Malestar por el desvío al hospital San Jorge de todas las mamografías que se realizaban en Jaca

img_0039por Rebeca Ruiz

La Plataforma Ciudadana Pro Hospital de Jaca ha denunciado una nueva modificación en el funcionamiento del centro jaqués, que en este caso supone una merma más del servicio de radiología, uno de los más afectados por las necesidades del hospital y cuya situación, tanto en cuanto a personal como en cuanto a medios, formaba parte de las reivindicaciones planteadas por el movimiento ciudadano desde sus primeras acciones.

La plataforma recuerda que el problema del servicio de radiología ya comenzó hace unos meses, cuando “se llevaron el mamógrafo, pero quedaba la ecografía”. El servicio de radiología de San Jorge, de donde se depende ahora, sólo envía a Jaca un radiólogo dos días al mes y de la lista de ecografías que se cita al menos la mitad son ecografías mamarias, unas 45 mensuales. “Desde hace unos días se ha recibido la orden de citar todas las ecografías mamarias en el hospital San Jorge de Huesca”, explican desde la plataforma.

Ello supone un grave problema por dos razones: en primer lugar, en torno a medio centenar de mujeres deberán desplazarse cada mes a Huesca para realizarse una prueba mamaria, y por otro, y quizá más grave por las características intrínsecas a este tipo de pruebas y a las enfermedades que pueden diagnosticar, es que la lista de espera de San Jorge para estas citaciones es de un año. La plataforma achaca esta nueva situación a intereses puramente economicistas o ajenos a las necesidades reales de los pacientes adscritos al centro jaqués, ya que es un servicio que se realizaba en el hospital de Jaca desde que éste entró en funcionamiento “sin que se haya constatado fallos”.

Antes de la asimilación del hospital de Jaca al Salud, y cuando la consulta de ginecología detectaba algún tipo de anomalía en una exploración mamaria,  inmediatamente se realizaba una ecografía o mamografía que permitía establecer la urgencia del caso, algo totalmente inviable en estos momentos.

La plataforma explica que el deterioro del servicio comenzó con un convenio con Aliance para realizar resonancias, que se hizo extensivo a las mamografías, a pesar de contar con un mamógrafo en el centro.  Este aparato fue retirado del centro “por obsolescencia”  hace unos meses con el compromiso de que iba a ser sustituido por otro más moderno. La solución final ha sido la desviación del servicio al hospital San Jorge de Huesca.

Las críticas y el malestar de los miembros de la plataforma no se han hecho esperar: “En el hospital de Jaca han llegado a trabajar dos radiólogos y el presupuesto de sus plazas o está amortizado o empleado en otros hospitales; según el consejero Celaya, ningún especialista desea trabajar en centros periféricos con poca tecnología, como si la cobertura sanitaria de la población no la organizase un grupo de responsables políticos y técnicos de la DGA sino las apetencias de los profesionales”. La platafomra ha llegado a plantear la posibilidad de exigir la dimisión de los altos cargos de Sanidad en Aragón.

En este sentido, la plataforma pone encima de la mesa dos de sus más antiguas reivindicaciones: la necesidad de dotar los centros periféricos con tecnología y medios, que sirvan para modernizar (o en su caso, tender a la especialización de las carteras de servicios de estos hospitales), o incentivar de algún modo el trabajo en estos lugares para que las plazas resulten atractivas para los profesionales. Se da la circunstancia de que Huesca es la única capital de provincia del estado españolen la que  la sanidad pública no tiene Resonancia Magnética (toda la que se realiza es privada, mediante concierto).

“La sanidad sólo es pública si se dota de equidad y accesibilidad”, mantiene la plataforma, cuyos miembros continúan a la espera de ser recibidos por el gerente de los sectores sanitarios de Huesca y Barbastro y de que la Administración les explique, como se comprometió en una reunión mantenida hace meses con las fuerzas sociales, la hoja de ruta que se va a seguir para suplir las carencias que sufre el Hospital de Jaca. Un plan director que debería darse a conocer en los próximos días y que la plataforma cree que no responderá, vistas las últimas decisiones tomadas del Salud, a las verdaderas necesidades del centro jaqués, avaladas en el hecho de que “no hay volumen de trabajo suficiente”, según el Gobierno de Aragón.

Según los datos que constan en el hospital de Jaca, en el año 2009, con la presencia de radiólogo todos los días durante seis horas diarias, se realizaron 2.415 ecografías, siendo de mama 779. En 2014, con la presencia de radiólogo dos días a la semana durante 9 horas diarias, se realizaron 2.852  pruebas (de mama fueron 577, a las que hay que sumar las que se llevaron a cabo en un camión que se desplazaba al centro periódicamente). Hasta la fecha, en el presente ejercicio, “con lista de espera provocada por la ausencia de radiólogo y derivando pacientes a Huesca (Hospital San Jorge y a clínicas privadas), se realizaron en el Hospital de Jaca  un total de 546 ecografías, de las cuales,  69 fueron de mama; todo lo anterior con el contrato de una empresa privada que realizó las pruebas en 11 días”, datos que desmontan la teoría de la Administración de que la ratio es baja para mantener este servicio.

Por otro lado, las firmas recogidas en apoyo a las reivindicaciones de la Plataforma Pro Hospital de Jaca se aproximan ya a las 20.000, reto que se puso el movimiento para respaldar las interpelaciones que llevará a las Cortes Regionales. Allí, sus miembros pedirán comparecencia para explicar los problemas del hospital y exigir una solución definitiva al mismo. Se ha reactivado la petición a través de Change.org para poder multiplicar estos apoyos, respaldados también por ayuntamientos, consejos de salud y tras instituciones y organizaciones de la zona.

Al Hospital de Jaca están adscritas más de 34.000 personas de las comarcas de la Jacetania, Alto Gállego y Sobrarbe, población que se multiplica en determinadas épocas al año. La plataforma continuará trabajando y no se disolverá hasta que la administración no ofrezca una salida real y objetiva que garantice una sanidad pública de calidad en los valles del Alto Aragón.