La Plataforma pro Refugiados del Alto Aragón conmemorará el Día Mundial de las Personas Refugiadas con una serie de actos que tendrán lugar el próximo sábado, 20 de junio, en Sabiñánigo.
Acciones para recordar la crisis de las personas refugiadas
Entre las acciones que se han previsto para esta jornada, que se celebra simultáneamente en todo el mundo, destaca la concentración convocada a las 19.00 horas en la Plaza de España. La plataforma pide que las personas interesadas en participar acudan vestidas de negro y les invita a portar carteles alusivos a la situación de los refugiados en el mundo. Los organizadores han anunciado que acudirán con mascarillas negras.
Se mantendrá en todo momento la distancia de seguridad. También habrá, a disposición de todos, gel hidroaldohólico. Previamente, se ha programado una comida de alforja en Sabiñánigo, para preparar los detalles de la acción reivindicativa.
Ayuda para Sos Refugiados en Red
Además, desde la organización se va a plantear a las personas asistentes la donación de un euro simbólico. La recaudación se entregará a Sos Refugiados en Red, organización con la que la plataforma colabora habitualmente. Esta ONG sigue trabajando en Atenas (-no ha dejado de hacerlo, a pesar del Covid-19-), y tiene sus almacenes vacíos por la suspensión de las recogidas de material en España. En este contexto, la Plataforma pro Refugiados Alto Aragón recuerda que se trata de una situación crítica, «agravada, si cabe, por la llegada a la capital de miles de personas refugiadas que el Gobierno griego ha sacado de las islas (sobre todo, de Lesbos) y ha abandonado en la calle».
Por otra parte, en el transcurso de la concentración, la plataforma leerá un manifiesto reivindicando una solución para la crisis de las personas refugidadas que se vive a nivel internacional.
La Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, ratificada por 145 Estados, define el término ‘refugiado’ y establece los derechos de las personas refugiadas, así como las obligaciones de los Estados para su protección. El principio fundamental que se desprende de la Convención de 1951 es el de ‘non-refoulement’, o ‘no devolución’, que defiende que una persona refugiada no debe ser devuelta a un país donde se enfrenta a graves amenazas a su vida o su libertad. Este principio ya se considera una norma de derecho internacional consuetudinario. La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados es el ‘guardián’ de la Convención de 1951 y de su Protocolo de 1967. Según establece la Convención, los Estados tienen la obligación de colaborar con ACNUR para garantizar que los derechos de las personas refugiadas se respeten y protejan. (FUENTE: ACNUR).
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