La memoria viva de Jaca y sus gentes, a escena con la obra ‘Y parece que fue ayer…’

La memoria viva de Jaca y sus gentes, a escena con la obra 'Y parece que fue ayer...'. Toño L'Hotellerie y Javier Acín, durante la presentación. (FOTO: Rebeca Ruiz)
La memoria viva de Jaca y sus gentes, a escena con la obra ‘Y parece que fue ayer…’. Toño L’Hotellerie y Javier Acín, durante la presentación. (FOTO: Rebeca Ruiz)

La Escuela Municipal de Teatro de Jaca, de la mano del actor y periodista Toño L’Hotellerie, recupera la memoria reciente de la ciudad y sus gentes en la original propuesta Y parece que fue ayer… Una obra cargada de sentimientos en la que se repasan lo acontecimientos que marcaron la vida de los jacetanos en los años 60 y 70 y que se estrenará el próximo 13 de mayo en el Palacio de Congresos.

Y parece que fue ayer…

Javier Acín, concejal de Cultura de Jaca, y Toño L’Hotellerie, director del proyecto, presentaban el estreno de Y parece que fue ayer. Se trata de una comedia costumbrista que supone el epílogo al primer curso de teatro para adultos promovido por el Área de Cultura del Ayuntamiento de Jaca, en el que han participado hasta 20 alumnos que se han formado en el teatro del instituto Domingo Miral.

Acín hacía referencia a que «la aventura» teatral que ahora tiene su broche de oro con el estreno de la obra, que es el resultado de un proyecto que se ha prolongado durante ocho meses, «comenzó mucho antes. Y es tan importante lo que ven los espectadores como todo lo que hay detrás». Será la primera entrega de la apuesta municipal por el teatro, que se completará el próximo 18 de junio con la puesta de largo del grupo juvenil.

Y parece que fue ayer... rescata la Jaca de los años 60 y 70.
Y parece que fue ayer… rescata la Jaca de los años 60 y 70.

A partir de ahora, la Escuela Municipal de Teatro se incorporará a la agenda de la ciudad, y estará presente en todos los momentos importantes de la vida social jacetana, tal y como anunciaba el concejal. «Nos lo debíamos», añadía Acín, resaltando la «vocación por el teatro» que siempre ha existido en la ciudad. Por eso, Y parece que fue ayer… servirá «para ponernos en valor a nosotros mismos» y para «transmitir tanta emoción de la que estamos tan necesitados, porque son nuestra gente y se va a hablar de nuestras cosas», concluía Acín.

Un recorrido por la nostalgia con las efemérides de Jaca

Para Toño L’Hotellerie, el proceso hasta el estreno del próximo viernes ha sido apasionante. Confiesa que, al igual que los actores, tiene «una ilusión increíble». Parece que fue ayer… es la consecuencia de ocho meses «de trabajo intenso en formación actoral», con todo lo que ello supone. Una gran parte del tiempo, además, trabajando con mascarilla, lo que se ha traducido en una dificultad añadida.

El resultado, en palabras del actor, es «un recorrido por la nostalgia», donde se aborda «la historia reciente que todavía no está en los libros, pero que se ha transmitido por tradición oral». Son las «efemérides de Jaca» que permitirán saber «qué sucedió; conocer qué nos pasó, porque los recuerdos se acaban disolviendo» si no se cuentan, explicaba, en la presentación, el director del proyecto. Un trabajo que además hace un guiño a la mujer y a la evolución de su papel a través del tiempo y que ha contado con el asesoramiento de Valentín Mairal. Y en el que L’Hotellerie ha logrado sacar a los actores «de su zona de confort» con una obra que ha tardado en escribir cinco meses y medio porque, al igual que el grupo, iba cambiando en función de la evolución de los protagonistas.

De Jaca, al Festival Internacional de Cine de Huesca

Marta Labarta, Erika Medrano, Bea López, Cecilia Ramón, Javier Álvarez, Sara Royo, Janet Valencia, Isabel Luzón, Pepe Mur, Javier Cano, Mery Abril y Cristina Martínez completan el elenco de actores de Y parece que fue ayer

Cabe destacar, como curiosidad, que los actores de Y parece que fue ayer… también participaron en una campaña publicitaria del comercio de Huesca que se presentará en el Festival Internacional de Cine de Huesca. Además, el realizador Eduardo de la Cruz ha grabado la obra y se impulsará su difusión a través de distintos vídeos.

Escrita y dirigida por el actor y periodista Toño L’Hotellerie, y utilizando la fuerza dramatúrgica de la nostalgia, la obra invita a hacer un recorrido por la ciudad de Jaca en dos décadas decisivas, la de los años sesenta y los setenta. Historia reciente y sociología se dan la mano para recorrer esos años que están marcados por el aperturismo, recorriendo comercios, costumbres y lugares que ya solo existen en la memoria, así como el papel de la mujer, la política y los usos sociales; las nuevas tecnologías que llegaron de la mano de la primera televisión que se vio en Jaca, la lavadora o la popularización del teléfono en el ámbito doméstico, que en aquel momento supuso una gran revolución.

