El alcalde de Jaca reivindica la importancia de la EMMOE en la apertura del Curso Internacional de Defensa

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Mesa presidencial de la inauguración del XXIV Curso Internacional de Defensa.

por Rebeca Ruiz

El alcalde de Jaca, Juan Manuel Ramón, ha reivindicado la “defensa y potenciación de la Escuela Militar de Montaña” y de su actividad en Jaca, en el marco “de la necesidad de especialización” que se plantea en el ámbito de las Fuerzas Armadas, durante el acto de inauguración del XXIV Curso Internacional de Defensa que acoge, durante esta semana, el Palacio de Congresos jaqués.

El alcalde se ha referido a Jaca como “lugar de operaciones y una prolongación de la Academia General Militar”, organizadora del evento, en coordinación con la Universidad de Zaragoza, y ha recordado que la ciudad “conjuga esas dos vertientes, la de formación y defensa”, que se ponen de manifiesto en iniciativas como el curso que ahora se está celebrando en Jaca, aludiendo, asimismo, al 90 aniversario de los Cursos de Verano de la Universidad que se celebrará en 2017. Juan Manuel Ramón ha invitado a la reflexión aludiendo a las migraciones, eje principal del programa del Curso Internacional de Defensa, “para hacer un mundo más humano”.

El general Jerónimo de Gregorio y Monmeneu, director de la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas, ha sido el encargado de presidir el acto de apertura y de abrir las ponencias con la conferencia inaugural, que llevaba por título Migraciones: repaso conceptual, tras lo que se han desarrollado las distintas áreas de trabajo. En la presentación también ha participado el general Luis Lanchares, director de la Academia General Militar; María Teresa Lacruz, subdelegada del Gobierno en Huesca; José Luis Abad, delegado territorial del Gobierno de Aragón en Huesca; José Domingo Dueñas, vicerrector para el Campus de Huesca de la Universidad de Zaragoza, y José María Rivera, coronel subdelegado de Defensa en Huesca.

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General Jerónimo de Gregorio y Monmeneu, durante su intervención.

De Gregorio ha destacado que “el fenómeno migratorio ha adquirido a partir de 2015 una nueva dimensión, al menos a ojos de los europeos, como consecuencia del incremento del flujo de refugiados solicitantes de asilo, emigrantes económicos y otros emigrantes en condiciones de vulnerabilidad que han llamado a las puertas de la Unión Europea”. No obstante, ha proseguido, “nos enfrentamos a un problema de alcance global que trasciende a Europa, cuyas causas y retos de futuro van a ser el objeto de análisis de este curso”.

Durante su intervención, que ha sido introducida por el coronel Miguel Ángel Santamaría, ha realizado un recorrido histórico por los movimientos migratorios más importantes, así como por la situación jurídica y legal actual con respecto a este asunto, haciendo especial hincapié en los últimos años y el momento que atraviesa España en el contexto europeo.

“Si se consiguen unas condiciones precisas, la inmigración puede ser una oportunidad, pero si no es así, puede suponer un riesgo si se combinan la inadaptación, la crisis, el terrorismo, el fanatismo…”, ha dicho, a lo que añadido que la solución pasa por minimizar los efectos que pueden ser negativos y potenciar los positivos .

Entre otros datos, De Gregorio se ha referido a las cifras “sin precedentes” de 2015, que arrojan un número de desplazados en todo el mundo de 65,3 millones de personas (lo que supone que 24 personas cada minuto fueron desplazadas forzosamente de sus hogares) como consecuencia de la persecución, los conflictos, la violencia generalizada o las violaciones de derechos humanos. Asimismo, ha asegurado que el conflicto de Siria ha expulsado de sus casas a la mitad de los habitantes de este país, y ha recordado las alarmantes cifras de fallecidos en el Meditérraneo cuando intentaban huir de este tipo de situaciones: en 2015, fueron al menos 3.771; en agosto de 2016, ya se habían superado los 3.000.

A continuación, el catedrático de la Universidad Complutense y presidente del Patronato del Instituto de Empresa Universidad, Rafael Puyol, ha analizado los flujos migratorios actuales, sus características, tipos y movimientos, refiriéndose, de forma particular, a los temores que este fenómeno genera en la sociedad. Situaciones generadas “en el hecho de que perturben las características culturales y sociales, que quiten puestos de trabajo o que consuman más de lo que producen desde el punto de vista de la sanidad y la educación”, más apoyadas en prejuicios que en realidades.

Por último, el general consejero togado José Luis Rodríguez-Villasante ha hablado sobre La protección de los refugiados y de los desplazados internos por el Derecho internacional. Este derecho, ha comentado, se divide en tres partes que protegen la dignidad de las personas: el derecho internacional humanitario, el de los derechos humanos y el de los refugiados y desplazados internos, “unas normas internacionales que no son vasos incomunicados”.

En su intervención también ha hecho una referencia a la reciente Cumbre de las Naciones Unidas sobre las migraciones y desplazamientos forzados mostrándose crítico con su contenido. En este sentido, no ha ofrecido unas conclusiones muy optimistas sobre este fenómeno: “En general, no faltan normas sino la voluntad de aplicarlas por parte de los estados. Hay muchas organizaciones no gubernamentales como el movimiento internacional de la Cruz Roja que están al lado de los refugiados y desplazados internos, pero los estados, incluso Europa, no están aplicando con el debido rigor las normas internacionales que protegen a estas personas que necesitan ayuda”. Rodríguez-Villasante ha apuntado que “se ha dado algún paso atrás que se nota en Europa con las crisis de Siria y Afganistán; hay un tema muy importante que es diferenciar entre las personas protegidas, es decir, los refugiados y refugiados internos, y las migraciones económicas que necesitan de una protección distinta”.

Las ponencias y debates, que comenzaban hace unas horas, se celebrarán en el Palacio de Congresos de la ciudad de Jaca hasta el próximo viernes, 30 de septiembre. Durante el desarrollo del curso se va a hacer hincapié en la importancia de profundizar en el fenómeno migratorio desde una visión poliédrica, con muchas aristas y puntos de vista diferentes, como el humanitario, el legal, el de la seguridad y el de la delincuencia para intentar encontrar respuestas que no son fáciles.

El XXIV Curso Internacional de Defensa cuenta con la participación de 160 alumnos, de los que aproximadamente 100 son jóvenes. De todos ellos, algo más del 60% son civiles y el resto militares o miembros de la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. El carácter internacional del Curso se refleja en las diez nacionalidades que estarán representadas, mientras que el alumnado proviene de 29 provincias españolas.