El Juzgado de Jaca ha decretado el sobreseimiento provisional y el archivo del caso de Villarreal de la Canal que, hace unos meses, llevó a este pequeño pueblo de la Canal de Berdún a ocupar todas las portadas tras un gran despliegue de la Guardia Civil por un posible delito contra el patrimonio histórico en el que se vieron implicados el párroco del pueblo, Ramón Clavería, y otro vecino.
El mal estado de la Ermita de la Esperanza llevó al sacerdote a tomar la decisión de salvaguardar la integridad de un retablo, enviando las tablas a la Iglesia del Salvador y al Castillo de Biniés, con el fin de evitar su pérdida, ante el avanzado y más que evidente deterioro de su emplazamiento original. Los hechos -el traslado del retablo al Castillo de Biniés y a la iglesia del Salvador de Villarreal- derivaban en una denuncia por parte de un ciudadano y provocaban la intervención de la Guardia Civil, el interrogatorio y la detención durante unas horas del sacerdote y de la persona en la que Clavería delegó la custodia de los bienes. Y suscitaron una fuerte polémica en el pueblo y mucha expectación en gran parte de la comarca.


El Juzgado de Jaca considera que «no resulta justificada la perpetración del delito»
Tal y como se recoge en el auto del Juzgado de Jaca, una causa que se abrió por la denuncia de la Guardia Civil «por un presunto delito contra el patrimonio histórico», el sobreseimiento del caso se asienta en que «no resulta debidamente justificada la perpetración del delito».
Tras los primeros interrogatorios, y a la espera de que concluyeran las investigaciones oficiales, el retablo quedó depositado en la iglesia del Salvador de Villarreal. Y sus piezas, precintadas por la Guardia Civil, bajo la custodia del párroco, que es el único que guarda llaves del templo. Ante la expectación generada, el obispo de Jaca, Julián Ruiz, y el propio Ramón Clavería, respondían a todos los interrogantes y dudas surgidas entre los vecinos a raíz del traslado de las piezas.
En aquel momento, el párroco ya respondió públicamente a todas las explicaciones que le pidieron los vecinos, y aclaró por qué y de qué manera se llevaron algunas piezas al Castillo de Biniés (donde las condiciones de conservación -temperatura, espacio y seguridad, principalmente- eran mucho más aconsejables que en la propia iglesia parroquial):

«Se llevaron allí con un contrato escrito. A través de este documento, la persona que recibía las piezas en depósito se comprometía a custodiarlas, a cuidarlas, no adquiría ningún derecho sobre ellas y, en el momento en el que se le indicara que tenía que devolverlas, las devolvería», matizaba entonces el párroco. Además, Clavería puntualizaba que «el retablo, propiamente dicho, siempre ha venido aquí -a la iglesia del Salvador-. A Biniés solo fueron las gradas y el sotobanco, por seguridad, hasta que se decidiera qué hacer con esas piezas».
La Diócesis de Jaca explicó desde el primer momento que «las informaciones que hablan de saqueo o expolio no se ajustan, en ningún caso, a la realidad» y se puso a disposición del Juzgado para aclarar los hechos
Desde el primer momento, la Diócesis de Jaca defendió la inocencia del párroco respecto a los hechos que habían llevado a iniciar las investigaciones:
«El traslado tuvo lugar sin ningún tipo de ocultación, a plena luz del día, y con el correspondiente contrato de depósito. El párroco, para preservar el retablo y evitar posibles accidentes, optó por trasladarlo y montarlo en la iglesia parroquial del Salvador de Villarreal de la Canal y entronizar en él la imagen de la Virgen de la Esperanza, que se encuentra desde hace muchos años en el templo. Por tanto, las informaciones que hablan de saqueo o expolio no se ajustan, en ningún caso, a la realidad. La Diócesis de Jaca está a disposición de la Justicia para aclarar lo que se estime necesario», explicó, en su momento, la Diócesis de Jaca.
Acciones legales
Por su parte, Diego de Ramón Hernández, abogado de Diego de Ramón Sánchez -propietario del Castillo de Biniés- ha anunciado su intención de emprender acciones legales contra las actuaciones que terminaron «privando de libertad» a «dos ciudadanos ejemplares», el párroco, Ramón Clavería -durante unas horas- y el arquitecto Diego de Ramón Sánchez -detenido en los calabozos de la Guardia Civil tres días-, por el traslado de las piezas «de una ermita que dista unos 300 metros a la Iglesia del Salvador de Villarreal de la Canal».
«Traslado producido por causa de fuerza mayor del grave deterioro, humedad, condiciones climatológicas en la ermita e inseguridad de posible saqueo o robo, y realizado a la luz del día, con tres contratos de depósito de algunos bienes menores al Castillo de Biniés, donde goza de seguridad privada con cámaras múltiples, y ausencia de humedades, y de las condiciones climatologías adversas», explica el letrado. Y añade que «las piezas de mayor valor, fueron todas depositadas en la Iglesia de San Salvador de Villareal de la Canal».
Al objeto de restaurar «el buen nombre nunca perdido de estos dos grandes ciudadanos», y una vez que el Juzgado ha archivado la causa, el abogado ha anunciado que «pedirá, en acciones legales, la responsabilidad patrimonial a los agentes responsables de la UCO de Patrimonio de Madrid».
Privación de libertad y daños morales
El abogado señala que trabajará para que los responsables den «cumplida respuesta del gasto producido en este operativo, procedente del Erario Público, que ha existido por desplazamiento de cuatro agentes de Madrid a Jaca, y la reflotación de cerca de nueve vehículos de la Guardia Civil de apoyo en poblaciones que no llegaban a un centenar sus habitantes, produciendo alarma social (…)» que terminó en la «privación de libertad de dos inocentes, que ahora archiva la causa penal».
Una situación que, según el letrado, podría haberse evitado si se hubieran admitido los «tres contratos de depósito de dichos bienes, legalmente realizados», que hubieran «bastado para exonerar de cualquier actividad ilícita» a Clavería y a De Ramón. Por eso, pedirá responsabilidades por «privación de libertad» y «daños morales».

La Ermita de Nuestra Señora de la Esperanza
Hay que recordar que la Ermita de Nuestra Señora de la Esperanza es un sencillo edificio del siglo XVII, con el cementerio anexo, y con un gran valor sentimental para los habitantes de esta zona de la Comarca de la Jacetania.
Sin embargo, actualmente, la ermita de La Esperanza apenas conserva sus muros y una pequeña escalera a la izquierda de la entrada. Se puede acceder a ella sin impedimentos (la puerta de madera no tiene llave). E, incluso, falta parte de la cubierta, sustituida hace años por uralita y a través de la cual se cuela una hiedra que recorre todo el muro principal. El suelo original se encuentra bajo varios centímetros de tierra y escombros.
Por Rebeca Ruiz

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