Y Biescas se llenó de otoño en una feria muy especial. (FOTO: Rebeca Ruiz)

Y Biescas se llenaba de otoño en una feria muy especial, casi tanto como esperada. Desde que le certamen, que alcanza su vigésimo octava edición, abriera sus puertas este sábado, muchos han sido los que han pasado por la localidad pelaire en una edición adaptada a las circunstancias, pero con el espíritu de siempre. Hasta esta noche no cerrará sus puertas.

Colores, aromas, sabores y sensaciones se volvían a entremezclar en una propuesta con la que la Feria de Otoño de Biescas se ha vuelto a reivindicar como un referente consolidado en las citas obligadas del medio rural. Un certamen que, a falta de las últimas horas, ha superado todas las expectativas con creces. Y donde la agroalimentación, la ganadería, la artesanía y el queso –el premio al Mejor Queso de Otoño se lo ha llevado Radiquero– han vuelto a convertirse en los grandes protagonistas. Eso sí, con mascarilla y aforos limitados, pero con la vistosidad y el atractivo de siempre.

Ambiente festivo, fundamentalmente, en una jornada donde el tiempo ha acompañado en Biescas, donde también ha quedado sitio para la solidaridad y las reivindicaciones.

Por Rebeca Ruiz. Texto y fotos.