por Rebeca Ruiz
Cientos de personas acudían durante la mañana del martes al tradicional Mercado de las Huertas de Jaca, un acontecimiento que saca a la calle lo mejor de la tierra y que simboliza los martes de mercado que históricamente vivía la ciudad.
Desde primera hora, la Plaza de la Catedral se llenaba de gente y recuperaba el tradicional carácter del mercado con la colocación de los puestos, que ofrecían lo mejor de las huertas jacetanas: productos de temporada, ejemplares de gran tamaño y muy lucidos, y los sabores de la tierra, que tanto se echan de menos en la cocina de hoy en día, daban forman al mercado, con una decoración exquisita.
Un total de 9 puestos han participado en la jornada, entre ellos, el de Asafa (Asociación de Enfermos de Fibromialgia y Fatiga Crónica). Cada año, según marca la tradición, cada uno de los hortelanos dona una cesta de productos a una asociación sin ánimo de lucro, para que pueda recaudar fondos para su causa. Además, el stand de Carmen Antoni, acompañada por su hija Susana Gracia, que recreaba un huerto en miniatura con sus productos, se ha llevado el jamón que había como premio al puesto más bonito.
El alcalde y a teniente de alcalde, Juan Manuel Ramón y Susana Lacasa, respectivamente, además de otros miembros de la Corporación, no han querido perderse la oportunidad de disfrutar del animado ambiente que, durante toda la mañana, se ha vivido en la Plaza de la Catedral, conversando con los hortelanos y admirándose de la calidad y frescura de los productos expuestos, que no necesitaban más presentación y poco a poco han ido desapareciendo de los stands. Los Gaiters de Chaca han animado a los asistentes con su música, y todos, grandes y pequeños, han disfrutado de esta actividad que no se puede ver todos los días.
Ya desde el siglo XI, Jaca se estructuraba como punto neurálgico económico y social del Pirineo, por su situación estratégica. En torno a ella, los viñedos y los cereales experimentaron un importante auge. Estas características hicieron de Jaca un lugar ideal para la creación de ferias, y de ahí se otorgó a la ciudad la potestad para realizar mercados cada martes (tal y como se recoge en los documentos del Libro de la Cadena que aún se conservan en el Archivo Municipal de Jaca). Eso sí, los hortelanos y artesanos tenían que vender productos de la zona. Después de los años, y con continuas evoluciones, finalmente este mercado de los martes vino a menos, siendo recuperado, como una actividad cultural, en 2004 con bastante éxito (ésta es la décimo tercera edición). De ahí que, una vez al año, un martes de agosto, se vuelvan a reunir para recordar la importancia que este recinto tuvo en otro tiempo.