
¡Bienvenidos a febrero! La tradición no perdona y las buenas costumbres, tampoco.
El mes comienza con la festividad de Santa Águeda, patrona de las mujeres y de las
enfermeras.
Tradicionalmente se celebraba en la zona norte de la península. Eso se debía a la
economía que se basaba en la ganadería y en la agricultura a pequeña escala,
donde la laya y la azada eran manejadan, en muchas ocasiones, por las mujeres. Era su
día de festejo y de mandar.
Santa Águeda en el Pirineo
En nuestros días, en diversas zonas del Pirineo Aragonés y francés todavía
mantienen la tradición de que en el día de Santa Águeda las mujeres tienen
prohibido hilar, hacer la colada o amasar pan. Y ¡ojo! Que si incumplen se les
aparecerá santa Águeda en forma de gata (Santa-A-Gata) y les haga desistir en su
intento de ser mujer y dejar trabajar en el día de su celebración.
En el Alto Gállego, muchas son las que realizan planes entre mujeres, cenas entre
amigas o entre las mujeres del pueblo. Y como dice la tradición popular «los
hombres no harían bien si se acercaran…»

La gastronomía de Santa Águeda
No podemos pasar por alto la gastronomía que acompaña a este día. No puede
faltar en ninguna casa las reliquias o tetas de Santa Águeda, un pastel típico con
forma de seno, hecho a base de bollo relleno de nata o trufa.
Esta fecha tampoco permanece ajena a los proverbios, dichos y refranes. Toma nota:
Por Santa Águeda, 5 de febrero, agua en el río y leche en el caldero. O A Santa
Águeda gloriosa le venimos a cantar p’a que nos guarde la teta y el tetón al
sacristán.
Y sí. Continuamos sin parar, que 15 días más y estamos en Carnaval.
Por Comarca Alto Gállego

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