
Fruto de las investigaciones que durante años han realizado Pilar Benítez y Óscar Latas se presentaba en la Feria del Libro de Jaca su último trabajo: Sobre la pastorada aragonesa. Estudio filológico de las pastoradas en aragonés del siglo XVIII. Una obra que recoge los estudios realizados sobre estas piezas teatrales que han sobrevivido al paso de los siglos como piezas fundamentales en la conservación del patrimonio material e inmaterial de Aragón.
«La pastorada es una de la manifestaciones teatrales más populares y más antiguas de la literatura en Aragón»
«La pastorada es una de las manifestaciones teatrales más populares y más antiguas de la literatura en Aragón que, además, se escribía en las tres lenguas de Aragón. En castellano, la mayoría, pero también las hay en aragonés y en catalán de Aragón», explica Benítez.
La pastorada ha sido clave para la conservación de la cultura y la lengua aragonesas. Tal es así, que estas piezas se siguen representando en algunas localidades. Hay que destacar en este punto el Alto Gállego, donde se han conservado desde hace siglos y cuentan con un gran arraigo.
De hecho, como apunta Pilar Benítez, «las únicas pastoradas en aragonés que se siguen representando son las de Panticosa y Yebra de Basa, en el Alto Gállego; y la de Capella, en La Ribagorza».
La pastorada del siglo XVIII escrita en aragonés
El libro que Benítez firma junto a Óscar Latas se centra en el estudio de la pastorada del siglo XVIII escrita en aragonés: Los dichos al glorioso San Roque de Panticosa, en el Alto Gállego; la pastorada dedicada a Santo Domingo de Guzmán de Besians (La Ribagorza), los Dichos para el trillo de San Sebastián (La Fueva) o la pastorada de San Hipólito (Castejón de Sobrarbe) protagonizan el volúmen que se presentaba este sábado en la Biblioteca de Jaca.
Tras años de estudio por separado, sus autores han aunado esfuerzos para crear un libro que acaba de ver la luz y que pone en valor estas piezas teatrales, sus orígenes y las consideraciones literarias y lingüísticas que las rodean. Y que fueron y son especialmente importantes en La Jacetania y el Alto Gállego.
Del villancico barroco a la pastorada
Entre otras conclusiones del estudio realizado por Pilar Benítez y Óscar Latas, destaca el hecho de que el primer dicho de una pastorada documentado pertenece a un pueblo de la Diócesis de Jaca, aunque no se señala de qué localidad se trata. «Se encuentra en una obra del siglo XVII de Simón Plaza, y es el primer testimonio documentado de una pastorada». Un hecho de suma importancia teniendo en cuenta que no se refiere a la primera escrita en aragonés, sino a la primera documentada de todo Aragón.
Además, en el origen de la pastorada se encuentra el villancico barroco. Y al igual que en su caso, los primeros de los que se tiene constancia están vinculados a Jaca.

Sobre la pastorada aragonesa. Estudio filológico de las pastoradas en aragonés del siglo XVIII
Sobre la pastorada aragonesa. Estudio filológico de las pastoradas en aragonés del
siglo XVIII es una investigación que intenta poner de relieve el valor filológico de las pastoradas aragonesas, en general, y de las escritas en aragonés, en particular.
Asimismo, quiere responder a las cuestiones literarias y lingüísticas que suscitan estas piezas teatrales, desde planteamientos que se alejan de la visión tradicional sobre dichas obras y la lengua utilizada en ellas.
Así, desde el punto de vista literario, se defiende que la pastorada aragonesa, si bien suele estudiarse dentro del llamado dance aragonés, constituye un subgénero teatral autónomo, que presenta características diferentes, pero también similares a manifestaciones dramáticas de otros territorios. Desde el punto de vista lingüístico, se sostiene que la lengua empleada en estos textos dramáticos corresponde a la hablada en cada una de las localidades en las que se representaron.
Constituye, por tanto, además del mayor corpus escrito en lengua aragonesa en los siglos XVIII y XIX, un interesante e ineludible testimonio para comprender la evolución de la lengua aragonesa.
María Pilar Benítez Marco
Doctora en Filosofía y Letras (Filología Hispánica), es profesora de enseñanza secundaria y profesora asociada de la Universidad de Zaragoza. Además de numerosos artículos en revistas científicas, ha publicado los libros Contribución al estudio de La Morisma de Aínsa (1988), L’ansotano. Estudio del habla del valle de Ansó (2001), María Moliner y las primeras estudiosas del aragonés y del catalán de Aragón (2010), El Estudio de Filología de Aragón en la Diputación de Zaragoza (1915- 1941), Hacia un centro de estudios aragoneses (2012), La turolense Áurea Lucinda Javierre Mur: abriendo caminos de mujer (2017) y, con Óscar Latas, Diccionario de voces aragonesas de María Josefa Massanés Dalmau. Una curiosidad lexicográfica del siglo XIX (2018).
Óscar Latas Alegre
Diplomado en Profesorado de Educación General Básica y licenciado en Filosofía y
Letras (Geografía e Historia), es técnico de Cultura y Patrimonio en la Comarca Alto
Gállego. Entre sus publicaciones, destacan los libros Misión lingüística
en el Alto Aragón de Jean-Joseph Saroïhandy (2005), Informes sobre el aragonés y el
catalán de Aragón de Jean-Joseph Saroïhandy (2009), Encuestas lingüísticas en el Alto
Aragón de Josep Maria de Casacuberta (2015), Cómo se cazan las palabras. Artículos
sobre el aragonés de William Dennis Elcock (2018), El aragonés a principios del siglo XX:
la Oficina Romànica (2018), Precursores en la enseñanza superior de la lengua aragonesa. Apuntes para su centenario (2020) o Las pastoradas aragonesas de Yebra de Basa
en el siglo XIX (2021).
Por Rebeca Ruiz
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