Y Jaca salió a los balcones y el orgullo jaqués se dejó sentir, con más ganas que nunca. Los músicos de Jaca, acompañados por las voces de muchos vecinos, llenaron los rincones de la ciudad con el Himno del Primer Viernes de Mayo, el de Eugenio Villacampa y Ortega Monasterio, que es también el Himno Oficial de Jaca. Nadie quiso quedarse en casa y los jaqueses, más fuertes que nunca, dejaron claro que Jaca libre sabe vivir a la sombra del Monte Oroel. A pesar del coronavirus.

Eran las ocho de la tarde y, como cada noche, sonaban los primeros aplausos de agradecimiento a todos los que están trabajando en las calles. La ovación, desde el confinamiento, se deja escuchar cada vez con más fuerza en la ciudad. Los jaqueses son personas generosas y agradecidas, y su reconocimiento no va a faltar cada día hacia aquellos que velan por su seguridad.
Al terminar los aplausos, llegaba el momento del himno y los músicos salían a balcones y terrazas
Al terminar los aplausos, llegaba el momento del himno y los músicos salían a balcones, ventanas y terrazas. Lo hacían a iniciativa del Orfeón Jacetano, que daba el primer paso invitando a distintas agrupaciones musicales de la ciudad a demostrar el orgullo del pueblo jaqués en estos momentos tan complicados marcados por los macabros compases del coronavirus. No era un concierto. Ni una actuación. Ni un encuentro musical. Sólo, la necesidad de expresar un sentimiento y de intentar compartir un mensaje de esperanza.
En mitad de la noche, en la soledad de cada balcón, la impresión era sentirse más acompañado que nunca. Los músicos han conseguido que el calor del pueblo jaqués llegara a cada uno de nosotros.
Entre la incertidumbre ante el hecho de que el Primer Viernes de Mayo pueda celebrarse este año, cuando, precisamente, la celebración más grande y emblemática de Jaca acaba de ser declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, el orgullo del pueblo jaqués estuvo más presente que nunca en los corazones de los que aman esta tierra. Con las primeras notas del Himno del Primer Viernes de Mayo, y con el sonido de otros instrumentos en la distancia, volvió a salir a la luz ese espíritu luchador del pueblo jaqués, dejando claro que la batalla aún no está perdida y llenando de emoción la noche jacetana.
El Himno de Jaca se ha convertido, más que nunca, en el símbolo de la unión del pueblo jacetano
Esta noche, y al margen de lo que pueda pasar con nuestro querido Primer Viernes de Mayo, el Himno de Jaca se ha convertido, más que nunca, en el símbolo de la unión del pueblo jacetano con el mejor mensaje que puede llegar a la población en estos momentos: hay que quedarse en casa y no hay que perder el ánimo. Jacetanos, aquí podemos con todo. Si con nuestro Conde Aznar vencimos a las tropas moras, también podremos vencer en esta nueva afrenta. Todo pasará y saldremos de nuevo a las calles a entonar, a viva voz y desde lo más profundo de nuestras entrañas, el Himno del Primer Viernes de Mayo.
Arriba, bravos jacetanos. Arriba, bellas jacetanas. No es momento de desfallecer. Jaca libre sabe vivir, más que nunca, a la sombra del Monte Oroel.
Por Rebeca Ruiz
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