540.000 € de inversión para Gloop, la prometedora startup de cucharillas comestibles ‘made in Jaca’

Gloop, la prometedora startup con ADN jaqués dirigida por Hernán Hernández y su socia Marta Maneja, acaba de cerrar una primera ronda de inversión de más de 540.000 euros que van a servir a estos jóvenes empresarios para seguir avanzando en el desarrollo de su empresa, pionera en la fabricación de cucharillas y pajitas comestibles. En poco más de un año, el talento jaqués ha logrado hacerse hueco en el mercado a través de esta foodtech, que cuenta con presencia prácticamente en toda España -también en Jaca-, mientras los fundadores de Gloop ya trabajan en nuevos retos.

Más de medio millón de euros de inversión para Gloop, la prometedora startup de cucharillas comestibles made in Jaca. El jaqués Hernán Hernández y Marta Maneja son los fundadores de Gloop.
Más de medio millón de euros de inversión para Gloop, la prometedora startup de cucharillas comestibles made in Jaca. El jaqués Hernán Hernández y Marta Maneja son los fundadores de Gloop.

Gloop, de cero a consolidarse en el mercado en un tiempo récord

«Ha sido un año de aprender mucho», explica Hernández, que reconoce que no todo ha sido fácil estos últimos meses. Desde que Gloop comenzara a comercializar sus productos, a finales de 2021, su facturación se disparó y empezó a crecer a un ritmo vertiginoso (más de un 20% al mes de media). Un año en el que, sin tener un equipo formado, estos jóvenes emprendedores han llegado a facturar hasta 15.000 euros al mes con un equipo de sólo cuatro personas.

Gloop es una startup –una empresa emergente- que nació hace dos años con el objetivo de terminar con los plásticos de un solo uso en productos como las pajitas, las cucharillas, los palillos chinos o los palitos para remover el café, a través de alternativas comestibles. Un joven jacetano de 25 años, Hernán Hernández, está detrás de la iniciativa, junto a su compañera Marta Maneja. Su empresa fue premiada por la plataforma Tik Tok como uno de los cinco mejores proyectos innovadores del mundo y fue incorporada, por méritos propios, a la prestigiosa incubadora y aceleradora de empresas Lanzadera, apadrinada por el empresario Juan Roig

Aprendizaje y consolidación de Gloop

En estos meses de arranque «había mucho que mejorar en el proceso y también en el producto, en la logística… pero el concepto en sí llamaba la atención», explica el jaqués. Y era eso, precisamente, el empuje que necesitaban para ver que el producto funcionaba y que había mercado y cómo podían ir a por él.

Fue en ese momento cuando comenzaron a buscar inversores, una vez que habían logrado demostrar que el beneficio económico era una realidad. Como recuerda Hernán Hernández, «el rango de éxito de una startup ronda el 20%; el resto, desaparece antes de un año». Pero los buenos resultados obtenidos por Gloop en los primeros seis meses de funcionamiento era un aval indiscutible para apostar por las cucharillas y la pajitas comestibles. Y así llegaron los primeros inversores. Algunos, de reconocido prestigio en el sector de las startup, lo que ha dado el impulso definitivo a Gloop. Entre ellos, nombres como Marc Coloma (Heura); Yago Arbeloa, (Viriditas), David Tomás (Cyberclick); Juan Pablo Tejela (Metricool) o José Carlos Cortizo (Product Hackers).

Los objetivos de Gloop a corto y medio plazo

La idea de Hernán Hernández y Marta Maneja siempre fue poder producir en Aragón, algo en lo que siguen trabajando. Sin embargo, no depende sólo de su decisión, ya que en la rentabilidad de su producto entran en juego muchos factores. Al mismo tiempo que comienza a planificar los pasos que dará en el futuro, Gloop tiene previsto sacar al mercado la cuchara 2.0, otro modelo de cuchara más larga y un tenedor para dar respuesta a empresas que les demandan un tipo de producto más específico.

De aquí a final de año se prevé que puedan estar en el mercado estos nuevos productos, además del removedor de café. Todos ellos incorporan mejoras en «textura, dureza, sabor, I+D y precios», señala el jacetano. Es un paso muy importante, ya que cuentan con la confianza de algunas de las empresas españolas más importantes del sector, y ello les va a llevar, al mismo tiempo, a ser competitivos con la madera. «En los próximos meses esperamos el mayor crecimiento exponencial», adelanta el fundador de Gloop.

Por destacar algunos datos para comprender el alcance de Gloop, esta empresa surgida del talento jaqués se plantea como objetivo en su segundo año alcanzar los 400.000 euros de facturación (el primer año cerraron el balance con unos 80.000). Actualmente el equipo encabezado por Hernández y Maneja está formado por una decena de personas, ya que para ellos también es importante poder mantener el equilibrio necesario para lograr un crecimiento sostenible.

Presencia en cientos de puntos repartidos por toda España

Hoy, Gloop ya tiene presencia en toda España. De 125 puntos que utilizaban hace solo unos meses sus cucharillas y pajitas comestibles, el objetivo es alcanzar este año los cerca de 400, diversificando también sus clientes ahora que están preparados ya para atender una demanda mucho mayor, como ferias, eventos o cines. También tienen presencia ya en el territorio, donde hay empresas como Elarte, en la Plaza de San Pedro de la capital jacetana, que ha apostado por Gloop.

«Nuestra estrategia -concluye Hernández- pasa por posicionarnos a nivel nacional como la marca de cubertería comestible española» como el primer paso para lanzarse al mercado europeo, con un gran potencial en el sector. En este marco, no se puede perder de vista que Gloop es una empresa con ADN jaqués que en apenas dos años ha conseguido convertirse en un referente en la revolución contra el plástico y la madera de un solo uso en la alimentación.

Por Rebeca Ruiz

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