Quién iba a decirnos de un tiempo a esta parte los cambios tan importantes y significativos que se están produciendo a nivel de lenguaje oral y escrito en nuestra sociedad. Esto viene a cuento del uso e incluso la sustitución, diría yo, cada vez más fehaciente de la utilización de palabras, términos, sílabas y expresiones o frases a base de los ya más que conocidos emoticones en nuestra vida.
Esos diminutos bichitos, caras, objetos, animales y símbolos diversos e infinitos que usamos para expresar nuestros sentimientos o nuestros diálogos diarios. Unas veces para acompañar mensajes cortos e inmediatos, otros para suplir frases o respuestas que no queremos escribir por pereza o falta de ganas de hacerlo.
Cada día más, nuestras pantallitas móviles o nuestras tabletas se llenan de emoticonos para expresar nuestra actitud, nuestras vivencias o nuestro estado de ánimo. Usamos un lenguaje corto, rápido y directo sin normas gramaticales u ortográficas y que gracias a internet y a las nuevas tecnologías se aprende, se usa y se extiende o lo extendemos condicionado por la inmediatez y el intercambio de comunicación rápida.
Emoticonos alegres, tristes, llorosos, asombrados, preocupados, pacíficos, asustados, sarcásticos,…, símbolos e iconos de fiesta, de playa, de montaña, de casa, de estudios, de viajes, de animales, de alimentos,… Todo vale parta enviar o recibir mensajes o whatsapps cotidianos. Nadie se extraña ya por recibir algo como :S, :?, 😀 o un C:.
¡Si los egipcios levantaran la cabeza…! Estamos creando una nueva forma de comunicación y una nueva ortografía y gramática acorde con los tiempos, a base de quitar letras, crear nuevos vocablos y expresiones y acompañar todo ello con unos dibujitos graciosos llamados emoticonos.
¿Quién de nosotros no ha enviado sus emoticones o cortado las palabras para enviar mensajes por nuestro móvil tipo: qtal –tq- x2- ok- bye- aki- grrr-pf- smpr- lq kieras- finde- fsta- kntm-… Somos mensajeros y protagonistas, querámoslo o no, de una nueva forma de comunicación. Aunque de eso nuestros jóvenes nos sobrepasan en conocimientos y en velocidad de crucero. Entre unos y otros estamos creando el nuevo ciberlenguaje. A saber que nos deparará el futuro a la hora de comunicarnos dentro de unos años.