vehículos con protección contra artefactos explosivos improvisados (blindados), a través de la dotación de un módulo de 12 unidades del que el Regimiento Galicia 64 no dispone habitualmente, pero que no es nuevo para sus conductores, ya que fue el mismo modelo que se utilizó en la ultima misión en Afganistán. Asimismo, ha sido necesario preparar un programa específico para el personal del Ejercito Salvadoreño que se integra en la misión (cerca de medio centenar de efectivos). Ya en la zona, se integrará, del mismo modo, una compañía del Ejército Serbio -150 personas-. «El batallón será español-serbio-salvadoreño; en realidad, multinacional», explica González, por lo que la comunicación deberá ser en inglés. Por eso, el idioma ha sido fundamental a la hora de la selección del personal para esta misión. Cinco ejercicios de gran entidad, tres de entidad compañía, uno del batallón completo -el de San Gregorio- y la evaluación marcan la agenda de trabajo de las últimas semanas. «Toda esta formación previa me da la confianza para saber que estamos bien preparados para afrontar con éxito la próxima misión en el sur del Líbano», explica. «Siempre hay que tener respeto; yo soy muy consciente de que nos vamos a una misión de Naciones Unidas y vamos como militares; todos somos muy conscientes de los cometidos, de los riesgos… pero pienso, sinceramente, que tenemos todas las herramientas para asumir la misión como garantías de éxito».

El Líbano en San Gregorio

San Gregorio se ha convertido, en el sentido más amplio de la palabra, en el Líbano. las maniobras realizadas por los militares de Jaca recreaban situaciones similares a las que tendrán que hacer frente estos efectivos en zona de operaciones; entre ellas, la reacción ante una escalada de tensión entre las partes en conflicto, la patrulla por un mercado y el contacto con personal civil en un mercado, o la presencia de ganaderos o población no militar en los límites de la Blue Line.

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Centro de Operaciones. (FOTO: Rebeca Ruiz)

La base de San Gregorio es una réplica del escenario en el que los militares de Jaca desarrollarán su labor. Una parte vital es el Centro de Operaciones, que está dividido en dos módulos: Planeamiento (personal, inteligencia, logística y operaciones) y Conducción, desde donde se controlan las operaciones en curso -desde cuatro días atrás-. Ello permite analizar los hechos pasados para poder tomar decisiones ante posibles contingencias. En todo momento, se trabaja con información en tiempo real de la situación exacta y de las circunstancias de las unidades que entran y salen de la base. Cualquier información relevante se traslada al jefe del Grupo Táctico. La comunicación se realiza a través de tres medios: por radio, por teléfono y vía satélite, de tal manera que, si por cualquier causa, fallara algún canal, siempre habría una alternativa. «En Líbano habrá un grupo de radioperadores (4 españoles, 4 serbios y 1 salvadoreño); los woskiper o capitán de batalla (1 oficial español, 1 salvadoreño y 2 serbios); un auxiliar para la parte administrativa y un oficial de enlace serbio», explica el mando al frente, el Capitán Alejandro Rey.

El teniente Luis Ángel Rodríguez es el responsable de la escolta a un VIP (Very Important Person), en un supuesto traslado desde la base de Marjayoun hasta Beirut (unos 200 kilómetros). El comandante Alfredo Pastor, jefe del Área de Operaciones del Grupo Táctico Pirineos, se mete en el papel de VIP. El convoy dispuesto para esta maniobra está formado por varios vehículos tácticos, entre los que se encuentran BMR (Blindado Medio sobre Ruedas -un clásico del Ejército Español-), y, entre ellos, otro vehículo que traslada a la persona que hay que proteger. Previamente al traslado, se lleva a cabo el mantenimiento previo a toda misión, comprobando que está todo a punto y colocando el armamento, mientras el teniente realiza, con sus sargentos, el breafing sobre ruedas, que sirve para explicar la misión y establecer las medidas de coordinación necesarias.

El teniente Rodríguez tiene a su cargo a unas treinta personas, las mismas con las que trabajará en una situación real en el Líbano. Su trabajo consistiría en «asegurar la protección del VIP, colocando los vehículos orientados en todo momento a garantizar la seguridad de esta persona, siempre teniendo en cuenta las ROES». Las ROES (Reglas de Enfrentamiento, coloquialmente, del inglés rules of engagement) son un protocolo que recoge prácticamente todas las situaciones que pueden darse, y donde se fijan los criterios de proporcionalidad con los que se va a atender cada situación o cuando se puede hacer uso o no de las armas, por ejemplo. Por definición, determinan las circunstancias en las que una fuerza armada puede hacer uso de sus capacidades ante un determinado escenario.

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Parte del convoy de escolta a un VIP. (FOTO: Rebeca Ruiz)

Conforme avanza del convoy, es necesario estar en continua vigilancia, y el teniente al mando se encarga de coordinar en todo momento la escolta al VIP, midiendo cuidadosamente y manteniendo la distancia entre todos los vehículos (por seguridad, ante un ataque, una emboscada o una mina, entre otros potenciales incidentes) y dirigiendo toda la operación para que ésta pueda finalizar con éxito. El objetivo es acompañar y escoltar a una reunión a la persona que se está protegiendo. Sin embargo, algo sucede que pone en alerta a las unidades y se ven obligados a evacuar al VIP en cuestión de segundos. Eso sí, en esta ocasión, se le saca del peligro protegiéndolo en un vehículo blindado. Una situación que podría darse en cualquier momento en el sur del Líbano.

