por Rebeca Ruiz
Jaca y los jacetanos ya han comenzado la cuenta atrás para el gran día. La ciudad se prepara para su gran celebración, para la gran fiesta de los sentidos. Es la fiesta del valor, de los sentimientos, de la familia… de la grandeza del pueblo jaqués. El Primer Viernes de Mayo conmemora en Jaca la Batalla del Conde Aznar Galíndez sobre los moros. La leyenda dice que miles de invasores cayeron vencidos ante el valor de los jacetanos y las jacetanas, verdaderos héroes épicos movidos por el corazón y por el orgullo de defender la tierra que les había visto nacer.
Hoy, siglos después, Jaca, de la mano de la Hermandad del Primer Viernes de Mayo, vuelve a salir a la calle para conmemorar la gran batalla. Al grito de “¡Arriba, bravos jacetanos!” y “¡Arriba, bravas jacetanas!”, nadie se quedará en casa el próximo Primer Viernes de Mayo. Saldrán a darlo todo los cortejos, el histórico y el del Conde; las caballerías, las escuadras de labradores y artesanos… y el pueblo. Porque si el Primer Viernes de Mayo es lo que es, una de las celebraciones más importantes de toda España, es porque es la fiesta del pueblo: de su honor, de su orgullo, de su dignidad, de su lealtad y de su nobleza.
Jaca ya huele a la pólvora de las descargas, a la frescura de sus gentes con la alegría de la victoria reflejada en sus rostros al regreso de la ermita de La Victoria, a la valentía de sus hombres y sus mujeres… Jaca ya huele a Primer Viernes de Mayo. Todos, absolutamente todos, esperan ya con impaciencia la llegada del Conde Aznar con sus huestes victoriosas, la celebración de la victoria de David sobre Goliat; el momento de cantar el himno. Los cascos de los caballos por las calles empedradas, el olor que se respira en el ambiente tras las salvas, el colorido, el bullicio del vencedor abriéndose paso con las cabezas moras, el sonido al ondear las banderas, los tambores, los claveles en la boca… y el recuerdo de los que ya no están. La fiesta de los sentidos se apodera ya de la ciudad. Se respira en cada rincón Primer Viernes de Mayo. Se siente el Primer Viernes de Mayo.
Y a la cabeza del pueblo, orgullosos, los capitanes y abanderados rescatan ya sus atuendos como si de un ritual se tratara. Todo tiene que estar listo para el gran día. El pueblo espera, un año más, el regreso del Conde Aznar Galíndez y sus huestes victoriosas. Estos jacetanos y jacetanas viven, quizá si es posible, de una forma más intensa el Primer Viernes de Mayo. Y coinciden en que sólo hay que conocer la fiesta para enamorarse de ella. Un amor que, en algunos casos, les ha llevado a ocupar su puesto durante décadas con bravura, con coraje, con ese espíritu que lleva consigo el corazón jacetano, con una emoción contenida hasta el momento de cantar el himno, la máxima expresión de la fiesta. Cuando apenas falta una semana para el Primer Viernes de Mayo, Jaca ya se ha rendido, un año más, al Conde Aznar y a sus huestes victoriosas.
Estos son los nombres propios del Primer Viernes de Mayo 2017:
Capitán de Caballería: Sergio Salinas.
Abanderado de la Hermandad 2017: Javier Espinosa.
Capitán del Cortejo del Conde: Miguel Carasol. (Conde Aznar)
Capitán del Cortejo Histórico: José Ramón Salvador.
Abanderado del Cortejo Histórico: Lázaro García.
Capitán de Labradores: Chema del Tiempo.
Abanderado de Labradores: Agustín Pueyo.
Abanderada de Labradoras: Clara Pueyo.
Capitán de Artesanos: Carlos García.
Abanderado de Artesanos: Sergio Lope.
Abanderada de Artesanas: Sheila Cantón.