Arrés y Ansó, en el Congreso de Periodismo de Urriés como modelos de repoblación del medio rural

Bajo el lema Se busca pueblo con casa, Urriés volvía a convertirse en el escenario del Congreso de Periodismo y Repoblación consolidado, tras seis ediciones, en un indicador de los asuntos que más preocupan en el medio rural. En esta ocasión, profesionales de la comunicación, alcaldes y expertos de distintos ámbitos han debatido, durante dos intensas jornadas, en torno a la problemática de la vivienda. El modelo de Arrés, salvado in extremis de la despoblación y con un padrón ascendente gracias al esfuerzo de sus familias, o la experiencia piloto de los pisos-trampolín que ha impulsado en Ansó Pueblos Vivos no han faltado a la cita.

Arrés y Ansó, en el Congreso de Periodismo de Urriés como modelos de repoblación del medio rural
Arrés y Ansó, en el Congreso de Periodismo de Urriés como modelos de repoblación del medio rural. En la imagen, de izquierda a derecha, David Remartínez, Joaquín Giménez y Armando Soria.

Arrés y Ansó, en el Congreso de Periodismo de Urriés como modelos de repoblación del medio rural

Arrés y Ansó, en el Congreso de Periodismo de Urriés como modelos de repoblación del medio rural

La Jacetania ha estado muy presente en el VI Congreso de Periodismo y Repoblación de Arrés

La Jacetania ha estado muy presente en el VI Congreso de Periodismo y Repoblación. Organizado por el Ayuntamiento de Urriés (Zaragoza), con la colaboración de la Asociación Regín y el patrocinio de la Comarca Cinco Villas, el encuentro alcanzaba, el pasado fin de semana, su sexta edición. Lo hacía abriendo el debate sobre uno de los principales problemas de la zona rural: la vivienda.

Durante dos intensas jornadas, profesionales de la comunicación, políticos y expertos en distintos ámbitos han reflexionado en torno al lema Se busca pueblo con casa.

Arrés, un superviviente en la España vacíada

Así, el alcalde de Arrés, Joaquín Giménez, explicaba cómo este núcleo del término municipal de Bailo había logrado sobrevivir a la despoblación. En los últimos años, Arrés, que alcanzó su máximo esplendor en la Edad Media como villa real, ha logrado reinventarse y hoy cuenta con más de 45 vecinos, tras unos momentos críticos en los que apenas quedaba una decena de habitantes y en los que el pueblo estaba «prácticamente en ruinas«, como recordaba Giménez.

Por su parte, Paloma Fábregas (responsable del proyecto Pueblos Vivos), puso sobre la mesa los avances en un proyecto piloto que se está desarrollando en Ansó, en el contexto del proyecto europeo Smart Rural 21, para afrontar el problema de la despoblación a través de viviendas trampolín para emancipación joven y nuevos habitantes, dirigidas a su alquiler a precios tasados durante un periodo de prueba de cinco años.

De una reunión de periodistas a la radiografía del mundo rural para buscar soluciones a la despoblación

El Congreso de Periodismo y Repoblación de Urriés nació, como recuerda su director, David Remartínez, casi al mismo tiempo que el fenómeno de España vaciada. Tras cinco años de ponencias y debates en este foro, la organización llegó a una conclusión: «Preparando la sexta edición nos dimos cuenta de que da igual de lo que debatas alrededor de la repoblación, porque no hay casas. Tú te quieres ir a vivir a un pueblo y no puedes. Porque es turístico y no puedes pagar los alquileres, o rehabilitar, o comprarte un solar… O aunque no sea turístico, sigue estando a precios inmobiliarios inaccesibles». Por eso, el eslogan no podía ser otro: Se busca pueblo con casa.

Por otra parte, Remartínez destaca la evolución que ha sufrido el congreso en sus seis ediciones. El encuentro ha pasado de ser «una reunión de periodistas de pueblo, para contarnos las situaciones que vivíamos y debatir cómo podíamos contribuir desde el periodismo a la repoblación» -advierte- a invitar «a técnicos y a alcaldes de municipios donde se están intentando proyectos distintos alrededor de la vivienda».

