Con gran afluencia de público, en la mañana del sábado se presentaba en la librería Oroel de Jaca el cómic El rastro del Grial, del que Abraham García es el autor de los textos, y Jaime Carañana de las ilustraciones.
Editado por GP Ediciones, cuenta dos historias, con algún tinte de género negro, en torno a esa figura emblemática como es la del Santo Grial, del que se dice que se albergó por nuestras tierras, como lugar de paso en su largo periplo. Cuenta la tradición que fue el propio San Pedro quien lo trasladó a Roma, oficiando con él los sucesivos papas. Uno de ellos, Sixto II, en el siglo III, fue quien lo mandó traer a San Lorenzo a Huesca, en cuya catedral fue custodiado.
Tras el rastro del Grial… en la historia
Más tarde, a partir del avance musulmán del siglo VIII, el obispo Acislo lo envió a las montañas, bajo la protección del monasterio de San Juan de la Peña, siendo venerado en otros lugares cercanos, entre los que se incluye la propia Jaca. En el siglo XIV, Martín I el Humano lo traslada a Zaragoza, y en la siguiente centuria era Alfonso V el Magnánimo el que lo llevaría a la Catedral de Valencia, donde se le puede dar culto actualmente.
Un paseo por La Jacetania
LA TRAMA: Marc Lombart (abuelo) y Marc Lombart (nieto) se enfrentan, en dos épocas distintas, a uno de los mayores enigmas de la humanidad. En su trabajo se plantean cuánto hay de cierto en el hecho de que el cáliz de la Última Cena, el Santo Grial, llegara a la península ibérica en la Edad Media. También cuestionan si la reliquia de la Catedral de Valencia es el único y verdadero Cáliz. La búsqueda del vaso sagrado les llevará, en un viaje con 80 años de diferencia, primero a Jaca y San Juan de la Peña, desde Canfranc, y, más tarde, a Valencia. Los escenarios jacetanos son perfectamente reconocibles en El rastro del Grial.
En el acto, era Javier Acín, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Jaca, el que comenzaba la presentación confesando su «falta de acercamiento a este género literario», «pero que debo reconocer que me ha enganchado…», proseguía, añadiendo, posteriormente, que «es una verdadera satisfacción presentar este trabajo, en el que sale representada Jaca, como ciudad y encabezando un territorio en el que ha sido protagonista el Santo Grial durante siglos…».
Historias independientes que unen dos épocas a través del rastro del Grial
A continuación, era Jaime Carañana quien desgranaba veladamente los entresijos de las historias, «que si bien son independientes, ya que tienen su propio final, sí que cuentan con el nexo de que los protagonistas son abuelo y nieto, cada uno en su época».
Seguidamente, era Daniel Viñuales, el editor, quien, dado que no quedaban totalmente cerradas las tramas, lanzaba un órdago para una posible continuación.
Finalmente, el coautor Carañana, firmaba ejemplares de la obra, dando por concluido el entrañable acto.
Por Chema Tapia
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