
por Rebeca Ruiz
Ecologistas en Acción, Amigos del Camino de Santiago de Jaca (Jaca Jacobea) y Seo Bird Life, junto a una veintena de particulares que forman parte de la Plataforma Stop Cerdos Canal de Berdún, y otras asociaciones, como Acción Verde de Huesca, han presentado alegaciones a la ampliación de una granja de cerdos (de 1.999 hasta 6.240 plazas) en Puente la Reina, basándose principalmente en la necesidad de protección de la economía sostenible y turística de la zona y del patrimonio y en el hecho de que es una actividad “incompatible” con cualquier otra, así como en las consecuencias que este tipo de explotación puede generar a nivel de contaminación ambiental. El movimiento pretende frenar la amenaza de la proliferación de granjas intensivas de ganado porcino, ya que considera que “estas explotaciones son tremendamente nocivas para el territorio y sus residuos un peligro para las aguas, el medio ambiente y natural de la comarca”.
Mariano Polanco, de Ecologistas en Acción, explica que se trata de una actividad que “no genera ningún tipo de beneficio”, con un sistema de producción para el que se requiere apenas un puesto de trabajo, ya que este tipo de explotaciones están totalmente automatizadas y es una única empresa la que controla todo el proceso productivo, y que conlleva graves problemas por “la saturación de acuíferos con compuestos nitrogenados”, que “sólo aportaría al territorio peligros, impacto ambiental” y que “absolutamente incompatible con otro tipo de actividad, como turismo o servicios”.
Por ello, las alegaciones presentadas por Ecologistas en Acción recuerdan que existe una moratoria municipal para este tipo de instalaciones en Jaca, Puente la Reina y Canal de Berdún, y advierten de que no existe informe de compatibilidad urbanística de los Ayuntamientos de Puente la Reina y Canal de Berdún, donde está ubicada la granja.
Asimismo, señalan las “afecciones” e “impactos” sobre un Bien de Interés Cultural, como es el Camino de Santiago. En este sentido, Montse García , presidenta de la asociación Amigos del Camino de Santiago, explica que el expediente ni siquiera tiene en cuenta el Camino, y no detalla la distancia mínima que debe existir desde la explotación hasta el BIC, “lo que crea dudas de que se cumpla” con la legalidad. Además, “condiciona la instalación y expansión de otros tipos de negocios necesarios para el Camino de Santiago, un bien reconocido internacionalmente y un recurso sostenible, ante el que existe el derecho y la obligación de conservarlo”. “Los proyectos de granjas de intensivo pueden comprometer la esperanza de muchos de desarrollar el Camino de Santiago en Aragón”, explicaba la presidenta de Jaca Jacobea.

También se denuncia en las alegaciones “el flagrante incumplimiento de la normativa europea de Bienestar Animal”, “el erróneo y malintencionado cálculo de hectáreas para la disposición de purines” (con un exceso de nitrógeno que “contaminaría aguas del acuífero del río Aragón y las aguas del mismo cauce”), “fundadas dudas sobre el suministro de agua necesaria para la pretendida explotación porcina” y “la incompatibilidad de esta actividad con otras socioeconómicas de la zona”, donde “el mismo Estudio de Impacto Ambiental refleja que el 49 por ciento de los puestos de trabajo dela zona son del sector servicios”.
Otro de los representantes de la plataforma, Peter Rich, propietario de un negocio de turismo rural, insistía en la “incompatibilidad” de la actividad turística de la zona con la ampliación de las granjas de porcino intensivo, que, según los datos existentes, rondarían las 25.000 cabezas en la zona, “afectando a la calidad de vida en el medio rural”.
Rich recuerda que en esta parte de La Jacetania están protegidas tres especies en peligro de extinción (la avutarda, el quebrantahuesos y el cangrejo común), “muy sensibles a la alteración del hábitat”, sin olvidar otras especies igual de sensibles aunque no estén protegidas, como el cernícalo, el milano, el aguilucho o la nutria.
Luis Cidraque, agricultor y también miembro de la plataforma, añade que este tipo de ganadería no aporta ningún beneficio a la economía comarcal, “ni siquiera en el precio de los cereales, que está controlado por el integrador” y que son explotaciones que “no sólo no crean riqueza, si no que comprometen la creación de riqueza”.
La Plataforma Stop Cerdos Canal de Berdún confía en la decisión de los ayuntamientos implicados, donde les consta que se está trabajando sobre una normativa local que regule este tipo de instalaciones. Ahora, el plazo de alegaciones al expediente ha terminado, y habrá que esperar a la decisión de la Administración sobre el mismo. Una vez conocida esta decisión, en caso de que fuera negativa para la plataforma y que diera vía libre a la ampliación de la explotación, aún quedaría el recurso de reposición que, en el caso de fracasar también, conduciría a la interposición de un recurso contencioso administrativo, una medida que habría que estudiar en su caso pero que no se descarta por parte de algunos de los miembros de la plataforma.