El Curso Internacional de Defensa aborda la crisis que atraviesa la Unión Europea

El XXIV Curso Internacional de Defensa, que se celebra en Jaca hasta el próximo viernes, ha analizado este miércoles la diversidad de modelos migratorios poniendo el acento en el papel de las organizaciones no gubernamentales, en los modelos gubernamentales y en la actualidad de las migraciones en Europa.

El coronel en la reserva, analista y experto en temas internacionales Pedro Baños ha abordado la actualidad de las migraciones en Europa analizando por qué surgen y de qué forma se reacciona. Sobre todo, ha hecho hincapié en que “!a verdadera crisis no es de los refugiados sino de la Unión Europea, cuyos países están enfrentados y desunidos; en cuanto ha habido un problema serio, se ha demostrado que nos importan más los temas nacionales que cooperar y ser solidarios”.
También ha analizado las principales consecuencias de este movimiento migratorio masivo. En concreto, se ha referido a “la contestación social en Europa, el crecimiento de partidos xenófobos y racistas, e incluso países que prácticamente no quieren saber nada de los refugiados”. Además, por supuesto, “del desastre humanitario que para muchas personas supone el no ser acogido acorde a los tratados firmados y ratificados durante años”.
En su intervención también ha apuntado algunas soluciones. En primer lugar, “no se ha hecho un ejercicio de prospectiva; es importante ver qué nos puede venir en el futuro para abordarlo con solvencia desde ahora”. Para ello, ha proseguido, “es fundamental entender el origen de este movimiento migratorio, cómo les podemos acoger de verdad porque no basta con hacerlo inicialmente para luego meterles en guetos”.
En sus conclusiones, el coronel Pedro Baños no hay sido muy optimista porque “lo que estamos viendo es que se está generando una profunda desunión en la Unión Europea”. En este sentido, ha asegurado que“uno de los motivos principales por el que Gran Bretaña ha abandonado la Unión es precisamente por el tema de los emigrantes, en general”.
Además, ha reflexionado sobre la idea de los valores y principios en los que Europa basasus pilares fundamentales: “Presumíamos de ellos, pero ahora resulta que somos los primeros que los vulneramos”. En este sentido, no ha sido muy optimista sobre lo que nos espera en el futuro: “En vez de estar avanzando hacia una construcción humanitaria y de estado de derecho, lo hacemos hacia la ruptura de la Unión Europa”. Y, sobre todo, ha vaticinado, “como se vuelva a producir otra oleada de refugiados de dos millones de personas, probablemente veamos su destrucción absoluta”.
Entre otras cosas se ha mostrado pesimista al observar la realidad de la reciente Cumbre de Bratislava “donde los dirigentes no han llegado a ninguna conclusión. No tenemos líderes; lo que hay son unos intereses cada vez más dispares, tanto en la percepción de las amenazas de la seguridad como en la visión cultural e histórica del problema, que hace que en vez de tender hacia la unificación lo hagamos hacia la disgregación”.

3Por otra parte, el Secretario General de Cáritas Española, Sebastián Mora, ha reflexionado sobre La solidaridad no gubernamental. En relación a las migraciones, ha comentado que “la movilidad humana ha existido siempre, no es un fenómeno nuevo, aunque lo estemos viviendo con intensidad en estos momentos”. Además, ha asegurado que “la mayoría de las migraciones no son sur/norte como creemos, sino sur/sur. Los países que más migrantes están acogiendo son los del sur, es decir, países en vías de desarrollo de Asia, África o Latinoamérica, y esto es algo muy importante a la hora de afrontar esta realidad”.
A continuación, Sebastián Mora ha analizado el papel de las organizaciones sociales, que “actúan en tres ámbitos”. En primer lugar, ha hecho hincapié en “la atención a las personas en sus necesidades básicas; también es fundamental la protección de los derechos humanos y, en ese sentido, las organizaciones no gubernamentales somos actores reivindicativos políticamente y, en tercer lugar, es muy importante el ámbito de recreación de valores y de su puesta en práctica”.
En este sentido, ha concluido su intervención planteando tres retos. El primero, en el plano político: “La soberanía de los Estados, que en lo económico ya murió hace tiempo, también lo ha hecho en el ámbito de la movilidad humana; las fronteras han dejado de tener sentido porque la soberanía no deja de ser una imagen formal”.
También ha hablado de un reto ético: “Lo que nos estamos jugando como sociedad es qué entendemos por dignidad humana. Cuando uno no respeta la dignidad de las personas, sea cual sea su origen, al final estamos dando derecho y legitimación para que tampoco se respete nuestra dignidad”. Por último, Sebastián Mora ha asegurado que “tenemos planteado el reto social y cultural de la integración de distintas culturas, religiones y formas de vida, que no es fácil, pero es una gran oportunidad para crecer como sociedad”.
Finalmente, el director de la Cátedra de Refugiados y Migrantes Forzosos de la Universidad de Comillas, Juan Iglesias, ha impartido una conferencia sobre Europa: Modelos gubernamentales. En su intervención ha hablado de la realidad española asegurando que “la población inmigrante hace tiempo que forma parte consustancial de la sociedad; esto es algo positivo y no tiene marcha atrás”.
También se ha referido a sus características, destacando que “está incorporada en la parte baja de la estructura social, en torno a una coexistencia mixta que mantiene algunas de sus pautas culturales de origen al tiempo que adquiere otras del lugar donde llega”. “Te puedes encontrar con algún conflicto –ha proseguido–, pero no tanto relacionado con la convivencia cultural como con la existencia de problemas económicos o de familias que tienen unas necesidades que no pueden cubrir”.
Juan Iglesias también ha reflexionado sobre la gestión de los modelos migratorios en Europa. “Frente a la apuesta por la asimilación, el retorno y el cierre de fronteras, lo que se necesita es una gestión de estos flujos más inteligente y diferente, que no pase solo por la obsesión del control, que permita la circulación y el retorno, y que vea la migración como una fuerza de desarrollo”. Y es que, a su juicio, “se ha tomado la inmigración como signo de muchos de los problemas que vivimos, como el miedo a la pérdida de identidad o la precariedad, cuando en realidad es el proceso de globalización que vive nuestra sociedad y la gestión del mismo el que está detrás de esta realidad”.