La hostelería del Valle de Tena clama en Sallent por medidas para poder salir adelante

Bajo la lluvia y en un momento crítico para muchos profesionales del sector como consecuencia de la crisis sanitaria del Covid-19, numerosos hosteleros del Valle de Tena se volvían a concentrar este martes en Sallent de Gállego.

El objetivo pasaba por mostrar su respaldo a las acciones reivindicativas convocadas en Huesca -a través de la Asociación Provincial de Hostelería– y pedir a la Administración medidas más flexibles que posibiliten la supervivencia de sus negocios. Así se ha desarrollado la concentración en Sallent, de forma pacífica y donde se han cumplido los protocolos Covid en todo momento.

Un momento de la manifestación de la hostelería en Sallent.
Un momento de la manifestación de la hostelería en Sallent.

«Con estas medidas, la hostelería está hundida»

Empresarios hosteleros del Valle de Tena convocaban esta manifestación bajo el lema Sos Hostelería, la segunda acción impulsada por el colectivo, después de la concentración del pasado 24 de octubre.

Con estas medidas la hostelería está hundida o Cero ingresos, cero ayudas: muerte segura eran algunos de los mensajes que se podían leer en los carteles de los hosteleros. O frases como Se traspasa hostelería, razón DGA. O Si el virus no nos mata, nos matará el hambre. Consignas que son el reflejo del duro momento que están atravesando los hosteleros con las duras medidas impuesta desde la Administración para frenar el avance del Covid. Entre ellas, la imposibilidad de consumir en el interior de los establecimientos. Algo que, en el caso de muchos establecimientos de La Jacetania o el Alto Gállego, no deja otra salida que el cierre.

Paralelamente, en Huesca tenía lugar un acto simbólico donde los hosteleros han entregado a la Subdelegación de Gobierno una llave, significando el cierre de sus negocios.

Medidas muy perjudiciales para la hostelería

En la provincia, y especialmente en las comarcas más turísticas, como son La Jacetania y el Alto Gállego, la hostelería ha sido el sector más castigado con las medidas impuestas por la Administración para frenar el avance del coronavirus.

Hay que recordar que el incremento de contagios en las últimas semanas llevó al Gobierno de Aragón a decretar el confinamiento perimetral de las tres capitales aragonesas, el toque de queda y el nivel 3 de alerta sanitaria para toda la comunidad. Unas limitaciones que no solo derivan en graves perjuicios para la hostelería, sino también, en el caso las comarcas citadas, para toda la economía, donde este colectivo tiene un peso específico fundamental. Y donde miles de familias dependen del turismo y de la hostelería.

Por Rebeca Ruiz

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