Entre los colores del otoño y las primeras nieves del invierno siempre hay un hueco para la reflexión. Un tiempo para el paseo consciente que nos hace mirar atrás. Y ahí están los paisajes de nuestra querida Jacetania, invitándonos de nuevo a disfrutar de, para mí, la mejor época del año. La recolección de los frutos silvestres se acompasa con el calor del fuego que empieza a calentar el interior de las casas, que comienzan de nuevo a ser habitadas durante más horas. Colores, olores, texturas y un laberinto de sentidos que experimenta su mayor auge en esta época del año, tan desconocida como poco valorada.
Un poco de fotografía justo en estas tardes en las que con la llegada de las nieves y la bajada de temperaturas comenzamos a dar la bienvenida al invierno
El tiempo se detiene, la actividad frenética del verano con sus horas de sol se ve congelada para dar paso a los silencios de la tarde, el reposo del color y la llegada de las primeras nieves. Hoy os quiero invitar a este silencio recorriendo a través de esta Mirada al Pirineo algo de sus colores de otoño. Un poco de fotografía justo en estas tardes en las que con la llegada de las nieves y la bajada de temperaturas comenzamos a dar la bienvenida al invierno: así estamos, entre los marrones y los blancos del final del año.
Hoy vivimos en tiempos extraños donde no aprendemos a valorar esta estación del año. Para mí, la que más recursos tiene para darle valor a nuestro territorio; pero, curiosamente, la época del año en la que menos personas nos visitan.
El otoño no necesita de inversiones millonarias, aunque parece que en las puertas de este invierno tenemos que hablar de otras cuestiones destinadas al desarrollo del esquí en nuestro territorio. Me gustaría invitar a la reflexión desde la sencillez de los meses de otoño.
Del otoño al invierno
Y así, en estas semanas, volvemos a hablar de la nieve. Del color blanco para dejar atrás el marrón del otoño. Los proyectos turísticos tan grandes y millonarios parece que nos traerán el tan ansiado progreso y futuro a un territorio que desde aquellos años sesenta sigue careciendo de muchos servicios sociales, de infraestructuras actualizadas y de un sinfín de pequeñas obras que también se dejarán para mañana.
Desde esta Mirada el Pirineo me despido con alguna pregunta como esta:
¿Por qué no se potencian las propuestas destinadas a vertebrar mejor nuestro territorio? ¿Por qué no nos implicamos desde las instituciones en divulgar y conservar nuestro idílico y único patrimonio? El otoño, con sus colores y sus recursos, sería la época del año ideal para comenzar a germinar proyecto que nos haga diversificar y asentar realmente a la población en este territorio.
Por David Ruiz de Gopegui/Ojos Pirenaicos (texto y fotos)
Una mirada al Pirineo es una idea original de JACETANIA EXPRESS, donde, de la mano de David Ruiz de Gopegui, pretendemos acercar rincones y miradas diferentes de este nuestro Pirineo a todos los lectores, invitando siempre a la reflexión y al respeto por el medio natural que nos rodea.
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