El propio régimen abría la mano al fenómeno del turismo, mirando hacia otro lado, sabedor de que era una importante fuente de ingresos, y a Jaca llegaron los primeros turistas para admirar nuestras joyas del Románico, que para los lugareños hasta entonces habían sido solo ‘cuatro piedras viejas’, y permitiendo además que chicos y chicas estudiaran por fin juntos.

La gente se divertía en las verbenas y los casinos, era el apogeo de los cines (hasta cinco hubo en Jaca).

Con la llegada de los Festivales, la Calle Mayor de Jaca se convertía en ‘la Calle Mayor del mundo’, según dijo la prensa, y los jacetanos acostumbraban a ver frente al Hostal Oroel al Ballet Imperial de Laos o la danza de la fertilidad del Congo, mientras los extranjeros, con sus gorros mejicanos, una horca de ajos en el cuello y una botella de Ricard, daban buena cuenta de sus fiambreras en los bancos de piedra del paseo.

Se popularizo el esquí, y también nuestra ciudad tuvo por fin su pista de hielo. Así, así es como Jaca, se embarcó para siempre en su futuro.

Y parece que fue ayer… Palacio de Congresos de Jaca. Viernes, 13 de mayo de 2022. 20.00 horas y 22 horas. Invitaciones disponibles online o en taquilla.

Por Rebeca Ruiz

Y parece que fue ayer…

Después de hoy ya nada nunca será igual.

Esta es la historia de cuatro amigas: Nati, Maribel, Juani y Pilita. Amigas desde la infancia, amigas desde siempre, y que además -siempre- que les es posible quedan en cualquier terraza de Jaca para tomar algo, desahogarse o ponerse al día.

¡Como pasa el tiempo! ¡Qué deprisa pasa la vida! Este año las cuatro cumplirán 65 años. Y es que las cuatro son de la quinta del 57.

Esta tarde emprenderán un viaje que ni en sus mejores sueños hubieran imaginado.

Regresaran a su infancia, al desparecido colegio de Santa Ana, al oratorio. Volverán a tener entre sus manos el trapo de costura. Callarán cuando sientan por el ruido de las viejas tablas del suelo que se acerca airada, la madre superiora. Acariciarán cada uno de los recuerdos de infancia y juventud, el olor de los dobladillos de Gairín, volverán corriendo por la Calle del Reloj para ver pasar a los internos de Escolapios… Y, de pronto, serán ya mujeres. Y saldrán a la vida a la conquista de sus sueños, de sus ilusiones, de sus proyectos, a ritmo de Formula V, Los Bravos o Karina, recorrerán la década de los sesenta y los setenta en la ciudad de Jaca.

La llegada de la primera televisión que trajo Gabino a nuestra ciudad. Discutirán sobre eso que andan diciendo: ¡Que van a derribar el Templete! Acudirán al baile de la Cooperativa, y al del Casino. Volverán a asomarse a los escaparates de Simeón, de El Siglo, de Juan Lacasa.

Entre tanto, los chicos gastan sus tardes jugando al billar en el centro de Acción Católica: ¡Dicen que el hombre va a ir a la luna! ¡Qué barbaridad!. Y, soñando con hacer un grupo musical, ya tienen un nombre (Los Troniuns), con el piensan conquistar el mundo. De hecho, han actuado ya en Candanchú y en Sabiñánigo.

Casualmente, se encontrarán chicos y chicas en la Calle del Teatro (o no tan casualmente). Y es que por allí pasan cada tarde las extranjeras de la universidad de verano. Ellas, las de aquí, copian sus peinados, el largo de sus faldas, la manera de andar, los ademanes,… ¡Además, fuman! Ellos… Simplemente las miran y sueñan bailar con ellas el ‘Bella sin alma’ en el Club Nevada o en la discoteca Melibea.

Pero esta tarde, no; esta tarde será diferente. Esta tarde acudirán todos, hasta las extranjeras, a Casa Paco a tocar la guitarra, a beber sangría, a escuchar sevillanas moviendo con gracia los abanicos de Falcón, a bailar con esa tal Massiel… que, al final, dicen que es ella la que irá a Eurovisión.

Aunque… igual que en el cuento de Cenicienta, estas cuatro amigas, a una hora determinada, deben regresar al presente, a su presente, a la terraza en la que todo empezó.

Preguntándose si todo ha sido solo un sueño; pero, sobre todo y lo más importante, preguntándose si su vida se ha parecido a lo que aquella noche de verano y juventud soñaron que sería en Jaca, en la terraza de Casa Paco.

Por Toño L’Hotellerie de Fallois

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