Es nombrar a Vito en Jaca y sobran las presentaciones. Victorino López es la viva representación del voluntario. Llegó a la ciudad desde su León natal a finales de los 80, previo paso por Ibiza, y se ha ganado a pulso el cariño de los jacetanos. Aquí formó su familia y aquí se ha convertido en toda una institución. Su vocación de servicio no tiene límites, hasta el punto de que ha creado escuela. El año pasado, el Ayuntamiento de Jaca reconoció en la Gala Local del Deporte su entrega desinteresada durante años. Todo es poco para Vito, que ya es parte de la historia viva Jaca.