por Rebeca Ruiz
Todos hemos vibrado alguna vez con la música de Queen. Muchos lloramos con la trágica muerte de su ídolo, Freddie Mercury. Y también muchos hemos podido comprobar esta noche que el legado que consolidó el mítico grupo en los 70 y los 80 sigue tan vigente como el primer día.
A punto de cumplirse el 25 aniversario de la muerte del irrepetible y carismático Mercury, el espíritu de la banda londinense sigue más vivo que nunca, y esta noche ha conquistado los corazones de las más de 3.000 personas que han vibrado con el recuerdo de su época más dulce en San Lure. Una noche en la Ópera, el homenaje definitivo a Queen, sin duda, ha sido un gran acierto del Ayuntamiento de Jaca y de Cadena Cope que ha dejado con ganas de más a los jacetanos.
Un gran espectáculo (presentado por el director de Cope Jaca, Pablo Barrantes), una impresionante puesta en escena y una acústica excepcional han sido, sin duda, las claves del éxito. Bohemian Rhapsody, We Will Rock You, We Are the Champions, Don’t Stop Me Now, Radio Ga Ga, I Want to Break Free,… uno tras otro, se han ido sucediendo los grandes éxitos de la banda, inundando los rincones de San Lure, casi al mismo tiempo que los sonidos, como algo mágico, nos hacían retroceder 20 o 30 años atrás. Buenos tiempos para todos, supongo. Buenas vibraciones, mucha adrenalina y, sobre todo, ganas de un par de bises.
Ha sido un concierto para disfrutar. Una velada para divertirse, con tintes nostálgicos, y para enseñar a los más jóvenes por qué Queen es una de las bandas de rock más importantes del mundo. Por qué fueron sus acordes los elegidos para los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. Por qué hay quien considera a sus componentes los herederos, nada menos, que de los Beattles. Por qué ostenta el récord guiness como el conjunto que más ganancias ha generado en la historia de la música y cuyos temas más semanas han ocupado las listas de éxitos. Nuestros hijos deben conocer quién fue Queen y que significó para varias generaciones, y esta noche han tenido la posibilidad de disfrutar de una master class de lujo que no ha dejado indiferente a nadie.
Circula el rumor de que, en cierta ocasión, Mercury se refirió a sí mismo con la siguiente frase: “No seré una estrella de rock; seré una leyenda”. En cualquier caso, sin duda, una descripción profética. Y la profecía se ha cumplido esta noche en Jaca.