El modo de interactuar con la población civil también forma parte de la instrucción. Por eso, en San Gregorio, se recrea una patrulla por un mercado. Su labor es interactuar con la población local e informar si se detecta algo fuera de lo habitual (como una actitud sospechosa de un niño, la detección de armamento de contrabando, prostitución,… No hay que olvidar la presencia en la zona de Hezbolá). Se trata de controlar este tipo de situaciones e informar, ante cualquier mínimo indicio, de que algo sale de lo normal, al Ejército Libanés (LAF-Lebanese Armed Forces-). Generalmente, la intervención será siempre por parte del Líbano, salvo que se trate de un ataque directo a los españoles.

La Blue Line -una línea de separación establecida por Naciones Unidas entre Líbano e Israel-, en San Gregorio, no son grandes bidones pintados de azul, pero sí que existe una línea simulada con plástico color añil. Entre la Blue Line y la Technical Fence -el límite que ha construido Israel para el control de tránsito- no puede permanecer personal civil, tal y como explica el comandante Pastor. Los españoles tienen una labor de observación y, en caso de que se violara este sector, comunican a las LAF la situación. De nuevo, se limitarían a informar a las fuerzas libanesas que, en último término, son las encargadas de aplicar las medidas necesarias para solucionar la situación.

En otro momento, se produce un accidente entre un vehículo civil y uno militar. Una vez realizadas las comprobaciones de seguridad pertinentes, controlado el tráfico y estabilizado el herido, el personal militar procede a fotografiar detalladamente el escenario. Por supuesto, es una simulación, pero es importante tener muy clara la forma de actuar ante una situación de este tipo para evitar problemas mayores.

Y de vuelta a la base, llega la hora de comer. La cocina también es un factor muy importante, sobre todo cuando se está a miles de kilómetros de casa. Sin duda, uno de los momentos más reconfortantes de la jornada.

Sobre el terreno

Dentro de la zona de responsabilidad española en el sur del Líbano hay cuatro bases. La principal, Miguel de Cervantes, es una base multinacional de Naciones Unidas liderada por España (con presencia de otros 9 países más), y es donde estará el mando del batallón. Después, hay otros tres destacamentos, muy próximos a la Blue Line, dos de ellos ocupados por las tres compañías de Jaca: las dos españolas y la de Serbia.

UNIFIL cuenta, sólo en términos militares, con 11.000 personas de 40 países distintos desplegadas en el sur del Líbano (a las que hay que añadir el componente civil, con un peso tan importante como el militar). Están repartidas en dos sectores; uno de ellos, a cargo de España y bajo el mando del General Jefe de la Brigada Aragón I, José Luis Sánchez Martínez-Falero, comprende unos 3.600 militares de una decena de países. El sector español se divide, a su vez, en cuatro batallones: el indio, el indonesio, el nepalí y el español. Éste último es donde desplegará el Batallón Pirineos. España tiene presencia en el sur del Líbano desde el año 2006, con unas condiciones tanto de seguridad como de vida muy consolidadas.

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Contacto e interrelación con la población local. (FOTO: Rebeca Ruiz)

Cooperación cívico militar con la población local

Uno de los aspectos más enriquecedores y, al mismo tiempo, menos conocidos, de la Operación Libre Hidalgo es la cooperación cívico militar con la población local, siempre que así se solicite. Desde el apoyo médico sanitario directo a la población local hasta apoyo veterinario (algo muy apreciado por la sociedad civil y que cuenta con el respaldo de varias universidades españolas), son varios los programas en vigor dirigidos a la población civil.

Entre ellos, merece especial mención el Programa Cervantes, que tiene como objetivo transmitir la lengua y la cultura española a las personas que así lo piden. Actualmente, unos 200 alumnos en 30 centros de nueve localidades distintas aprenden español a través de los conocimientos del personal aportado, entre otros, por el Batallón Pirineos. Asimismo, la mejora de infraestructuras, tanto en colegios, como obras encaminadas a proporcionar agua o electricidad a determinadas zonas son otros de los proyectos más apreciados en la zona, a los que los militares de Jaca también aportarán su trabajo. En este tipo de acciones se enmarca la campaña de recogida de material escolar y deportivo impulsada por los militares de Jaca (https://jacetaniaexpress.com/2018/03/27/los-militares-de-jaca-llevaran-al-libano-material-escolar-y-deportivo-donado-por-los-colegios-y-los-clubes-de-la-ciudad/). Es la cara más amable de la misión.

En pocas semanas, los militares de Jaca estarán ya rumbo al Líbano. La Operación Libre Hidalgo está en marcha.

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De izda. a dcha., el teniente coronel González Chamorro, el coronel Vaquerizo y el subteniente Tena. (FOTO: Rebeca Ruiz)

Galería de fotos en Facebook, en:

Todos los detalles de la misión en https://jacetaniaexpress.com/2018/04/07/los-militares-de-jaca-recrean-en-san-gregorio-su-mision-en-el-libano/ (por REBECA RUIZ -texto y fotos-)

Posted by Jacetania Express on Saturday, April 7, 2018