Existen numerosos estudios que demuestran que pasear por entornos naturales nos aporta beneficios físicos y emocionales. La naturaleza mejora nuestro estado de ánimo, reduce nuestro ritmo cardíaco, refuerza nuestro sistema inmunitario, y hay incluso quien asegura que también mejora nuestra creatividad.
En Japón, existe una práctica llamada shinrin-yoku, que podríamos traducir como baños de bosque, que pone en valor el efecto terapéutico de los bosques y entornos naturales y los múltiples beneficios que genera en nuestra salud percibir los aromas florales, el sonido del agua, o el amplio abanico de colores que la naturaleza nos ofrece.

Nuestra propuesta de hoy consiste, más que en andar, en sentir. Os invitamos a sumergiros en la naturaleza con tres paseos de dificultad escasa, pero muy reconfortantes, en los que contagiarse de la paz de nuestros bosques, llenar los pulmones de aire y reencontrase con la naturaleza, y con uno mismo, en la Tierra de Biescas.
1. Casita de las Brujas
La excursión a la Casita de las Brujas es obligada en nuestra tierra. Saliendo desde la Plaza del Ayuntamiento de Biescas, debemos dirigirnos hacia el Parque Arratiecho. Una vez allí, solo hay que seguir las indicaciones y, después de cruzar un único cruce de la carretera, nos adentraremos en un bosque mixto de roble y pino. Sólo queda poner vista, olfato, oído y tacto en los múltiples estímulos sensoriales de la naturaleza, y disfrutar del camino.
2. De Oliván a Susín
Saliendo desde la iglesia de San Martín de Oliván, y siguiendo las marcas del GR16, llegaremos a la pista de inicio de nuestro paseo. Tras un primer tramo de pista, y después de cruzar el barranco de Oliván, tomaremos el sendero indicado que nos llevará hasta Susín por un bosque frondoso de pinos por el que caminar despacio, prestando atención a la vegetación que nos vamos encontrando en nuestro camino.

3. Selva de Yosa
Partiendo desde la población de Yosa de Sobremonte, seguiremos las indicaciones hacia Plana Vaqueriza y después hacia la Selva de Yosa. El recorrido circular nos llevará por un precioso hayedo en el que reina la paz. Un buen lugar para reencontrarse.
Hoy os planteamos estos tres recorridos desde un punto de vista terapéutico, en los que más importante que el ejercicio físico, es sentir la conexión con la naturaleza y dejar que esta entre en nosotros a través de los cinco sentidos.

Pero, como ya sabréis, hay muchos más. La Tierra de Biescas tiene mil y un rincones en los que poner en práctica el shinrin-yoku, y desde aquí os animamos a descubrirlos.

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