La Canfranc-Canfranc muestra su faceta más internacional en Fitur, como Copa del Mundo 2020

Esta tarde, en el estand de Aragón de la Feria Internacional de Turismo que se está celebrando en el recinto ferial de IFEMA de Madrid, se ha presentado la Canfranc-Canfranc, prueba que este año será sede final de la copa del mundo de la WMRA (World Mountain Running Association).

Tanto el alcalde de Canfranc, Fernando Sánchez, como Álex Varela, director de la prueba, han dado a conocer la carrera y han presentado las novedades de 2020.

CANFRANC-CANFRANC. Un momento de la presentación en Fitur.
CANFRANC-CANFRANC. Un momento de la presentación en Fitur.

La Canfranc-Canfranc, un gran evento social

Fernando Sánchez se presentaba como alcalde de Canfranc, «localidad del norte de la provincia de Huesca, en pleno Pirineo Aragonés con tan solo 550 habitantes -explicaba orgulloso-, que lleva 13 años organizando esta emblemática carrera Canfranc-Canfranc». «Esta bella localidad se situa en el fondo de un valle rodeado de altas montañas, que evitan que tengamos muchas horas de luz. Pero esta singular orografía nos permite que en pocos metros podamos ganar mucha altura y, que nuestra carrera, sea considerada de las más técnicas y dificultosas del mundo», añadía el alcalde.

«La andada, la 16K, la 45K, la 75K individual y de relevos y la 100K llenarán, del 12 al 13 de septiembre, nuestra montaña de deportistas. El año pasado ya fueron casi 900 y esperamos este año llegar a la cifra de 1.000», apuntaba Sánchez.

«Este año, tras un acuerdo con la Real Federación Española de Atletismo, decidimos incluirla en el calendario nacional al máximo nivel. Pero ésta no ha sido la única novedad importante… La gran alegría llego hace menos de un mes, cuando nos comunicaron que seriamos la final de copa del mundo de la WMRA de carreras de montaña en las distancias de 16 y 45 kilómetros», recordaba el alcalde de Canfranc.

CANFRANC-CANFRANC. Un momento de la presentación en Fitur.
CANFRANC-CANFRANC. Un momento de la presentación en Fitur.

La Canfranc-Canfranc en la World Mountain Running Association

La World Mountain Running Association presentó hace 20 días el circuito original y más prestigioso de carreras de montaña del mundo. En 2020, la competición crece hasta acoger 12 carreras que se celebrarán en 9 lugares icónicos, sedes repartidas en Austria, la República Checa, Italia, Suiza, España y EEUU. La copa del mundo WMRA 2020 cuenta con tres modalidades: Vertical Mountain Race (3 citas); Classic Mountain Race (5 citas) y Long Distance Mountain Race (4 citas).  Aragón será el gran protagonista al acoger las carreras de montaña de Canfranc-Canfranc las pruebas finales que proclamarán los campeones tanto de Classic como de Long Distance.

La Canfranc-Canfranc está considerada como un gran evento social, ya que es su organización participan los propios habitantes del pueblo y zonas cercanas. 300 voluntarios y el ejército (Regimiento Galicia y de la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (EMMOE) de Jaca) velarán para que la carrera se desarrolle con normalidad. Asimismo, el alcalde de Canfranc recordaba que «el apoyo institucional del Gobierno de Aragón, Diputación provincial de Huesca y Comarca de la Jacetania serán claves este año».

«Desde Canfranc y, yo como representante, os queremos invitar a participar en este gran evento mundial que servirá para promocionar las montañas de Huesca, Aragón y España por todo el mundo. Con la humildad que nos caracteriza a los montañeses, pero con la seguridad de nuestra entrega, estamos seguros de que con el apoyo de todos será un gran éxito», concluía el Fernando Sánchez.

13 años haciendo historia

Por su parte, Álex Varela volvía la vista atrás y hacía un repaso de sus 13 años de historia, cumpliendo su mayor reto: «Ser sede la copa del mundo de la World Mountain Running Association».

«Cuando la Canfranc-Canfranc nació en junio de 2007, apenas diecinueve corredores tomaron la salida. En aquel entonces, diecinueve locos, diecinueve valientes, se atrevieron con lo que mucha gente llamaba la maratón más dura de España y de Europa. Sus datos lo dejaban claro, 45 kilómetros y 4.000 metros de desnivel positivo eran, y son, a lo que los corredores se lanzan en un punto de salida idílico: los pies de la Estación Internacional de tren de Canfranc y rodeados de montañas de casi 3.000 metros», recordaba Varela.

CANFRANC-CANFRANC (FOTO: Mayayo)

Grandes nombres propios

«Son los corredores populares que cada año toman la salida desde este icónico lugar los que nos avalan y los que dan su apoyo para que sigamos haciendo realidad este sueño. Aquí han ganado los más grandes, Luis Alberto Hernando, cinco veces campeón del mundo de ultra distancia y que empezó en este mundillo en la propia maratón de Canfranc; Javi Domínguez, récord en el Tor de Geants; Maxime Casajous, del equipo internacional de Hoka; Jokin Liezaga, Manuel Merillas, Oscar Pérez, Pablo Villalobos, o el gran Salva Calvo, Eli Rios, JaioneSasieta, Ion Azpiroz, Samuel Dávida…», explicaba el director de la carrera.

Todas las pruebas de la Canfranc-Canfranc tienen una gran exigencia técnica. La mayoría de su trazado está por encima de los 2000 metros de altitud sobre el nivel del mar. Hacer y terminar cada una de sus recorridos por las delicadas crestas alpinas que enlazan las estaciones de esquí de Astún, Formigal y Candanchú ya es todo un éxito. Hacerlo, además, coronando hasta quince cimas de casi 3.000 metros en su modalidad de 100K, algunas de las más icónicas del valle, algunas míticas como la Peña Collarada, el Pico de La Moleta, el Vértice de Anayet o el Pico Aspe, es ya una experiencia que marca al corredor de montaña. Es un antes y un después.

Un gran esfuerzo de organización

Varela también repasaba todo el esfuerzo que supone la organización de una carrera como la Canfranc-Canfranc: «La carrera no es solo distancia y desnivel. Viajes en helicóptero para montar avituallamientos imposibles de llegar de otra forma. Puntos de descanso para los corredores y antiguos refugios de pastores arreglados para la ocasión. Casi 10.000 litros de bebida y más de 3.000 kilos de comida se reparten en todos los avituallamientos y bases de vida para que el corredor esté y se sienta lo más cómodo posible. Más de una semana de marcaje con más de 4000 balizas reflectantes que guían al corredor hasta la meta, y lo más importante, 300 voluntarios repartidos por todos los recorridos para ayudar al corredor y para asistir en caso de accidente. Una Escuela Militar de Montaña del Ejército que vela por todo ellos, y un sin fin de cosas que sería imposible citarlas sin dejarme ninguna».

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