
El Balneario de Panticosa se ha convertido, por méritos propios, en el quinto protagonista de Edén, la ópera prima de Estefanía Cortés. Charlotte Vega, Marta Nieto, Israel Elejalde y Ramón Barea se pasean estos días entre cámaras, focos y sets de rodaje a las órdenes de la directora y guionista madrileña en las Termas de Tiberio. En los emblemáticos baños, algunos espacios presentan una imagen muy diferente de la habitual. Un equipo de 40 profesionales hace posible la película, que cuenta con un presupuesto de un millón de euros y que está previsto que llegue a las pantallas el próximo otoño. Edén es una producción de Montreux Entertainment, La Caña Brothers, La Colmena y El Edén AIE, cuenta con la participación de TVE y Aragón Televisión.
La ópera prima de la realizadora madrileña, un drama psicológico, aborda la historia emocional de cuatro personajes muy distintos, pero con un objetivo común, acabar con su dolor. Una cinta que agitará conciencias, tratando el tema de la libertad individual frente a la vida y la muerte desde una perspectiva innovadora.
«Edén, un drama con pinceladas de thriller»
«Un drama con pinceladas de thriller». Así define Cortés la trama de la película, que ha convertido el Balneario de Panticosa y su entorno en un gran plató. «Cuatro personajes que, en un momento muy malo, buscan poner final a su sufrimiento y llegan a este sitio perdido en la naturaleza que es Edén», explica la cineasta. Un entorno único que era desconocido para la directora, pero que ha dado respuesta a sus expectativas cuando en el momento que escribía el guión de la película: «Pensaba en un espacio muy parecido a este -que no creía que fuera a encontrar- luminoso, acristalado, integrado perfectamente en la naturaleza… Y lo encontré aquí. Es el espacio que, desde hace tres años, tenía en mi cabeza», asegura Estefanía Cortés.
Un dormitorio que comparten los cuatro protagonistas (Vega, Nieto, Elejalde y Barea) y un salón, ambos espacios creados en las Termas de Tiberio de acuerdo a las exigencias del guión, son las localizaciones principales de la película, rodada íntegramente en Aragón. Además, también se ha trabajado en algunas zonas próximas, como el entorno del balneario o Piedrafita de Jaca. El presupuesto asciende a «cerca de un millón de euros», apuntaba Luis Hernáiz, de la productora La Comena.
Un filme que es un «enigma» y que «esconde más cosas de las que cuenta»
Ramón Barea (Félix) se define como «uno de los personajes que está en este lugar inventado, inexistente, de ficción. Es el que más claro tiene lo que quiere hacer, el que trata de huir de algo, pero no de una manera desesperada sino pensando que su huida puede favorecer a la gente que ama». Félix, padre de cuatro hijos y una relación con su familia y con el entorno que le rodea que se va adivinando conforme avanza la película.
Un filme «que es un enigma» y que «esconde más cosas de las que cuenta». Y que promete una gran dosis de «asombro» para el espectador, explica el actor. Una trama abierta a la interpretación del público, avanza Barea, y que despertará «distintas emociones» en función del estado de ánimo de quien se encuentre al otro lado de la pantalla.

Para Barea, el espacio se convierte en el «quinto gran personaje» de la producción. «Ha sido un acierto de la dirección artística encontrar un espacio tan especial como este, que parece estar diseñado para esta película», añade. «Había unas ganas enormes de retomar la actividad tras la inseguridad que se ha producido durante todos estos meses y las dificultades que ha habido» durante la pandemia, señala el actor, que reconoce que afronta con mucha ilusión el rodaje de Edén.
El Balneario de Panticosa, «un espacio muy poderoso»
Israel Elejalde interpreta en Edén a «un personaje complicado de definir». Uno de los cuatro que llegan al espacio, a través de una empresa clandestina, «a intentar solucionar el dolor que les acompaña» y a pasar página sobre «algo que le viene persiguiendo desde hace tiempo». Elejalde se mete en la piel de «un hombre muy introvertido, una persona muy atormentada que no disfruta excesivamente de estar con tres desconocidos», en un «espacio muy poderoso» en una «película que tiene mucho que ver con una atmósfera opresiva». Y asegura que una de las razones que les llevaron a hacer esta película fue que se trata de «una historia poco común» y una forma de rodar «tampoco demasiado convencional».

Lidia es el personaje que interpreta Marta Nieto. «Una mujer muy peculiar. Es apasionante interpretar a Lidia, porque es un poco imprevisible. Tiene mucha intensidad y es el contrapunto de las aristas de los cuatro personajes y el que más extremo puede llegar a ser», avanza la actriz. «Apoyar a las mujeres valiosas es algo que quiero hacer en mi carrera», asegura, por lo que no dudó aceptar el reto que le planteaba Estefanía Cortés. «Y además, me encanta el guión y el personaje es muy divertido», añade.
«Marina es una joven que lleva tiempo intentando escapar de los fantasmas que le persiguen de un trágico evento, atormentada y rota por la culpa», explica Charlotte Vega. La actriz también hace hincapié en el entorno: «Aquí estamos en una burbuja que ayuda mucho a meterte en el personaje, en la atmósfera de la película», señala la actriz, que decidió no salir del balneario desde que comenzó el rodaje para poder empaparse de su personaje.

Edén, la última producción en los escenarios de película de Alto Gállego y Jacetania
No es la primera vez que el Balneario de Panticosa se convierte en un plató de cine. Eva, por ejemplo, galardonada con tres goya, de Kike Maíllo, se rodó en este espacio en 2011. También en 2002 se rodaron en este entorno privilegiado, a más de 1.630 metros de altitud, escenas de Primer y último amor, con Lola Herrera y Asunción Balaguer. Y muy cerca se eligieron localizaciones para La próxima piel, con Emma Suárez… Panticosa también sirvió de plató para algunas escenas de Julieta, de Pedro Almodóvar. En los últimos años, son muchos los enclaves de La Jacetania y el Alto Gállego que se han convertido en escenario de grandes filmes para la gran (y pequeña) pantalla.

Edén, el pistoletazo de salida para Una temporada ilusionante
Al mismo tiempo que el rodaje de Edén encara su recta final, el Balneario de Panticosa se prepara para una temporada ilusionante. Su director, Jesús María González, asegura que «es un absoluto privilegio contar con el mundo del cine dentro del Balnerario y un refuerzo muy importante a nivel mediático, porque gracias a Edén se van a dar a conocer las instalaciones y el entorno en toda España. E, incluso a nivel internacional. Y es un lujo poder tener con nosotros a profesionales de esta talla trabajando y conviviendo con nosotros».
Ahora, toca «mirar al cielo y esperar que venga la nieve tan ansiada», explica González. «Esperamos que este año llegue la normalidad, y que este invierno ya no haya problemas de COVID y podamos trabajar. Somos muy optimistas. El verano ha sido muy positivo, y esperamos que el invierno también lo sea», añade el director general del resort.
Una temporada que llegará con novedades que se darán a conocer en las próximas semanas, con una hoja de ruta marcada por la apuesta de «reforzar el Gran Hotel y seguir diferenciándolo del resto del complejo, y seguir convirtiéndolo en un destino cada día un poquito más especial».
Por Rebeca Ruiz

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