Leyendas de la Tierra de Biescas

Son numerosas las leyendas y creencias que forman parte del patrimonio inmaterial del Alto Gállego; cientos de relatos y hechos históricos que, generación tras generación, han sido transmitidos hasta llegar a nuestros días para poder ser escuchados. Y así ha de continuar.

El especialista en mitología y brujería Angel Garí ideó para nosotros la misteriosa Ruta de las Brujas, que nos guiará desde Orna de Gállego hasta Portalet, a través de numerosos enclaves que fueron testigo de terribles persecuciones de brujas o de encuentros con el diablo.

Tierra de brujas y leyendas

La Ruta de las Brujas es un recorrido por el patrimonio inmaterial del Alto Gállego, que a través de símbolos mágicos y religiosos nos acerca a los hechos históricos y relatos legendarios que marcaron el devenir de las gentes y los pueblos de esta comarca del Pirineo. Hoy en día, todavía podemos ver vestigios de esos hechos en la toponimia de la zona. (Barranco del Infierno, pico los Infiernos, Forato d’os diaples, Puente del Diablo, Casita de las Brujas, etc).

De sobra son conocidos, y están bien documentados, los episodios de posesión demoníaca colectiva que tuvieron lugar en el Valle de Tena y alrededores (1637- 43). Solo en Tramacastilla y Sandiniés, 62 mujeres se vieron afectadas, dando como resultado una de las posesiones colectivas más importantes de Europa.

Entre Piedrafita y Tramacastilla se encuentra el misterioso Bosque del Betato, con leyendas de duendes y episiodios de aquelarres

Entre Piedrafita y Tramacastilla, se encuentra el misterioso Bosque del Betato, poblado por duendes, por el Bosnerau, por el Uñazas y cómo no, por las temidas brujas. Era allí donde celebraban sus encuentros y aquelarres. A los habitantes de Piedrafita les llaman brujos… ¿Por qué será?

No es casualidad que la Ruta de las Brujas de Ángel Garí tenga su parada en la Tierra de Biescas, pues son muchas las historias que se cuentan de sus mágicos lugares. Por ejemplo, en las cercanías de Santa Elena y su fuente milagrosa, la cueva de la Traconera, donde se dice que vivía un dragón.

Lugares de leyenda y misterio

También aquel puente romano al que hoy llamamos El puente del Diablo, de donde se cuenta que un joven de Biescas fue tentado por el demonio a tirar a su amada al vacío, como pago por el pacto que previamente habían realizado para conseguir su amor.

Puente del Diablo. Camino a Santa Elena. (FOTO: Francisco López Saura)

De las Señoritas de Arás, también conocidas como el cura y la casera, se cuenta que fue un hechizo el que transformó al párroco del pueblo y su criada en piedra tras mantener un encuentro amoroso.

Señoritas de Arás -el cura y la casera-. (FOTO: Ayuntamiento de Biescas)

 Al parecer, las brujas eran muy aficionadas a esconderse en los bosques y a ocultar casetas solitarias en aquellos puntos más estratégicos. O eso cuentan las leyendas. Una de ellas la encontramos en Biescas: la llamada Casita de las Brujas, donde vivía la bruja Maut, y se cuenta que hacía ladrar a las personas como a perros.

En el Valle del Sía también se cuentan historias… como aquella que dice que cerca de Espierre se halla una extraña construcción llamada O Fornaz, un túmulo de tierra y piedras, en cuyo interior se dice que vivía el diablo y en alguna parte había un agujero por donde ningún niño, bajo ningún concepto, debía mirar.

Bulto O Fornaz, en Espierre (FOTO: J. M. Navarro)
Bulto O Fornaz, en Espierre (FOTO: J. M. Navarro)

De brujas y demonios

Un poco más hacia arriba, entre Gavín y Yésero, encontramos el Barranco del Infierno. Cuenta la historia que en la época de la peste llegaron a Gavín a pedir refugio dos mujeres, y como agradecimiento a sus milagrosas curaciones, les cedieron la pardina de As Biellas, propiedad de la ermita de San Bartolomé. Al poco tiempo, descubrieron que las dos mujeres realizaban aquelarres y tenían encuentros con el demonio en las orillas de aquel barranco, al que desde entonces se le conoce como el Barranco del Infierno.

Situado en la vertiente norte de la Sierra de Tendeñera, junto a las Peñas de Gavín, encontramos una gran cavidad llamada El Forato os Diaples (agujero de los diablos). Este lugar tan especial es origen de leyendas y relatos que lo señalan como punto de conexión con el inframundo, del cual emergen diablos voladores.

Forato Os Diaples, en Sierra Tendeñera. (FOTO: Javier Urrutia)

Y estas son solo una pequeña parte de todas las leyendas que por estas tierras se cuentan. Os animamos a recorrer la ruta de las brujas y a que os adentréis en los misterios y leyendas que rodean la Tierra de Biescas.

Por Marta Luis Blasco. Técnica responsable de la Oficina de Información y Turismo de Biescas

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