Guardias civiles de Jaca se especializan en espeleosocorro en la sima más difícil del mundo

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Entre los días 2 al 6 de octubre se han llevado a cabo unas jornadas de tecnificación de espeleosocorro en la Torca del Cerro (Asturias). La sima, que tiene una profundidad de 1.600 metros es la cavidad natural más profunda de España, la segunda de Europa y se la considera la más difícil, técnicamente hablando, del mundo.

En las jornadas participan 29 guardias civiles de toda la geografía española y todos ellos especialistas de Montaña; de entre ellos, 5 de los participantes se encuentran destinados en los Grupos de Rescate de la Guardia Civil de la Comandancia de Huesca, concretamente de Boltaña, Benasque, Jaca y Huesca; además, también ha participado personal de la Escuela de Montaña de la Guardia Civil en Candanchú (CAEM) y personal de la Unidad Especial de la Jefatura de Montaña con base en Jaca.

Lo angosto de la sima, a lo que hay sumar las condiciones que se dan en su interior, bajas temperaturas y humedad extrema, constituyen un escenario ideal para el entrenamiento de los especialistas en rescates a grandes profundidades y de estas prácticas has extraídos gran experiencia y provechosos conocimientos que serán utilizados en caso necesario ante un accidente de espeleología.

Precisamente, en el año 2005, un espeleólogo húngaro fallecía a casi 400 metros de profundidad, teniendo que realizarse uno de los rescates más complejos, en una cueva, de los que se han llevado a cabo por el Servicio de Montaña de la Guardia Civil. Este hecho llevó a la formación, por parte del Tedax de la Guardia Civil, a especialistas de montaña en microvoladuras y así se formó un perfil de componentes de montaña que intervienen para despejar zonas estrechas en los rescates donde no es posible extraer al herido debido a lo confinado de la sima.

Los especialistas han progresado por la cueva en siete grupos diferentes y se ha contado con la ayuda del helicóptero de la Unidad Aérea de la Guardia Civil en Asturias, con base en Morgal, que ha participado en el traslado hasta la zona de la ingente cantidad de material que es necesario para llevar a cabo el descenso; posteriormente, los especialistas de montaña han tenido que introducir por los estrechos pasos que tiene la sima y descender el material, para poder progresar e instalar vivac para pernoctar en el interior, en ocasiones teniendo que descansar sólo dos horas al día para continuar el descenso con éxito.

Los Guardias Civiles han conseguido llegar hasta los 1.000 metros de profundidad. Con estas jornadas, se extrae experiencia y conocimientos muy provechosos que serán de gran utilidad cuando sea necesario realizar un rescate de espeleología.