En El Mirador del Pirineo el tiempo parece detenerse. A 2.200 metros de altura, en uno de los rincones más salvajes y desconocidos del Pirineo Aragonés, los Valles Occidentales se muestran en todo su esplendor. Bajo la atenta mirada de Collarada, el Aspe y el Midi d’Ossau, la inmensidad de la montaña alcanza su máxima expresión y regala las mejores puestas de sol a unos cuantos privilegiados que rozan la fortuna, por unos instantes mágicos, de poder sentir, literalmente, el mundo a sus pies.
Sentir la montaña. Vivir el bosque. Respirar el aire helado de las altas cumbres. Sucumbir a la belleza de los interminables paisajes. Y, al mismo tiempo, dejarse seducir por los diminutos organismos que forman un ecosistema único. Imaginar los océanos que, hace miles de años, cubrían el Pirineo, donde hoy emergen desafiantes los picos más altos. Rendirse al silencio que arriba, entre las cumbres, permite volver a escuchar el canto de los pájaros y el sonido del viento. Perderse entre las nubes. Disfrutar. Y abrir los sentidos a una experiencia única.

El Mirador del Pirineo es una actividad de ecoturismo, observación y naturaleza que desarrolla Ojos Pirenaicos
El Mirador del Pirineo es una actividad de ecoturismo, observación y naturaleza que desarrolla Ojos Pirenaicos, de la mano del guía de montaña David Ruiz de Gopegui, uno de los mayores conocedores de esta parte del Pirineo Aragonés.
Es una experiencia que permite acercarse a los diferentes ecosistemas que se dan en el Parque Natural de los Valles Occidentales. Desde los 1.000 metros de la localidad de Borau hasta los más de 2.000 que superan los ganaderos que siguen subiendo a puerto, como se conoce a esta práctica ancestral que se mantiene en nuestros días. Y a través de unos 16 kilómetros que llevan hasta Las Blancas, hasta el mítico refugio militar López Huici, por una pista poco transitada, con acceso regulado, y en medio de bosques muy bien conservados, en el contexto de un equilibrio perfecto entre la ganadería, la caza y el turismo.

Ojos Pirenaicos es la única empresa autorizada por el Gobierno de Aragón para acceder a este recorrido único
Actualmente, la compañía de turismo activo Ojos Pirenaicos es la única empresa autorizada por el Gobierno de Aragón para acceder a este singular recorrido. En 4×4 y en rutas adaptadas a pequeños grupos -la experiencia ya nació en la era COVID-, El Mirador de los Pirineos enseña a percibir la montaña desde otro punto de vista, a disfrutar el medio natural comprendiendo su importancia y salvaguardando su fragilidad. «Mi objetivo -explica el guía- es que, después de conocer la experiencia, las personas suban a la montaña con más respeto y con otra sensibilidad».
El camino que recorre la ruta de El Mirador del Pirineo se desarrolla de forma paralela a las explicaciones que Ruiz de Gopegui va ofreciendo conforme se avanza en altura, hasta allí donde el pino negro deja paso a la tasca. Un recorrido diseñado con varias paradas para poder sentir la fuerza del paisaje y del territorio siguiendo los pasos de los ganaderos camino del puerto. Y para poder comprender la evolución de la montaña en estado puro, al tiempo que se pueden observar los rastros de la fauna más emblemática de esta zona. O para ser testigo de cómo, en unos pocos kilómetros, cambia totalmente el paisaje, pasando en apenas unos minutos desde el bosque mediterráneo al paisaje alpino de alta montaña.
El resultado es una experiencia única pensada para disfrutar desde el primer minuto, y que tiene su punto álgido en lo más alto: Allí donde cada atardecer viste de magia los Valles Occidentales, convirtiendo la puesta de sol en un espectáculo especial e irrepetible.



David Ruiz de Gopegui (Ojos Pirenaicos)
Amante de la montaña y la naturaleza, David Ruiz de Gopegui se enamoró del Pirineo con solo 18 años. Enseguida tuvo claro que quería dedicar su vida al medio natural, y comenzó a formarse y a trabajar en actividades de educación ambiental. Hace 9 años decidió lanzarse a la aventura de crear una empresa de turismo activo: Ojos Pirenaicos, que comparte nombre y temática con un blog, ya consolidado, en el que el guía va dando rienda suelta a su otra pasión, la fotografía. Actualmente, Ruiz de Gopegui compagina su labor como educador ambiental con cursos, trabajos fotográficos, actividades escolares y expediciones a destinos como Marruecos o Nepal, donde, al mismo tiempo, pone en marcha un proyecto humanitario. Además, colabora con otros profesionales de su mismo perfil, que tienen distintos proyectos, apostando por el desarrollo sostenible de los pueblos del Pirineo Aragonés.
Por Rebeca Ruiz
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