Un paso más

Era un año «para hablar de datos» de distintas zonas de España «para analizar una situación que desconocemos, porque todos sabemos cómo está el mercado inmobiliario rural, pero no sabemos cuáles son las causas: por qué la gente no quiere alquilar, por qué el propietario no recibe ayudas por rehabilitar una fachada, como pasa en la ciudad; qué hacemos con el IBI y los edificios que están en ruinas…», plantea Remartínez. Era el punto de partida de un congreso que ha vuelto a convertirse en la radiografía del medio rural, y que ha vuelto a dejar a todos con ganas de más.

David Remartínez ya está pensando en el próximo congreso, teniendo claro que «todos los foros de debate -incluido el congreso de Urriés- tienen que llevar a algún tipo de acción». De estos seis años de reflexión ya ha nacido una web y el próximo paso será ir más allá de las conclusiones, creando un colectivo, o trasladando esas conclusiones de la séptima edición a las instituciones correspondientes, o de cualquier otro modo. «Creo que el Congreso de Periodismo y Repoblación tendrá sentido si da un paso más allá y no se queda en un foro de debate», añade.

Se busca pueblo con casa. Sobre la problemática de la vivienda en el medio rural

El denominado ‘reto demográfico’, o la repoblación de núcleos alejados de las grandes ciudades, necesita una nueva política de vivienda que salve las dificultades actuales, que han conducido a los pueblos a un bloqueo difícil de superar y que, en cierta medida, invalida cualquier otra medida para asentar población. Aquellas localidades rurales que reciben habitualmente turismo han entrado en el ciclo especulativo de precios inmobiliarios, impidiendo que trabajadores con intención de asentarse en esas zonas puedan acceder a la compra o el alquiler. Un médico o un joven hostelero no pueden pagar con sus sueldos los precios actuales.

Por otra parte, los pueblos que no viven del turismo, los que sufren un aislamiento mayor y cuentan con censos más reducidos, carecen de casas o pisos en oferta para nuevos inquilinos.

Las administraciones locales, en la mayoría de los casos, no disponen a su vez de recursos para intervenir en el mercado y corregir esas anomalías, poniendo vivienda a disposición de la población que quieren atraer. Las comunidades autónomas y el Estado, hasta ahora, tampoco han desarrollado tampoco políticas o iniciativas eficaces para revertir la tendencia, y dotar a las zonas rurales de posibilidades reales de habitabilidad. De garantizar un derecho que recoge la Constitución.

Congreso de Periodismo y Repoblación de Urriés

Debatir sobre la despoblación desde los pueblos que luchan contra ella

Armando Soria, alcalde de Urriés, se muestra satisfecho con la evolución que ha experimentado el Congreso de Periodismo y Repoblación. «Lo que hacemos cada año es convertir este congreso en una familia, en una red de amigos. Y eso está calando mucho. Seguramente es de los proyectos más fáciles que desarrollamos a lo largo del año, pero también el que más sorprende fuera de aquí. Y creo que es por el compromiso y el vínculo de los profesionales que participan», señala Soria.

Para el alcalde, y para muchos de los participantes -la mayoría repiten año tras año, el Congreso de Periodismo y Repoblación de Urriés «sirve de alguna manera como terapia, porque no es un sitio al que solamente vienes a debatir, sino que crea un vínculo entre todos nosotros. Porque hablamos de lo que queremos, de lo que vivimos,… y no solamente es teoría. Es algo casi más emocional que profesional».

La despoblación no es un problema en sí, sino la consecuencia de otros grandes problemas del mundo rural

En cuanto al lema de este año, Soria considera que la despoblación no es un problema en sí, sino la consecuencia de una serie de problemas. «Estoy convencido de que estamos hablando de despoblación solamente porque se ha puesto de moda, no porque sea un problema. No importa que mi pueblo tenga 50, 40 o 20 habitantes. Lo que quiero es que la gente que quiera vivir aquí pueda hacerlo de una manera digna. Se ha puesto de moda hablar de despoblación, se ha puesto en la agenda mediática (y en la política gracias a la mediática)… Y seguimos hablando de ello, pero no actuando».

Desde esta perspectiva, el alcalde de Urriés mira con ilusión a la próxima edición del Congreso. No le preocupa tanto el tema sobre el que se debatirá en 2024 como el futuro de los pueblos. O mejor dicho, de la gente que vive en los pueblos. Porque, al final, como él explica, «hablamos de traer gente a los pueblos cuando no hemos solucionado los problemas de la gente que ya vive en ellos, para que puedan quedarse».

Por Rebeca Ruiz

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