Pocas palabras, muchas imágenes. Poco ruido, algunos silencios… muchos momentos a observar. Rostros, gentes, caras, amigos, vecinos, un círculo que se abre y que se cierra mientras suena la melodía de Sanson de Borau. Terminan estas XII Jornadas Micológicas de Borau. Una fiesta en torno a la micología, pero una fiesta con nombre y apellidos de un pueblo que, sin duda, lo ha vuelto a dar todo por generar un ambiente diferente en sus calles.